Las mesas de dinero y los inversores se han zambullido en un marcado “trade electoral” a partir del resultado de las elecciones porteñas mientras el equipo económico procura acelerar el cierre de un REPO internacional y la emisión del nuevo BOPREAL, y en paralelo aspira a despabilar a los “acolchonados” ahorristas de dólares billetes para remonetizar la economía.
Dólar: se intensifica el "trading electoral" mientras los "acolchonados" miran
En las mesas ya se debate intensamente la proximidad de las elecciones. El mercado está inquieto y mira cuatro momentos clave. Lamento libertario en la UBA.
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La monetización de la economía se ancló en la nueva regla monetaria y solo le queda al Banco Central (BCRA) inyectar pesos en la economía vía la compra de divisas, lo que hoy luce lejano.
Se escuchan cada vez más problemas con los compromisos en el segmento de bonos corporativos e inconvenientes crecientes en la cadena de pagos. Lo cierto es que la monetización de la economía se ancló en la nueva regla monetaria y solo le queda al Banco Central (BCRA) inyectar pesos en la economía vía la compra de divisas, lo que hoy luce lejano. De ahí el ahínco oficial por que los dólares “acolchonados” vuelvan a ver la luz del sol. Pero en todo encuentro financiero y económico lo que se percibe es que los tenedores de esos billetes no tienen, por ahora, ningún apuro en incorporarlos a la economía formal. Además, el país y el mercado ya lanzado al año electoral irá operando en consecuencia.
En tal sentido, un prestigioso politólogo resumió las cuatro fechas claves que el mercado debería tener en cuenta, antes de la batalla bonaerense (de setiembre): 9 y 19 de julio, cierre de Alianzas y de Listas en Buenos Aires, respectivamente, y 7 y 17 de agosto, cierre de Alianzas y de Listas nacionales, respectivamente. Lo que aconsejó mirar es cómo termina la novela de LLA y el PRO, que pugnan por el sello y las bancas, y cómo va el PJ a las elecciones. Un legendario hombre del mercado deslizó un pensamiento en voz alta con relación al tema CFK: la historia, no siempre se repite, pero enseña que ganar elecciones teniendo proscripto al opositor puede ser al final de cuentas un tiro en el pie. Por eso destacó que hoy la proyección de ese tema judicial es bien política.
Reservas, bonos y la misión del FMI
Para aflojar el ambiente dos conocidos economistas-consultores, uno de ellos exfuncionario, coincidieron en que los bonistas podían dormir tranquilos porque el Gobierno ya tiene los dólares para afrontar el vencimiento de julio. Claro que, desde un bunker financiero de “private banking” hicieron hincapié en que los clientes del exterior celebran todo el sendero económico, pero quieren ver que el BCRA acumule más reservas, por lo menos, que vaya camino en eso. Hoy las reservas netas son 1% del PIB y habría que aspirar a por lo menos un 15% del PIB, eso sería algo más de u$s90.000 millones, algo que hoy suena imposible en el corto plazo, pero el Gobierno debería mostrar que es capaz de ir en ese recorrido. Pero como siempre hay un “Viejo Vizcacha” otro exfuncionario destacó que para eso el tipo de cambio debe ser el adecuado, dejando algunos interrogantes.
Mucho ruido en torno a los movimientos del BCRA y del Tesoro en pos de afinar los números de un REPO (luego que el Directorio del ente monetario aprobara el “Request for Proposal” y se enviara a los bancos participantes) y del stock de reservas antes de la llegada de la próxima misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) en poco más de una semana. Se estima que el REPO apenas sumaría unos u$s600 millones a las reservas según los criterios del FMI.
También expectativa para ver cómo serán las condiciones finalmente del nuevo BOPREAL que despiertan especulaciones y suspicacias, sobre todo entre deudores comerciales y acumuladores de dividendos, por la demora del BCRA. Al parecer la duda oficial es cuánto emitir de esta nueva serie de u$s3.000 millones.
Trading electoral
Con respecto al “trading electoral”, desde una emblemática ex extrabursátil de los ’80, aconsejaron a clientes, muchos de ellos institucionales y grandes fortunas, en el segmento de dólares, priorizar el tramo medio y largo de la curva de soberanos como los Globales 2035 y 2041, pero para aquellos menos amantes de la volatilidad y el riesgo político, en ese caso el BOPREAL 2027 (1-C) sería más interesante por ser menor a dos años por sobre los Bonos del Tesoro. Los operadores de renta fija destacan que el mayor protagonismo del “trading electoral” impacta ahora en la dinámica de la deuda soberana.
Mientras que, en el menú de pesos, las preferencias siguen concentrándose en el tramo corto de la curva a tasa fija, extendiendo la duración vía bonos CER de mediano plazo como el Bono del Tesoro cupón cero marzo 2026. En buen romance, afirmó uno de los principales “boneros” locales, “carry trade” a morir, redoblando la apuesta a la desinflación y la estabilidad cambiaria.
Un dato no menor, aportó otro colega, en este escenario la gradual baja de las tasas de interés nominales catapultan las tasas reales apuntalando la estabilidad del tipo de cambio. Para aquellos que se arriesgan un poco más y miran el largo plazo, el atractivo está en migrar del bono Dual 2026 a BONCAP 2026.
En un contrapunto entre consultores financieros, se ponderó la reapertura del mercado internacional tras siete años con el BONTE 2030 pero a sabiendas que todavía no está asegurada la sustentabilidad, por ende, esto solo funciona en el corto. Esgrimieron que, por eso no se celebró el resultado de la colocación, ya que una tasa de 29,5% nominal anual para un bono a 2 años, extensible a 5 años (la opción de rescate a los dos años la tiene el comprador) es muy elevada si la inflación en 2026 se pulveriza como apuesta la Casa Rosada.
