22 de diciembre 2025 - 08:17

Acuerdos caso por caso y una oposición fragmentada, cómo fue el primer año parlamentario del gobierno

Sin mayoría en Diputados, el gobierno logró aprobar el Presupuesto y leyes clave como la eutanasia, pero enfrentó trabas en temas impositivos y se sometió a varias interpelaciones.

El gobierno superó su primer año legislativo con el desafío más importante cumplido: la aprobación del Presupuesto.

El gobierno superó su primer año legislativo con el desafío más importante cumplido: la aprobación del Presupuesto.

El primer año legislativo del gobierno de Yamandú Orsi cerró con un balance de avances importantes en temas clave como el Presupuesto, con algunas alianzas inesperadas y una agenda que quedó parcialmente inconclusa, en un Parlamento donde el oficialismo logró mayor comodidad en el Senado, pero debió gobernar sin mayoría propia en Diputados, lo que condicionó ritmos, acuerdos y resultados.

Desde el punto de vista legislativo, el gran triunfo del año fue la aprobación del la aprobación del Presupuesto quinquenal, una instancia que concentró la mayor parte de la energía política y que, para el oficialismo, representaba una prueba de alto riesgo. “Es la ley madre de todo gobierno y la que define el gasto y las previsiones de crecimiento para los próximos cinco años”, señaló a Ámbito el analista político Mauro Casa, quien subrayó que el Frente Amplio (FA) partía de una “restricción clara”, como es la falta de mayoría propia en la Cámara de Diputados.

Casa remarcó que, en ese contexto, “era un desafío enorme” y que incluso existía la hipótesis de que el gobierno no lograra renovar el Presupuesto. “Partiendo de esa constatación, entiendo que es una victoria muy potente para el gobierno haber logrado sacarlo adelante”, afirmó. Según el analista, el oficialismo consiguió aprobar la norma “sin renunciar demasiado a ninguna de sus propuestas más potentes”, apoyado en una estrategia de acuerdos caso a caso y en un contenido presupuestal que definió como “muy centrista, de continuidad más que de cambio”.

La estrategia parlamentaria del FA también estuvo atravesada por la fragmentación opositora. Casa sostuvo que el gobierno “se valió mucho de las profundas diferencias que hay en la oposición entre sí” y, en particular, de las tensiones internas en algunos partidos. “La oposición intenta presentarse como una coalición, pero no actúa como tal, sino de manera muy fragmentada, incluso en un tema fundamental como el Presupuesto”, afirmó.

En esa misma línea, la analista y directora de Cifra, Mariana Pomiés, también sostuvo en declaraciones a este medio que la ausencia de mayoría parlamentaria “se resolvió mucho más fácilmente de lo que algunos auguraban”. Y en ese sentido, coincidió que el gobierno “negoció y tuvo un muy buen socio que fue Cabildo Abierto (CA), que apoyó en muchas cosas, obviamente a cambio de ceder y cambiar algunos aspectos”. Para la analista, el balance parlamentario del año “es exitoso para el gobierno porque tuvo los logros que necesitaba y casi ninguna cosa se le trancó por no contar con la mayoría”.

Avances en derechos sociales y dificultades en temas tributarios

Además del Presupuesto, el Parlamento aprobó durante el año una serie de leyes de mucho impacto social y político. Entre las más destacadas está la ley de eutanasia, uno de los proyectos prioritarios del Frente Amplio desde el inicio del año. Casa consideró que es una norma “muy en sintonía con la tradición uruguaya de ampliación de derechos sociales y de una agenda moral progresista”, que logró “amplios consensos” y mayorías holgadas. Por su parte, Pomiés la definió como “una ley emblemática, más allá de que uno esté a favor o en contra”, y recordó que “costó mucho y llevó muchos años”.

Otro avance señalado por Casa fue la ley que regula el ingreso por concurso a los gobiernos departamentales. “No es la legislación más restrictiva ni la más potente, pero es un avance”, indicó, al destacar que hasta ahora los gobiernos departamentales funcionaban como “una tierra de nadie” en materia de ingresos al Estado. En materia impositiva, consiguió la aprobación del Impuesto Mínimo Complementario Doméstico (IMCD), el "Impuesto Temu”, tributación de rentas del exterior para personas físicas residentes, y la aplicación de gravámenes a transferencias indirectas de activo.

Sin embargo, no todos los proyectos centrales lograron avanzar. Iniciativas con impacto económico y regulatorio, como el refuerzo del marco de prevención del lavado de activos y la reducción del tope para pagos en efectivo, enfrentaron mayores resistencias y quedaron empantanadas o postergadas. Para Casa, este contraste refleja una constante del año: “El oficialismo logró consensos en derechos civiles, pero tuvo más dificultades en temas económicos, fiscales o regulatorios”.

Nicolás Viera Sebastián Da Silva
Las interpelaciones marcaron el año, con un fuerte cruce en el Parlamento entre Viera y Da Silva.

Las interpelaciones marcaron el año, con un fuerte cruce en el Parlamento entre Viera y Da Silva.

Interpelaciones y "una agenda muy picante" en materia de control

La otra cara del año legislativo fue el rol de control del Parlamento. A lo largo del período se acumularon cinco interpelaciones a jerarcas del Ejecutivo, un número elevado que tensó el clima político. “El control suele quedar mucho más en manos de la oposición y ahí tuvimos una agenda muy picante”, describió Casa, quien recordó que se dio “una de las interpelaciones más rápidas desde el retorno a la democracia” y episodios de fuerte confrontación, incluso con insultos en el Senado.

Pomiés valoró las interpelaciones como un mecanismo con luces y sombras. “Son útiles para poner temas sobre la mesa y sacar información a la luz”, señaló, aunque cuestionó su dinámica. “Muchas veces nadie escucha a nadie, no hay diálogo real y se muestra la peor cara de la política: yo hablo, no escucho y no me importa lo que diga el otro”, afirmó.

En términos generales, ambos analistas coincidieron en que el balance legislativo favorece al gobierno. “A nivel programático funcionó mejor de lo esperado”, resumió Casa, mientras que Pomiés sostuvo que el oficialismo “supo llevar bien la minoría y hacer las negociaciones adecuadas”. De cara a 2026, y con el Presupuesto propio en plena ejecución, el desafío será avanzar en los temas que quedaron pendientes sobre todo vinculados a la transparencia y a impuestos. "Y veremos cómo el gobierno implementa su propuesta y gestiona con un Presupuesto ya aprobado y sin poder remitir a esa excusa", cerró la directora de Cifra.

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