La inflación de julio fue del 4,53% y quedó prácticamente alineada con el objetivo trazado por el Banco Central del Uruguay (BCU), mientras se mantiene hace más de dos años dentro del rango de tolerancia, que va desde el 3% hasta el 6%.
Las 3 claves del alineamiento de la inflación
Economistas detallaron el dato del IPC, que quedó prácticamente en torno al objetivo trazado por el Banco Central del Uruguay.
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El BCU pone el eje en la desindexación de precios para consolidar el proceso de baja inflación
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La política monetaria mostró su efectividad para reducir las expectativas de inflación

La inflación está prácticamente en el objetivo del Banco Central del Uruguay.
Detrás de la cifra, confluyen una serie de factores que van desde la baja del dólar durante el primer semestre, pasando por el alineamiento de las expectativas de los agentes económicos, así como la moderación de la inflación subyacente.
De hecho, tras la divulgación del IPC por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE), los expertos brindaron sus análisis acerca de la situación y qué se puede esperar a futuro.
El dólar y la inflación transable
Por otra parte, el retroceso del dólar en el primer semestre, más allá del repunte exhibido el mes pasado, colaboró en buena parte con una reducción hasta el 5% de los precios transables, con dos bajas consecutivas desde el 6% de mayo.
Desde Exante destacaron que la baja del tipo de cambio “se está reflejando en un descenso de la inflación transable”, al tiempo que alertaron que la no transable “permanece apenas por debajo de 6%”, luego de mantenerse en el 5,7%, cerca del techo del rango de tolerancia.
Al mismo tiempo, el gerente senior de CPA Ferrere, Nicolás Cichevski, observó que más allá de la baja de la inflación, incidida al alza por frutas y verduras y a la baja por transables y supergás, “la inflación tendencial se redujo de 5% a 4,7%”.
La inflación subyacente
En cuanto a la inflación subyacente, que excluye frutas, verduras frescas y combustibles, registró en julio una variación del 0,03% y retrocedió al 5,25% interanual, por encima del índice general, pero con un retroceso sostenido en los últimos tres meses, desde el 0,35% de abril.
El economista Aldo Lema se hizo eco de la situación a través de X al considerar que la moderación del IPC general “estuvo explicada mayoritariamente por la moderación de la inflación subyacente hacia un ritmo mensual desestacionalizado de 0,1%”.
Se abre la puerta a una meta más ambiciosa
Con una inflación que lleva 26 meses por debajo del rango de tolerancia y parece confluir hacia el objetivo, algunos especialistas consideran que puede ser un momento adecuado para reajustar la meta y orientarla a una más ambiciosa, que podría ser del 3%.
Para el economista Ignacio Umpiérrez, “dado fundamentos externos y domésticos, es probable que la inflación se ubique entre 4% y 4,5% en lo que resta del año y perfore ese umbral en el inicio de 2026”, considerando que “hay una oportunidad para bajar la meta a 3%”.
En la misma línea se pronunció el director del Observatorio de Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), Javier de Haedo, quien sostuvo que “en breve la meta del 4,5% será vista desde abajo” y anticipó una nueva rebaja de las tasas en agosto.
A su vez, alertó que “los salarios y el presupuesto crecerían más en términos reales, amenazando al empleo y complicando al resultado fiscal”.
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