31 de mayo 2025 - 12:29

Palermo suma un espacio donde el fuego y la panadería artesanal celebran lo mejor de la gastronomía judía

Obrador Mishiguene, el último proyecto de Tomás Kalika, es una propuesta que conjuga parrilla al carbón, panadería artesanal y cocina judía en un entorno moderno y relajado.

Obrador Mishiguene - Entrada con Tomás y Andres 2.jpg

En pleno Palermo, Obrador Mishiguene invita a redescubrir la cocina de inmigrantes judíos, a través del fuego y los panificados artesanales. Se trata del nuevo proyecto de Tomás Kalika, chef reconocido por su labor al frente de Mishiguene, que en esta oportunidad despliega una experiencia más informal, sin perder precisión ni carácter. Kalika presenta su faceta más descontracturada en un ámbito donde el fuego, el pan y las recetas con historia invitan a compartir sabores auténticos, elaborados con técnica y dedicación.

El diseño del local acompaña el espíritu del proyecto: cálido, moderno y funcional. Bajo la dirección de Vanesa Protti y Luciana Saccomanno, el espacio se viste con una paleta vibrante de celeste y naranja, materiales nobles como madera y acero inoxidable, y una cocina a la vista que permite seguir cada paso del proceso de elaboración. Una gran mesa central, mesas comunitarias en la vereda y barras con vista a la calle terminan de dar forma a un ambiente distendido. Entre los detalles más llamativos del salón, destaca una escultura suspendida que mezcla la figura de Poseidón con la de un rabino —menorá en mano y cola de pez— como guiño simbólico a la diáspora y a los rituales que atraviesan esta gastronomía.

En la cocina, la parrilla al carbón es la protagonista, con platos para todos los gustos: desde carnes de pastura como ojo de bife o entraña, hasta pesca entera del día, langostinos, merguez de cordero, kebab de pollo y una hamburguesa Mishiguene, que se sirve en pan brioche con pepinos encurtidos, lechuga, tomate, queso gruyère y mayonesa casera. Cada una de estas alternativas se sirve con salsas caseras como tahina, zhoug o tomatillo, que aportan notas intensas y frescas, realzando los sabores sin opacarlos.

Obrador Mishiguene - Panificados 2.JPG

La panadería artesanal, eje central del proyecto y comandada por Andrés Hernández, ofrece productos elaborados con harina orgánica y fermentación natural, horneados a diario y también disponibles en otras sedes del grupo Mishiguene. Hay jalá clásico o con ajo y romero, pan de campo (con o sin semillas), focaccia de verduras, bagels en diferentes versiones, laffa, croissants tradicionales y rellenos, y rolls. Cada pieza refleja el oficio y la precisión que caracterizan el trabajo de Kalika, incluso en su formato más cotidiano.

Obrador Mishiguene - Croissants 2.JPG

La propuesta gastronómica de Obrador se completa con una selección de platos chicos para compartir, bajo el nombre “Schmear, Nosh, Mezze”. Todos los días se pueden probar clásicos como latkes, falafel, tabule, guefilte fish, shakshuka o varenikes. Tampoco faltan los bagels con lox de trucha ahumada, el pastrón en pan de campo o pan pletzalej y ensaladas frescas. Combinaciones generosas y sabrosas que rinden homenaje a la tradición culinaria judía, eje distintivo del proyecto.

Obrador Mishiguene - Pastron.JPG

Para acompañar, la oferta de bebidas incluye cafés, jugos naturales, batidos, mocktails y una oferta de vinos por copa o botella, incluyendo una etiqueta propia desarrollada junto a Bodega Catena Zapata. Por su parte, en la sección de postres sobresalen dulces tradicionales como baklava, babka y strudel, junto a opciones como mousse de chocolate, tarta de queso y frangipane del día.

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