30 de octubre 2025 - 13:00

Uruguay tiene una de las tasas de fecundidad más bajas de la región y suma otro desafío demográfico

Un informe de la Cepal advierte una baja en la natalidad que en el país se ubica en 1,3 hijos por mujer, por debajo del nivel de reemplazo poblacional.

La fecundidad en América Latina se encuentra en niveles históricamente bajos

La fecundidad en América Latina se encuentra en niveles históricamente bajos

Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte que la fecundidad en la región se encuentra en niveles históricamente bajos y pone de relieve que Uruguay integra el grupo de países con las tasas más reducidas de hijos por mujeres junto con Chile, Costa Rica y Argentina.

El estudio, titulado "América Latina: fecundidad, 1950-2025", advierte que el centro y sur del continente atraviesa un proceso de descenso sostenido en el número promedio de hijos por mujer, que ya se ubica por debajo del nivel de reemplazo poblacional. De acuerdo con el informe, la tasa global de fecundidad en América Latina y el Caribe cayó a 1,8 hijos por mujer en 2024, cuando el nivel de reemplazo necesario para mantener estable la población se estima en 2,1. Esto significa que más de tres cuartas partes de los países de la región ya se encuentran por debajo de ese umbral, una tendencia que marca un punto de inflexión demográfica.

En los últimos años, la tasa de fecundidad en el país descendió de cerca de dos hijos por mujer en 2015 a 1,37 en 2021, y se estima que ronda 1,28 en la actualidad. Estos valores colocan al país dentro de lo que los demógrafos denominan “fertilidad muy baja”, una situación que hasta hace poco era característica de países europeos o del este asiático. Uruguay se posiciona así solo debajo de Chile (1,14), Costa Rica (1,32) y seguido por Argentina (1,5), mientras que, en los países y territorios del Caribe, las menores tasas se observan en Puerto Rico (0,94), Islas Vírgenes Británicas (1,05) y Curaçao (1,07).

La Cepal atribuye esta tendencia a transformaciones como el aumento de la escolarización femenina, la creciente participación de las mujeres en el mercado laboral, el mayor acceso a métodos anticonceptivos y el aplazamiento de la maternidad. A ello se suman factores económicos y sociales que influyen en las decisiones reproductivas, como las condiciones de vivienda, la estabilidad laboral y las dificultades para conciliar el trabajo con la crianza.

Las causas y los retos para el país

En el caso uruguayo, los expertos señalan que la edad promedio al primer hijo se ha elevado de forma sostenida y que las parejas tienden a tener menos hijos y a una edad más tardía. Este cambio coincide con el envejecimiento progresivo de la población, que ya muestra una de las estructuras etarias más avanzadas del continente.

La combinación de baja fecundidad y aumento de la esperanza de vida plantea desafíos significativos para la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, salud y cuidados. Con una menor proporción de jóvenes en el futuro, el mercado laboral podría enfrentar presiones por escasez de mano de obra y un aumento en la dependencia económica de los adultos mayores.

Para la Cepal, los gobiernos deben abordar este fenómeno con políticas públicas que garanticen la libertad reproductiva pero que, al mismo tiempo, reduzcan las barreras que enfrentan quienes desean tener hijos. En ese sentido, el organismo propone fortalecer las políticas de conciliación entre vida laboral y familiar, mejorar la oferta de servicios de cuidado infantil y promover condiciones económicas que hagan viable la formación de familias.

Aunque la caída de la fecundidad refleja avances en autonomía y derechos reproductivos, el informe advierte que el descenso por debajo del nivel de reemplazo abre una nueva etapa demográfica para países como Uruguay. El desafío, concluye la Cepal, es anticiparse a los efectos de esta transición y adaptar las políticas sociales, laborales y migratorias a una población que envejece más rápido y crece más lentamente.

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