21 de marzo 2016 - 00:00

Emerson y Alberto Ginastera

La revista de rock “under” Estornudo, que salía en el país a mediados de los años 70, grafica en esta tapa la relación entre el mentor de Emerson, Lake & Palmer y el  autor de “Bomarzo”.
La revista de rock “under” Estornudo, que salía en el país a mediados de los años 70, grafica en esta tapa la relación entre el mentor de Emerson, Lake & Palmer y el autor de “Bomarzo”.
Es curioso: el último lanzamiento de Keith Emerson es un box set de 4 CDs, "Live in South America", que incluye su concierto de 1993 en el estadio Obras, donde emula a todo Moog el famoso cantito del publico rockero argentino para pedir bises. Los detalles del estas grabaciones de shows porteños, chilenos y cariocas estan en la reseña en la sección "grabaciones". de esta sección. Por otro lado, su última grabación en estudio, el disco "The Three Fates Project", es nada menos que una impresionante versión con orquesta sinfónica de "Malambo" de la Suite Estancia de Alberto Ginastera, composior al que ayudó a difundir masivamente en 1972 cuando incluyó otra pieza suya como segundo track de uno de los discos más vendidos de su era, "Brain Salad Surgery" superó el disco de platino, y además se convirtió en un ícono del arte rockero por su siniestra portada diseñada por H. R. Giger, antes de que fuera conocido como el creador de "Alien". El tema en cuestión, "Tocatta", es algo único en la historia de la música popular, no sólo por extraño y demoledor, sino por incluir la primera batería sintetizada, un aparato experimental que supera cualquier percusión electrónica del siglo XXI.

El instrumental de 7 minutos es una adaptación del cuarto movimiento del "Concierto para piano y orquesta 1, Op 28". Para conseguir la autorización de Ginastera, Emerson se reunió con el músico argentino, que vivía en Suiza. Emerson iba atemorizado, dado que desde 1967 su versión de "America" de Leonard Bernstein estaba prohibida en los Estados Unidos por una demanda del autor de "West Side Story", que rechazó que mezclaran bombas y llantos de niños con una bandera norteamericana incendiada junto al órgano Hammond de Emerson ("una protesta musical antibélica").

Emerson le contó a Ginastera que conoció su música escuchando a un pésimo estudiante de conservatorio, que volvía aun más vanguardista y desafinada una música que no se parecía en nada a lo que él había estudiado como niño prodigio, y que desde entonces quería encontrar el modo de electrificarla. Ginastera lo miró con frialdad, y entonces, a los minutos de escuchar el demo, el líder de ELP pensó lo peor: ese señor serio se puso de pie, exclamando "¡Diabólico!". Pero, para el autor de "Bomarzo", eso era algo bueno, y la relación con ELP siguió con arreglos para piano solista de "Danzas criollas".

En la música argentina de los 70 este acercamiento de la banda más importante de aquella era solo los Stones y Led Zeppelin llenaban mas estadios que ELP- provocó que, por ejemplo, Luis Alberto Spinetta, luego de un concierto de la gira de "Tarkus" de ELP, volviera a las pampas para separar un grupo y armar otro totalmente distinto, más sutil en lo sonoro y elaborado en lo escénico, Invisible. Sin mencionar a Astor Piazzolla, quien luego de escuchar a ELP incorporó un mini Moog Queen en su "Quinteto Electrónico", operado por su hijo Daniel.

Pasaron unas décadas, y luego del punk, la disco music y la new wave, el rock sinfónico era considerado directamente "mersa". Corría 1993 y Marcelo Tinelli lo dijo a cámara: "¡No puede ser! ¡Tenemos a Emerson, Lake & Palmer cerrando en vivo este programa!". El trio tocó su hit "Lucky Man", Lástima que cuando venia el solo de Moog, la cámara enfocó a Tinelli y se acabó el programa.. Todo no se puede., Peor estuvo Roberto Pettinato, quien en un olvidado programa de cable los invitó para decirles que eran unos dinosaurios, que mezclar música clásica con rock era un "quemo", y encima no los hizo tocar. Palmer se enojó en serio, pero Emerson sobrellevaba las ironías sin dejar de sonreir. En fin, Emerson conocía perfectamente la fama del Teatro Colón, pero sólo dio un par de vueltas alrededor del edificio, ya que a nadie se le ocurrió entonces invitarlo. Meses más tarde, entrevistado sobre su primera gira latinoamericana, dijo que lo que más le gustó fue comprarse varias camperas de cuero.

D.C.

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