La disputa sindical entre la empresa Katoen Natie, accionista mayoritaria de Terminal Cuenca del Plata (TCP), y el sindicato portuario afectó la actividad en el Puerto de Montevideo durante semanas y, si bien el acuerdo alcanzado este lunes permitió que se levantarán las medidas, algunos aspectos de fondo permiten entender el por qué del conflicto y evitar que vuelva a desencadenarse.
Las 5 claves para entender el conflicto en el Puerto de Montevideo
La disputa entre Katoen Natie y el sindicato detuvo la actividad durante casi un mes, lo que generó pérdidas millonarias y afectó la reputación internacional.
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El enfrentamiento entre la empresa Katoen Natie, accionista mayoritaria de Terminal Cuenca del Plata (TCP), y el sindicato portuario afectó la actividad en el Puerto de Montevideo durante semanas.
Aunque durante el mediodía de este martes comenzó a normalizarse la actividad, hay varios aspectos para analizar del conflicto que se extendió durante casi un mes y los desafíos que debió enfrentar el sistema portuario.
Origen de la protesta
El conflicto se desató a raíz de la implementación del nuevo software Navis N4 en sustitución del sistema operativo anterior (ASCOT) que funcionaba en la TCP desde su inauguración en 2001. Esto despertó reacciones por parte del sindicato ante el temor de que se automaticen tareas y eliminen puestos de trabajo. Por este motivo, los trabajadores se declararon en asamblea general desde el 2 de octubre y decretaron un paro.
El Sindicato Único Portuario y Ramas Afines (Supra) aseguró que el software aumentaría la productividad entre un 20% y 30%. Esto lo dedujeron luego de una pregunta realizada a la Inteligencia Artificial ChatGPT, según denunció el gerente de Relaciones Institucionales de Katoen, Fernando Correa, y confirmado por el secretario general del gremio, Álvaro Reinaldo. Además de los cuestionamientos al nuevo software, los trabajadores reclamaban la reducción de la jornada laboral de 8 a 6 horas manteniendo el mismo salario.
Pérdidas millonarias
Las medidas gremiales —que incluyeron paros, trabajo a reglamento y afectación de turnos nocturnos— tuvieron un impacto directo en la operativa del puerto. Empresas dedicadas al comercio internacional reportaron pérdidas millonarias en la paralización de contenedores, al producirse costos adicionales en almacenamiento, fletes y penalizaciones por incumplimiento de contratos.
Desde la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) contabilizaron, hace ya una semana, pérdidas por más de 60 millones de dólares. Los frigoríficos denunciaron contenedores bloqueados por 150 millones de dólares, mientras sectores agroexportadores también aseguraron verse seriamente afectados por el conflicto al igual que los transportistas de carga que plantearon cargas extras por la paralización de la terminal.
El rol del gobierno
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) actuó como mediador principal en la negociación, con la participación directa del ministro y del equipo de Relaciones Laborales. Desde el Poder Ejecutivo se insistió en la importancia de preservar el diálogo tripartito y evitar que el conflicto escale, dado el peso estratégico del puerto para la economía nacional.
Por su parte, el sindicato cuestionó en varias oportunidades que al gobierno le faltaba "firmeza” en el diálogo con la empresa Katoen Natie, concesionaria de Terminal Cuenca del Plata (TCP). También sectores de la oposición fueron críticos con la dilación de la resolución del conflicto y responsabilizaban al gobierno por el fracaso de las negociaciones.
Imagen internacional
El conflicto fue seguido con atención por los operadores logísticos internacionales y las navieras que trabajan en Montevideo. La presidenta de la UEU, Carmen Porteiro, alertó que la situación afectó al "clima de negocios" debido a que hubo reclamos por la "inestabilidad e inseguridad" por parte de clientes que presionaban cada vez más para que la mercadería llegue.
Las demoras en la descarga de buques también afectaron la imagen de eficiencia del puerto frente a competidores regionales, en un momento clave para el comercio exterior uruguayo. Los empresarios advirtieron que la estabilidad laboral y la eficiencia operativa son factores determinantes para retener inversiones y mantener la reputación internacional del sistema portuario.
Resolución del conflicto
El acuerdo alcanzado este lunes, y aceptado por los trabajadores en una asamblea del sindicato este martes, permitió levantar las medidas y normalizar la actividad. El documento final incluyó mejoras salariales, estabilidad laboral y mecanismos de seguimiento permanente, consolidando un marco de diálogo entre las partes.
Algunos de los puntos acordados fueron partidas extraordinarias de incentivo económico, ajustadas recientemente a 50.000 pesos cada una, respeto a los convenios firmados, posibilidad de cambios de categoría dentro de la empresa, e incremento de remuneraciones para apuntadores de a bordo y M&R, igualando el salario con los apuntadores de tierra. El sindicato también aceptó la creación de una mesa técnica tripartita con reuniones mensuales.
Aunque este reclamo se dio por cerrado, las partes seguirán en conversaciones para la gestión y el futuro del trabajo en la terminal. Para el gobierno, el objetivo inmediato es recuperar la normalidad operativa y enviar una señal de estabilidad al sector logístico y a los mercados externos.


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