"Ojos de arena": thriller algo desperdiciado por su forma

ojos de arena. El cuarteto protagónico de la película policial.

Una psicóloga, que trabaja en una fiscalía que se ocupa de trata de personas, sufre el secuestro de su hijo, probablemente como venganza de los delincuentes de algún caso. Junto con su marido, del que se ha separado después del hecho, siguen buscando al chico, y la búsqueda los lleva a conectarse con otra pareja que ha sufrido el secuestro o desaparición de su hija, quizá por la misma organización delictiva. Luego, todos acuden a que los ayude una vidente de cuya nieta tampoco se conoce el paradero.

“Ojos de arena” tiene todo para ser un thriller interesante, pero la directora eligió contar la historia mediante una interminable serie de flashbacks que no ayudan al ritmo narrativo, sobre todo en una primera parte que, en vez de enganchar al espectador, lo distancia de la acción. Poco a poco, la película va cobrando interés cuando los protagonistas llegan a la casona de la otra pareja, y la trama no deja de tener lo suyo, sobre todo cuando aparece la vidente y todo se vuelve un poco más misterioso. Lamentablemente algunas actuaciones muy afectadas, buenos actores desaprovechados y una resolución poco verosímil restan puntos. Hay una buena música con bandoneón y algunos atractivos estéticos, como un par de virados cromáticos.

“Ojos de arena” (Argentina, 2020). Dir.: A. Marino. Int.: P. Carruega, J. Ferrucci, A. Celentano.