Tigre le quitó el invicto a Estudiantes en La Plata
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Tigre terminó mejor el año que Estudiantes.
Los locales, después del gol visitante, bajaron sensiblemente su producción y se dejaron absorber por un Tigre sólido en la marca y comprometido en su despliegue, con lo cual anuló todos los caminos al local, que no tuvo chances claras de llegar al empate.
Promediando la media hora de juego, el árbitro Luis Álvarez paró para que los jugadores tomaran agua y se refrescaran. En ese momento se pudo ver a Verón aislado del grupo, con la mirada perdida y casi resignado.
Cuando poco pasaba en el juego, los de Victoria se perdieron el segundo, cuando Pérez García, tras un remate de Ramiro Leone, no conectó la pelota debajo del arco con Rulli ya vencido.
La chance más clara de los locales estuvo en los pies de Joaquín Correa, quien con un remate esquinado exigió al arquero Javier García.
Al regreso tras el descanso, Mauricio Pellegrino, el técnico local, mandó a la cancha a Gastón Fernandez, que venía de un parate de cuatro meses sin jugar, en lugar del joven Correa, para darle más peso en ataque a su equipo.
Sin embargo, en la primera aproximación, Tigre consiguió ampliar la ventaja, cuando Rusculleda remató fuerte desde afuera del área, el arquero Rulli dio rebote y Pérez García rompió el arco de derecha.
Con el segundo gol, Tigre se cerró en dos líneas de cuatro y apostó a la contra, frente a un Estudiantes, que tenía la posesión del balón pero, pese a poner mucha gente en ataque, lo hacía mal y sin generar peligro.
A los 25, Verón, visiblemente extenuado, tras un pase fallido a Álvaro Klussener, miró al banco de suplentes, agitó la mano derecha y pidió el cambio. Dos minutos después el capitán fue reemplazado por Mariano González.
Una vez realizada la variante, cuando se retiraba de la cancha envuelto en una ovación, el capitán y símbolo del equipo platense increpó a la distancia al árbitro Álvarez, quien le mostró la tarjeta roja, por lo cual tuvo que irse al vestuario.
En el final, el partido se volvió trabado y con mucha gente poblando el mediocampo, con lo cual se vio poco fútbol y todo se desarrolló lejos de los dos arcos.
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