26 de junio 2006 - 00:00

Fuerte respaldo a Prodi por rechazo a referendo en Italia

Los italianos rechazaron la reforma constitucional propiciada por el ex primer ministro de derecha Silvio Berlusconi en el referendo que se celebró entre ayer y hoy, y le dieron un respaldo al gobierno de la coalición de centroizquierda La Unión, que llamó a votar "No".

Con el 99 por ciento de los votos escrutados el "No" obtenía el 61,5 por ciento de los sufragios, en tanto el "Sí" lograba el 38,5, según datos oficiales citados por el diario Corriere della Sera.

El rechazo a la reforma propuesta por la derecha fue amplio y se extendió en todas las regiones, con excepción de Lombardía y el Veneto donde triunfó la aprobación del texto.

Incluso en el norte italiano, donde la derecha separatista es poderosa, el "No" alcanzó en promedio el 58 por ciento y, como se esperaba, el rechazo fue mucho mayor en el sur, donde llegó al 75 por ciento.

Un dato significativo de la consulta fue la participación del 53,5 por ciento del electorado, un porcentaje que superó todas las previsiones que anticipaban un altísimo nivel de abstención electoral, ya que el referendo no tenía un mínimo de participación para que fuera considerado válido.

Con tono conciliador, el primer ministro Romano Prodi declaró que "es nuestro deber abrir el diálogo con todas las fuerzas políticas para discutir los aportes para el agiornamiento (posterior) de la Constitución".

La reforma rechazada hoy, aprobada en el Parlamento anterior dominado por la derecha, proponía reforzar la figura del primer ministro, permitiéndole destituir a ministros y disolver el Parlamento, y otorgar mayor autonomía a las regiones, una iniciativa que, según analistas, beneficiaría al norte rico a expensas del sur más pobre.

Los impulsores, encabezados por Berlusconi, afirmaban que el referendo podría poner fin a medio siglo de gobiernos cambiantes y ahorrar dinero al reducir el número de legisladores.

Sin embargo, la coalición de centroizquierda que encabeza Prodi, quien lleva un mes en el poder, argumentó que los cambios dividirían el país, debilitarían la figura del presidente de la república y provocarían un situación de ingobernabilidad.

En este marco, la victoria del "No" también significó un claro respaldo al flamante gobierno de centroizquierda.

Conocido el resultado, La Unión emitió un comunicado que afirmó que "fue un voto que va mucho más allá de las optimistas previsiones y que reitera que la Constitución no se altera con golpes de mayoría".

"Auspiciamos que esta respuesta indique al líder de la Casa de las Libertades, Silvio Berlusconi, que cambie registro y se abra a una confrontación constructiva en el interés del país", añadió el texto, según reprodujo la agencia ANSA.

Por su parte, el viceprimer ministro y canciller Massimo D'Alema dijo que la votación "quitó del medio este texto discutible y peligroso" y agregó que " es hora de abrir una confrontación seria sobre el futuro del sistema político e institucional del país".

"Me impresionó que se haya superado el quórum (del 50 por ciento de votantes), que en este caso no era necesario, pero políticamente se lo percibe siempre", añadió D'Alema.

En tanto, el líder de la Democracia de Izquierda (DS) -el partido más votado de La Unión-, Piero Fassino, declaró que estaba "muy satisfecho por una victoria de los 'No' neta e inequívoca".

"Una victoria importante y significativa, en primer lugar por la alta participacion y más importante porque el 'No' prevalece en la mayor parte de las provincias italianas, incluyendo el norte, que en una representación instrumental e infundada, es descrita como tierra de hegemonía del centroderecha", agregó Fassino.

Abrumados por la derrota de la reforma, los líderes de la derecha se quejaron sin tapujos de la decisión del electorado.

El líder de la Liga Norte, el derechista Umberto Bossi, poco antes de comenzar el escrutinio, había declarado que si "vence el 'No', querrá decir que nos iremos a Suiza".

Por su parte, el diputado de la Liga del Norte Francesco Speroni dijo que "los italianos dan asco y toda Italia es un asco, porque no quiere ser moderna y vencieron los que quieren vivir sobre las espaldas de los otros".

Con la de hoy, se celebraron ocho consultas populares para resolver cambios constitucionales en la Italia de la segunda posguerra (desde 1945).

La más importante, sin duda, fue la que se llevó a cabo en 1946, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, que decidió la abolición de la monarquía y el nacimiento del régimen republicano que perdura hasta hoy.

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