Los últimos informes en base a datos oficiales de las Pruebas Aprender muestran un escenario preocupante para la educación, donde se observan bajos niveles en los aprendizajes satisfactorios y necesarios en materias fundamentales como Lengua y Matemática. Ambas tienen en común la necesidad de adquirir la capacidad de lectura, como hecho concreto esencial tanto para vida académica como la vida en sociedad y la participación. Las cifras encienden las alarmas: 1 de cada 5 estudiantes de nivel socioeconómico bajo no sabe leer, mientras 1 de cada 2 alumnos de 3° de primaria no comprenden lo que leen.
Crisis silenciosa en educación: el desafío urgente de la alfabetización en Lengua y Matemática
Las cifras más recientes en base a las Pruebas Aprender muestran que la mitad de los alumnos no comprende lo que lee, sumado a los bajos resultados en Matemática. Un diagnóstico urgente para repensar la educación.
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Pruebas Aprender: solo el 14% de los alumnos de secundaria alcanzaron el nivel satisfactorio en Matemática

Alfabetización: la importancia de la comprensión de lo que se lee.
De este modo, la alfabetización en los niveles de educación inicial es clave para el desarrollo de una persona, lo que comprende tanto su dimensión académica (en tanto avance con estudios secundarios, universitarios y superiores) como así también en la salida al mundo del trabajo y la formación ciudadana. A partir de este concepto, es necesario reiterar la importancia de la educación para un país y sus habitantes, dado que una mejor calidad escolar, ofrece más oportunidades y más herramientas para los integrantes de una sociedad.
Educación en problemas: números negativos en el aprendizaje de alumnos
De acuerdo a datos relevados por el Observatorio Argentinos por la Educación, en base a datos oficiales de Pruebas Aprender de 2024 y ERCE (UNESCO), los resultados de la deficiencia en la alfabetización son preocupantes. Sólo 13 de cada 100 alumnos terminan en tiempo y forma la escuela secundaria con los niveles satisfactorios de Lengua y Matemática.
Por otra parte, en la Argentina 1 de cada 2 estudiantes no comprende lo que lee, cifra que está por debajo del promedio regional. Allí se observó que el 46% de los alumnos de 3° grado de primaria se ubican en el nivel más bajo de lectura. Además, el 19,7% de los alumnos del mismo grado de nivel socioeconómico bajo no puede reconocer información literal de un texto simple.
Para entender por qué es importante que los estudiantes comprendan lo que leen y el carácter fundamental de los planes de alfabetización, Ámbito dialogó con especialistas y docentes que analizaron la cuestión de los aprendizajes, su impacto social, y el rol y la formación docente. La comprensión convierte a la lectura en una herramienta poderosa para pensar, comunicar y establecer metas concretas, vinculadas a la realización de una persona en su vida.
Por qué es importante comprender lo que se lee
Valeria Abusamra es Doctora en Lingüística por la UBA e investigadora del CONICET. Ante la consulta de Ámbito sobre por qué es importante para una persona saber leer y comprender lo que se lee, aseguró: “Son dos habilidades prioritarias porque nos permiten pensar con autonomía, tomar decisiones informadas, imaginar otros mundos posibles y participar activamente en la sociedad. Una lectura comprensiva no solo nos asegura un paso exitoso por la escolaridad sino que es una herramienta fundamental para la vida en comunidad, para la justicia social y para la libertad individual”.
En esa línea, la especialista en Lingüística dio un dato preocupante, que retrata la estrecha relación entre educación, aprendizajes y contexto socioeconómico. “En América Latina, uno de cada cuatro niños de contextos desfavorecidos enfrenta dificultades serias de comprensión lectora. Es una cifra alarmante, muy por encima del promedio global, y está directamente vinculada a la desigualdad”.
Por eso, Abusamra remarcó: “No comprender lo que se lee te instala por fuera del sistema, de la escuela, del trabajo, de la ciudadanía plena. Acortar esa brecha es dar acceso al pensamiento, a la palabra y a la posibilidad de intervenir en el mundo”.
