Red Hot Chili Peppers en River Plate: contundencia y virtuosismo en estado puro

La banda integrada por Anthony Kiedis, Flea, John Frusciante y Chad Smith tuvo su primera gran noche en suelo argentino.

La banda californiana tendrá su segunda noche el domingo en River Plate.

La banda californiana tendrá su segunda noche el domingo en River Plate.

@irishsuarez

Anoche tuvo lugar uno de los recitales más esperados del año: fue el primero de los dos shows de Red Hot Chili Peppers en el estadio de River Plate, en el marco de su gira “Global Stadium Tour”. Fue una noche de celebración y reencuentro para la banda y el público local desde su visita en 2017. Además, marcó el regreso de la formación con el icónico guitarrista John Frusciante tras 10 años de ausencia de la banda.

Poco después de las 9.00 pm, se presentaron sobre el escenario los míticos Anthony Kiedis, Flea, Chad Smith y Frusciante, para empezar con una clásica jam de improvisación groovera que demostró que la química y la frescura de los Peppers sigue intacta. Ovacionados, engancharon enseguida con un clásico que ni bien empezó a sonar desató el fervor de todo el estadio: “Can’t Stop”, del disco By the Way (2002). Recién habían arrancado y la energía ya era épica: la fuerza de los Red Hot en vivo es innegable. Le siguieron dos canciones emblemáticas, la mágica “The Zephyr Song”, y el hitero “Dani California”, de Stadium Arcadium (2006) coreada por los miles de fans a todo pulmón. Fue un comienzo arrollador que sentó las bases para la fiesta que se viviría a lo largo del show.

Una fuerza musical llamada Red Hot Chili Peppers

Hubo momentos para improvisaciones que nacían del bajo de Flea y eran seguidas de cerca por la guitarra incendiaria de Frusciante, Chad desde su batería aportaba su fuerza. Por momentos parecía que el estadio se convertía en una gran sala de ensayo el público en invitados privilegiados.

“Aquatic Mouth", de Unlimited Love, uno de sus dos discos de 2022 fue la primera canción del materia nuevo que sonó. El setlist ya empezaba a dar muestras de lo clásico y lo nuevo, para el deleite de sus fans de primera hora y de las nuevas generaciones que se van sumando a través de sus últimos lanzamientos. Le seguiría un momento dedicado a: “Throw away your TV". Luego llegó otro de los nuevos con “Eddie”, canción del otro de sus discos nuevos del año pasado, Return of the Dream Canteen.

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Le siguió un segmento que incluyó la sentida “Soul to Squeeze”, canción que hicieron en 1993 para la película Coneheads, “Parallel Universe”, “Strip my mind” y “Right on time” (con el arranque de "London Calling" incluido). En medio de este set Frusciante protagonizó un momento del show cuando en plan solista interpretó "Terrapin", un cover del malogrado miembro fundador de Pink Floyd Syd Barrett. Luego llegaron "The Heavy Wing" y la frenética "Suck My Kiss".

Sobre el final del setlist, los Red Hot no estaban ni cerca de aflojar. Se vivió uno de los momentos más intensos de la noche con “Californication” y “Black Summer”, dando paso a una bajada nostálgica con la impresionante “By the Way”, que se cantó desde principio a fin.

Para la llegada de los bises la banda californiana optó por "I Could Have Lied" y por último, el estallido final con “Give It Away” de Blood Sugar Sex Magik (1991), casi un manifiesto de la banda, una firma final para una noche que atestigua la magnitud de su legado musical. Quizás algún desprevenido pueda hablar sobre la duración del show o de las jams de la banda, pero eso son los peppers en vivo: una cuota de improvisación, contundencia y virtuosismo musical.

Red Hot Chili Peppers cerrará su saga de conciertos en nuestro país el próximo domingo 26 en el mismo estadio.

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