Crisis del turismo en Maldonado: por cada empresa que abrió cerraron otras dos

En lo que va del año, nacieron 94 comercios en el sector, pero cerraron otros 195. Sin embargo, en el departamento del sur "hay buenas expectativas".

Punta del Este, Uruguay.

En lo que va del 2022, cerraron 195 empresas del sector de alojamientos y gastronomía en Maldonado. En el mismo período, abrieron 94. Los datos aportados por el índice de Demografía de Empresas en Uruguay del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran, en tanto, que en el departamento del sur del país cerraron en el rubro casi el doble de los comercios que abrieron.

El desarrollo de la temporada en ese distrito es fundamental para el turismo receptivo de Uruguay. Por eso, el informe del organismo de medición disparó la alerta entre las autoridades.

En Maldonado se muestran optimistas de cara a la temporada

A contrapartida del informe del INE, el secretario de Turismo de Maldonado, Martín Laventure, adelantó en conversación con Ámbito que “hay buenas expectativas” para el verano entrante.

“Nos basamos en el comportamiento de los turistas durante la pretemporada. Tuvimos mucha presencia de turismo interno, de argentinos y de brasileños los fines de semana largos y en vacaciones de invierno”, destacó el funcionario.

Desde la Intendencia de Maldonado desestiman el problema y consideran que lo expresado en el informe del INE no se ve representado en la realidad. En esa línea, mencionan que se construyeron nuevos hoteles en Punta del Este, que surgieron a partir de instrumentos de promoción de inversiones impulsados por el gobierno.

Respecto a las 195 compañías que cerraron, aclaran que podrían no tratarse de cierres definitivos, sino que muchas se encuentran inactivas fuera de temporada, dado que abrir en ese período conlleva un mayor gasto que mantenerlo sin actividad. En tanto, señalan que volverán a abrir a partir de noviembre y, por lo tanto, no afectará a los números de la temporada.

En cambio, quienes sí reconocen una crisis en el sector aseguran que los hoteles más pequeños se están viendo fuertemente afectados por la caída de los ingresos. A la clase media –sobre todo a la de Argentina– le cuesta cada vez más viajar a estos puntos turísticos y este tipo de hospedajes tienen menos espalda para aguantar que las grandes cadenas.