13 de junio 2019 - 00:00

La pelea familiar en San Luis anima la elección a gobernador

La clave de la jornada estará en el duelo entre el actual gobernador, Alberto Rodríguez Saá, y su hermano, el senador Adolfo, que pugna por volver.

Allá lejos y hace tiempo. Otras épocas, cuando los ahora rivales compartían la gestión y la política puntana dentro de un mismo espacio. Rarezas del folclore político.
Allá lejos y hace tiempo. Otras épocas, cuando los ahora rivales compartían la gestión y la política puntana dentro de un mismo espacio. Rarezas del folclore político.

“Si es un teatro, lo están haciendo demasiado bien, porque se están matando”. La frase de un funcionario puntano que atravesó las dos gestiones, la del actual gobernador Alberto Rodríguez Saá y la de su hermano, el senador Adolfo, tiene varias semanas, y es una muestra del clima que se vive en San Luis. La desunión de los dos actores fundamentales de la política provincial desde el retorno de la democracia era un escenario impensado tiempo atrás. El polémico Congreso del PJ donde Alberto terminó por copar el partido y la inscripción de dos frentes para enfrentarse directamente en generales, hicieron trizas aquella imagen de 2017, cuando Adolfo ganó las elecciones a senador con un armado de unidad del peronismo, tras dar vuelta el resultado adverso de las PASO. El tercero en discordia será el derrotado de aquella contienda, Claudio Poggi, exgobernador como socio de los hermanos entre 2011 y 2015. Luego se distanció y se convirtió en el principal opositor. Poggi, también senador nacional, creó su sello Avanzar y se alió a Cambiemos, aunque en la provincia (como en tantas otras) se inscribió con otro nombre. En este caso, San Luis Unido. Lejos quedaron los tiempos en que los Rodríguez Saá y Poggi caminaban de la mano. En sintonía con el calendario de elecciones las provincias que se realizaron hasta aquí, el favorito es el oficialismo, en este caso encarnado en el Frente Unidad Justicialista de Alberto, quien lleva como vice al ministro de Gobierno, Justicia y Culto, Eduardo Mones Ruiz.

Tensión

Desde 1983, Adolfo acumuló cinco gestiones y Alberto, tres. El único gobernador que ganó una elección provincial fuera de ellos fue Poggi. Todos serán rivales el domingo.

El pacto de alternancia entre los hermanos se rompió. La principal razón, la sucesión en 2019. Mientras Adolfo quería despedirse de la política con un mandato en la gobernación, Alberto pretendía su propia reelección. La disputa se trasladó al control del peronismo. Otros argumentos de la ruptura: para el albertismo, la relación con la Casa Rosada. Mientras el actual mandatario batallaba juicios para cobrar la deuda histórica por retención indebida de fondos coparticipables (en marzo, la Corte Suprema obligó Nación a un pago de $15.000 millones) y se bajaba de la foto del Pacto Fiscal, el senador garantizaba a Cambiemos apoyo a leyes clave en el Congreso. Del lado del senador, ven una puja en torno de “la forma de hacer política”. “Adolfo tiene una mirada más productivista industrial y Alberto de planes sociales”, dijeron desde su entorno.

Otro punto a tener en cuenta es que no hubo referencias nacionales en toda la campaña. Sin expresiones sobre la fórmula Fernández-Fernández, ni sobre la mudanza a Cambiemos de Pichetto, ni sobre los designios de la astillada Alternativa Federal. Los hermanos se refugiaron en la puntanidad y Poggi prefirió evitar la asociación con Mauricio Macri.

San Luis

Intendencias

Los dirigentes albertistas que tomaron las riendas del partido tras el polémico congreso del 8 de febrero expulsaron del PJ a todos los integrantes del frente Juntos por la Gente que postula la fórmula Adolfo Rodríguez Saá-Marcelo Sosa. Un trazado que recuerda a lo que ocurrió el pasado domingo en Tucumán, aunque sin lazos de sangre en el NOA. Una de las claves que redondeó la victoria de Juan Manzur sobre su antecesor José Alperovich fue que el aparato partidario y la territorialidad jugaron a su favor. En este caso, la estructura del PJ puntano está con Alberto.

Pero, a diferencia del caso tucumano, Adolfo Rodríguez Saá tiene un vínculo más profundo, de décadas, con sus votantes, con varias gestiones en el lomo. Por ende, en su entorno confían en el éxito de una “campaña sin aparato”, en la decisión final del votante en el cuarto oscuro. De todos modos, los tres intendentes de mayor peso en la provincia están repartidos. El de Villa Mercedes, Mario Merlo, cerró filas con Adolfo. Por eso, el cierre de campaña del senador fue en ese municipio, al cual piensa volver pronto si da el batacazo. “Acá vine en 1983 después de ganar”, recordó nostálgico el también expresidente tras presentar ayer su libro “El Adolfo Sí Cumple” en una radio local.

Por su parte, en Merlo, el intendente Miguel Ángel “Rody” Flores, selló alianza con Alberto. En la capital, Enrique Ponce será candidato a vice de Poggi. En Merlo y Mercedes el domingo se renovarán las intendencias (entre otras tantas). La capital provincial tendrá municipales en noviembre.

“Poggi recorrió la provincia dos veces. Hizo un cara a cara, pero enfrente el enemigo es poderoso en estructura y en recursos. Será duro”, manifestaron en los cuarteles de Poggi, donde creen que el impacto negativo “de Macri influirá pero no es tan determinante”. En el espacio del exgobernador no ven con malos ojos un segundo puesto, a sabiendas de que el actual gobernador corre con ventaja. “Estamos ante un final de ciclo de los hermanos. El que pierda se va y si gana ‘el Alberto’ no tiene reelección”, sostuvieron. Un tercer puesto lo dejaría golpeado para el futuro. Pero con el segundo lugar quedará bien posicionado hacia 2023.

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