Al mismo tiempo, la escritura es otro aprendizaje clave que permite no solamente obtener un conocimiento y perfeccionarlo, sino también profundizarlo, como parte del proceso educativo básico que el alumno desarrollará a lo largo de su vida. Abusamra retoma los conceptos del especialista estadounidense Charles Bazerman, quien afirma que “todo lo que hacemos está atravesado por la escritura. Esto no es menor ya que leer y escribir no solo nos permite estar en el mundo: nos permite modificarlo. Por eso, enseñar a leer —y a comprender lo que se lee— es una tarea urgente, ética y profundamente transformadora”, consideró.
La especialista explicó qué implica comprender lo que se lee y qué hay en juego en ese proceso en cada persona. "El lenguaje nos atraviesa, nos caracteriza como especie. Nos implica en un camino que se bifurca. Si el lenguaje oral se despliega sin necesidad de enseñanza y sin conciencia de la lógica que subyace, el lenguaje escrito muestra los rasgos de una habilidad que es cultural. Y esto tiene importantes implicancias. Las habilidades culturales deben ser enseñadas y ejercitadas; nadie nace sabiendo leer ni sabiendo comprender o producir un texto", argumentó.
Por eso, remarcó Abusamra, "comprender un texto implica construir activamente el significado de lo que se lee, entretejiendo lo que el texto dice explícitamente con el conocimiento que el lector ya tiene del mundo. Es un proceso dinámico y complejo, que pone en marcha múltiples habilidades al mismo tiempo: decodificación, vocabulario, razonamiento, atención, memoria de trabajo, elaboración de inferencias y también estrategias metacognitivas, es decir, la capacidad de reflexionar sobre cómo se está leyendo".
De allí la importancia de lograr la comprensión lectora. "Aprender a leer —y más aún, a comprender lo que se lee— es uno de los desafíos más exigentes del desarrollo cognitivo. Un lector competente no solo reconoce las palabras, sino que organiza la información, jerarquiza ideas, completa lo no dicho, y evalúa la coherencia del contenido", aseguró la especialista.
"Son muchas las investigaciones que muestran que las diferencias en la amplitud de vocabulario es uno de los predictores más claros del desempeño en comprensión lectora en todos los niveles de escolaridad", dijo Abusamra, lo cual contribuye a la "capacidad metacognitiva, que nos ayuda a planificar, monitorear y ajustar cómo leemos, según el tipo de texto y el objetivo de lectura", sintetizó. Por lo tanto, "comprender un texto es acceder a la posibilidad de aprender, pensar críticamente, comunicarse mejor y participar plenamente en la vida social", expresó.
Comprensión lectora en Matemática, pensamiento lógico y capacidad de abstracción
La situación de la alfabetización no solo pasa por la lectura y los conocimientos en Lengua. Ayer, la Secretaría de Educación de la Nación dio a conocer los resultados de las pruebas Aprender Secundaria 2024, las cuales mostraron un panorama crítico en Matemática: apenas el 14,2% de los estudiantes alcanzó un desempeño satisfactorio, mientras que el 54,6% no superó el nivel más elemental.
El dato más alarmante es que no se registraron estudiantes en el nivel avanzado, un fenómeno que ya se había evidenciado en las pruebas Aprender 2022. Al respecto, Ámbito dialogó con Gustavo Zorzoli, quien se desempeña como director del Observatorio de Educación Matemática de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires para entender qué pasa con el aprendizaje en Matemática.
La comprensión de lo que se lee también impacta con fuerza en la obtención de conocimientos matemáticos. Zorzoli, quien es profesor y exrector del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), lleva adelante una ardua campaña para de alfabetización en Matemática en el nivel inicial, para acompañar la de alfabetización en Lengua, lectura y escritura, con énfasis en lograr resultados satisfactorios en el razonamiento lógico-matemático.