Al respecto, desde un bunker muy castigado por el oficialismo por sus cautelosos pronósticos y continuas advertencias sobre el esquema económico explicaron que la zanahoria oficial para que los bancos escupieran dólares, sirvió, por lo menos en abril, para que junto con el fin del blend financiar el fuerte atesoramiento de la gente.
Ocurre que el dato de abril ha generado mucho ruido, no solo porque en medio del mes se lanzó la Fase III, sino porque más de 2.000 palos comprados por la gente sin cepo inquieta. Un economista súper oficialista recomendó, a propuesta de gente del negocio turístico, que habría que mejorar las estadísticas de la balanza cambiaria por turismo porque se entremezclan gastos de viajes con importaciones. El mencionado “bonero” ponderó el debut del BONTE 2030 que en su primera rueda hizo ganar más de 5% a los inversores, en dólares.
Donde fue muy comentado el “trading electoral” fue en el exclusivo evento de Cohen en el Palacio Duhau, sobre todo en los coffee break, que reunió a tres referentes del mercado: Ricardo Arriazu, José Siaba Serrate (el legendario Gordon Gekko de Ámbito) y Adrián Rozanski de 1816, quienes debatieron el escenario económico del país y del mundo, en el ya tradicional Summit para asesores financieros.
Mercados globales
El arranque estuvo a cargo de Siaba Serrate en diálogo con Martín Polo sobre el impacto del liderazgo de Donald Trump sobre el orden global. “Trump vino dispuesto a instalar un nuevo orden internacional, pero lo único que logró fue un gran desorden”, sostuvo y en esa línea, se mostró preocupado por el deterioro de la confianza global y alertó sobre la fragilidad del sistema si se produce una nueva crisis. Sin embargo, destacó que a Trump le encantaría aplicar nuevos aranceles, pero eso ya no es viable. No lo van a frenar las instituciones, lo va a hacer el mercado.
Luego “Jota Jota” Vázquez junto a Rozanski debatieron la Fase 3 de la política económica, sus oportunidades y riesgos. Se hizo foco en la estrategia oficial centrada principalmente en la desinflación más que en la acumulación de reservas y a pesar de que el FMI exige metas específicas, comentó que se ha enfocado en alcanzar rápidamente el éxito político. Dijo que le daba la impresión de que no es la decisión que hubieran tomado otros, pero si el Gobierno cree que lo único que importa es desinflar, hasta acá les está yendo bien.
También valoró la eliminación del déficit fiscal y otros índices, pero señaló que la verdadera preocupación radica en cómo el mercado internacional percibe esta política y las posibles tensiones con los objetivos del FMI, que podrían generar incertidumbre. Como broche de oro, Arriazu disertó sobre las decisiones en momentos de incertidumbre quien habló sobre la euforia y falta de certezas en la economía argentina. Si bien destacó el entusiasmo por el acuerdo con el FMI, habló sobre el incierto contexto global: “Estamos en una situación sólida, nos faltan un montón de reformas, pero el peligro más grande que tenemos es una crisis internacional o la política en Argentina. Sino, si mantenemos los equilibrios macroeconómicos, solamente evitando los daños negativos, Argentina duplica la tasa de crecimiento”.
En un reservado del Palacio se comentaba el desembarco de Jorge Morgenstern (exHSBC) en la consultora de Marcos Buscaglia, Alberdi Partners, como Managing Director. En ese reservado estimaron que el vencimiento de julio se compondría de más de u$s2.100 millones de bonistas privados offshore, u$s1.700 millones de privados locales, unos u$s500 millones del FGS de la ANSES y el resto del BCRA.
En otro encuentro cercano al Jockey Club, un grupo de economistas libertarios se lamentaron por el resultado electoral en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas donde se impuso un frente liderado por la conducción de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA: la Naranja Bordó liderada por Gustavo Diez se impuso con más de 54% de los votos y duplicó a la boleta azul de Fausto Spotorno (casi 27%, pero ingresa como primera minoría) y a la Lista Violeta de Roberto Destéfano (11%) y el resto fue para la Lista Verde liderada por Eric Rosenberg.
Asado financiero entre manos fuertes del mercado local con planes para participar de un mega evento cripto en Las Vegas como buena excusa para una escapada con el dólar barato. Un activo operador del negocio de los CDS (credit default swap) de 10 años, comentó el caso de Colombia: ese contrato, hoy en día se negocia +/- 80 puntos básicos por encima del de Brasil que tiene una calificación de deuda mucho menor a la de Colombia, lo que quiere decir que el mercado está convencido que se vienen varias disminuciones del rating crediticio del país.
La contracara es implica que el país tendrá que utilizar a futuro una mayor proporción del presupuesto para pagar los intereses de la deuda, y porque aumentó el costo de hacer negocios en Colombia y podría incrementarse aún más, con consecuencias sobre el empleo y la pobreza. Dijeron que Gustavo Petro era como un arma de destrucción masiva.
Algunos comensales venían de participar del evento anual de Pershing INSITE 2025, organizado por Bank of New York Mellon en Maryland, donde se habló mucho de los Bonos del Tesoro de EE.UU. y oportunidades en la región. Al respecto, uno de ellos comentó sobre un paper del FMI que analiza el impacto del estrés en el sector bancario sobre el riesgo soberano de un país, usando como caso testigo el colapso de Silicon Valley Bank en marzo de 2023 como un shock para estudiar la transmisión del riesgo de los bancos a la deuda soberana.
El paper sugiere que hay una fuerte transmisión del riesgo crediticio del sector bancario al soberano en Estados Unidos, así como en otras economías importantes, ante shocks adversos al sector bancario. Los resultados sugieren que los inversores consideran que las tensiones del sector bancario son particularmente costosas económicamente para estos países.
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