«Fue un año más pobre que otros en TV. Me queda la sensación de que en 2008 no se arriesgó tanto, no hubieron muchas ficciones, no surgieron programas nuevos, no hubo mucha producción, hubo más de lo mismo y yo también hice más de lo mismo», dice Mario Schajris, autor de «Patito Feo», que a fines de diciembre fue designado coordinador general de ficción en «Ideas del Sur», de Marcelo Tinelli. «Otros años aparecieron entretenimientos nuevos como 'Bailando', que en 2008 se reiteró, o en ficción 'Los Roldán' ' Montecristo' o 'Los Simuladores'. Nada fue increíble, pero ocurre como en la vida o en la pareja, no todo el tiempo a uno le pasan cosas maravillosas. Hay mesetas y hay picos», dijo Schajris en diálogo con este diario. Periodista: ¿Por qué se crea un departamento exclusivo de ficción en «Ideas del Sur» cuando se habla de crisis y recorte presupuestario?
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Mario Schajris: En todas las crisis hubo ficción porque es lo que el público siempre quiere ver, además de entretenimientos, porque son los géneros que distraen y sobre todo las novelas permiten ingresar en otros mundos, alejarse un poco de la realidad, que a veces es un poco frustrante. Siempre hay ficción, a veces menos, a veces más, este año muchos proyectos no se van a hacer, pero tantos otros seguirán adelante porque, en definitiva, es el género sostén que permite la marca distintiva. Funciona como una suerte de identificación con el canal.
P.: ¿Por qué cree usted que «Atracción x 4» [de «Ideas del Sur»] no está teniendo tanto éxito como «Patito feo» en el mismo horario y por «Canal 13»?
M.S.: «Atracción X 4» no tenía dirección definida ni target, quería ser enmarcado en uno más de los proyectos infantojuveniles a los que apunta «Ideas del Sur» pero, si bien el elenco es el correcto, la historia no estaba tan dirigida a ese público. En cambio, « Patito» era un proyecto muy claro, con conflictos y situaciones muy atractivas para ese público mientras, hasta ahora, «Atracción» no lo tuvo, transcurría en la comedia, mezclada con cuestiones de adultos. Estamos tratando de darle una vuelta de rosca para que sea verdaderamente lo que la productora quiere.
P.: Si bien «Patito» tuvo éxito cayó al final. Algunos lo atribuyen a las acusaciones de discriminación.
M.S.: Esas acusaciones fueron malintencionadas. « Patito» no era discriminatorio; fue más una cosa de la crítica que de la realidad, porque lo veían muchos chicos. Me parece que la discriminación es previa a «Patito» y la novela sólo mostraba lo que pasa en la vida y en los colegios. Los chicos siempre buscan resaltar a los que no quieren y sobre todo sus defectos.
P.: ¿Qué diferencia encuentra entre las tiras juveniles actuales y las de antaño?
M.S.: Son diferentes pues cambió el mundo. Cuando era chico, jugábamos en la calle y nuestros juegos eran infantiles, pero ahora pasan otras cosas. Mis hijas no tienen la misma infancia que tuve yo. Se ha perdido la ingenuidad, hoy una nena de 12 años dice cosas que cuando yo era chico no se escuchaban. Ha cambiado también la familia, hay una modificación absoluta de la conformación de los vínculos. Ahora no se ve la homosexualidad como 40 años atrás, esto me parece positivo e integrador. Mis hijas pueden convivir con la homosexualidad de un modo en que era imposible cuando yo era chico. Ahora los hijos conviven con tres y hasta cuatro matrimonios en sus vidas, con el medio hermano y el cuarto de hermano. No es ni mejor ni peor, pero todos esos elementos aparecen en las ficciones y eso me parece coherente.
P.: ¿Cómo evalúa el momento actual de la ficción? Antes abundaba el constumbrismo ¿Hoy es la comedia freak? ¿La novela social?
M.S.: Me parece bien que haya de todo, las novelas testimoniales son buenas y hay público para eso, también lo hay para «Todos contra Juan» o «Los Pells». Lo que me da lástima es que se desaprovechen oportunidades, con programas que tienen su espacio, comienzan con mucho interés del público, y al tercer capítulo ya los ve la mitad de la gente. Lo mismo me pasa con el cine argentino, hay un espacio para ciertas películas a las que también se subsidia, involucran gran esfuerzo, pero las veo y están mal contadas. Es una oportunidad desperdiciada o quizá sirva sólo como una experiencia para aprender. La base siempre es un buen cuento.
P.: ¿Qué opina del reclamo de los actores en relación a cobrar porcentajes por los PNT [publicidad no tradicional]?
M.S.: Si hay leyes claras y acuerdo, previo no debería haber ningún problema, pero tiene que estar acordado de antemano. Después se puede discutir si es justo o no, porque el productor arriesga un dinero para producir su programa y tiene una remuneración que se corresponde, en teoría, con el riesgo que corre. Si los actores merecen formar parte del negocio, se deberá discutir. Como cuando el autor quiere cobrar un porcentajepor la venta del formato,hay que estipularlo de antemano. Pero que eso queda casi siempre como tierra de nadie.
P.: ¿Como sigue el reclamo de los guionistas sobre los derechos de autor, que según dicen ellos fueron en gran parte avasallados por el productor?
M.S.: Los autores a lo largo de estos años hemos perdido protagonismo en cuanto al desarrollo de la ficción, que avanza en función de factores que no tienen que ver con la historia sino con el rating, los cambios de horarios, etcétera. De hecho soy autor y estoy ocupando un lugar ejecutivo. Lo ideal siempre es trabajar en grupo, no debe ser ni el reino del autor ni el del productor, habría que lograr que los proyectos fueran de un equipo. Para que un buen libro se luzca tiene que estar muy bien amalgamado por el trabajo interdisciplinario. No soy responsable de un éxito ni de un fracaso. alguien puede aportar una semilla pero el programa es de todos. Muchas cosas que el público compra fueron inventadas por un colaborador autoral. De eso nadie se entera.
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