“Esencialmente la falta de comprensión lectora es un obstáculo para la interpretación de los enunciados de los problemas que a menudo dan contexto a los conceptos matemáticos”, explicó Zorzoli. Aquí entra en juego un elemento fundamental tanto para la formación educativa como para la vida social: la capacidad de abstracción y, emparentada, la de imaginar escenarios, elementos y cosas.
“Como se sabe, la Matemática es una construcción piramidal que implica edificar ladrillo sobre ladrillo. Sobre una base pobre o deficiente es casi imposible adquirir un conocimiento acabado, sólido y sostenido”, destacó el profesor de Matemática.
En ese sentido, remarcó Zorzoli, la importancia de avanzar con campañas en alfabetización de Matemática es primordial, ya que “la Matemática tiene y promueve una forma única y singular de razonar”.
De este modo, añadió, “esa lógica en el pensar se derrama sobre otras disciplinas que usan la Matemática como modelo explicativo, pero también se aplica a la resolución de problemas cotidianos”. Allí radica la importancia de avanzar en programas de alfabetización de esta materia, para contribuir a mejorar la capacidad de abstracción de los alumnos. “En última instancia, alimenta la propia Matemática que se transforma así en un lenguaje propio y especializado con el cual se explican y transforman ideas abstractas que no tienen por qué tener un correlativo con la realidad”, concluyó Zorzoli.
La formación docente: ¿cómo se enseña a los que enseñan?
En diálogo con Ámbito, Viviana Postay, especialista en educación y docente de nivel secundario, profundizó en varias cuestiones de la formación docente actual. Para entender la situación de los problemas en el aprendizaje del alumno, conviene ir más allá y prestar especial atención a un punto clave: ¿cómo se enseña a los que enseñan?
El diagnóstico de Postay es claro: “La Argentina encabeza rankings en Latinoamérica en lo que refiere a tener los chicos adentro de la escuela, es decir, tenemos un nivel de matriculación muy alto, pero no hemos logrado acompañarlo de aprendizajes”. En ese marco, describe la especialista, “hay situaciones muy complicadas como aulas superpobladas, maestros sobrecargados de trabajo y mal pagos, estigmatizados desde los medios de comunicación, sumado a una situación de políticas de inclusión que no está acompañada con recursos”, lo cual desenfoca el objetivo primordial de lograr aprendizajes básicos efectivos.
Allí se abren varias ventanas para el debate sobre la formación docente: los métodos de aprendizaje, el avance tecnológico y los intereses de los alumnos, ejes fundamentales para lograr resultados satisfactorios. Para Postay, “hay que retirarse de la disputa de los métodos, sin enamorarse ni demonizar la educación tradicional”. Más bien lograr una conjunción en la que “el maestro debe saber combinar métodos y estrategias para enseñar", añadió.
“Es necesario que las escuelas tengan redes de Wifi óptimas y que los alumnos cuenten con computadoras para aprender, para que no usen su dispositivo personal, donde aparece la distracción. Ahora esto no quiere decir que lleguemos a un extremo de cuestionar la exposición dialogada entre el maestro y los alumnos, una lectura guiada, o la posibilidad de prácticas, las que históricamente muestran que fortalecen la comprensión lectora y que tienen un vínculo con la escritura. La práctica de la letra cursiva promueve la continuidad del pensamiento”, destacó la especialista.
En cuanto a los intereses de los alumnos, Postay aclaró que si bien marcan aquello por lo que los alumnos tienen preferencias de conocimiento, eso no debe correr del eje los objetivos primordiales de aprendizajes básicos en Lengua y Matemática que tiene que transmitir. “Yo tengo que enseñar, tengo que ampliar la comprensión lectora. Estar hablando de que los intereses de los chicos mandan, yo creo que ha sido un error, asumiendo la responsabilidad porque tengo muchos años de experiencia en las aulas. Siempre tenemos que estar cerca del universo cultural del estudiante, lo tengo que enriquecer, lo tengo que ampliar. La escuela abre oportunidades, abre escenarios, tenemos que ayudar a trascender en ese universo cultural y a partir de ahí todo el trabajo que se hace con las lecturas tiene que poder ir más allá”, concluyó.
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