Es la ropa deportiva favorita de Antonela Roccuzzo y Taylor Swift y sus fundadores se hicieron multimillonarios: el éxito detrás de la marca que ya conquistó a la Argentina

Impulsada por estrellas como Hailey Bieber y las hermanas Jenner, esta firma estadounidense redefine la industria de la moda con prendas cómodas y prácticas.

Gracias a una campaña de marketing por redes sociales, la marca de ropa favorita de Oriana Sabatini y Bella Hadid logró duplicar sus ventas en solo dos años.   

En una era donde la ropa deportiva se volvió sinónimo de estilo, pocas marcas lograron lo que Alo Yoga consiguió: transformar el bienestar en un fenómeno global. Su estética minimalista, las campañas en redes sociales y su presencia en celebridades de la talla de Hailey Bieber, Taylor Swift o las hermanas Jenner, la convirtieron en una de las firmas más deseadas de la industria.

Hoy, en Instagram o TikTok, los conjuntos se multiplican entre influencers con millones de seguidores; y, en Argentina, encontró su lugar de la mano de Antonela Roccuzzo, Oriana Sabatini o Valentina Cervantes.

Y aunque la tendencia “athleisure” (fusión entre comodidad y elegancia) tiene varios exponentes, la empresa compite con gigantes como Lululemon, GymShark o Nike. Con más de 130 tiendas y ventas anuales que rozan los 2.000 millones de dólares, la firma creada por Danny Harris y Marco DeGeorge ya se asocia al lujo.

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El éxito de Alo Yoga

La historia de Alo Yoga comenzó mucho antes de convertirse en una marca global. Sus fundadores, Danny Harris y Marco DeGeorge, crecieron juntos en Los Gatos, California, y compartían una pasión por el diseño y el emprendimiento.

En la secundaria comenzaron a estampar remeras para negocios locales, y ese pequeño proyecto derivó en la creación de "Color Image Apparel", una empresa de fabricación textil que más tarde lanzaría la marca "Bella + Canvas", uno de los mayores proveedores de camisetas básicas en Estados Unidos.

El giro hacia el yoga llegó de forma inesperada. DeGeorge, tras una cirugía de espalda, empezó a practicar esta actividad como parte de su recuperación. Pronto, esa práctica se convirtió en una filosofía compartida con Harris, quien vio en ella una oportunidad para unir bienestar y moda.

Así, en 2007, decidieron fundar Alo Yoga (acrónimo de Air, Land y Ocean) con una idea clara: crear indumentaria funcional, ética y atractiva para quienes buscan equilibrio entre cuerpo, mente y estilo. Desde el principio, la empresa quiso promover una comunidad: en su sede de Los Ángeles implementaron clases diarias de yoga para sus empleados, transformándolo en parte del ADN de la marca

Y, por otro lado, el marketing fue clave. Taylor Swift, Bella Hadid, el quarterback de la NFL Joe Burrow, Hailey Bieber y otros famosos, fueron fotografiados usando prendas de la marca.

"Transmite esa vibra de effortlessly cool (genial sin esfuerzo)", señaló Alixandra Barasch, profesora en "Leeds School of Business" de la Universidad de Colorado Boulder, sobre la empresa a Forbes US. "Hicieron un buen trabajo haciendo que parezca natural que las celebridades elijan espontáneamente estos productos".

El crecimiento millonario de la marca

Lo que diferencia a Alo Yoga de sus competidores es la manera en que construyó una identidad. En lugar de saturar los medios con publicidad, la marca apostó a las redes sociales y a una estrategia que parece orgánica, aunque está cuidadosamente diseñada.

Así, distintas celebridades fueron fotografiadas usando sus prendas, generando un efecto dominó que multiplicó su exposición. En su sitio web, incluso, hay una sección dedicada a "Como se vio en Kendall y Kylie", y otra que muestra a Jisoo, una integrante del grupo de k-pop BLACKPINK.

Con ingresos que se duplicaron en dos años y una valuación cercana a los 10.000 millones de dólares, en 2023 la firma lanzó "Alo Atelier", su línea de lujo con materiales como cachemira, seda o lana, consolidando su incursión en el sector premium.