26 de julio 2025 - 00:00

FACC CREDITO, 75 años construyendo futuro con el crédito cooperativo

A lo largo de su historia, esta entidad ha sido protagonista del movimiento cooperativo nacional

El 25 de noviembre de 1950, con la participación de 14 cooperativas de crédito, se fundó la Federación Argentina de Cooperativas de Crédito Ltda. (FACC). A lo largo de su historia, esta entidad ha sido protagonista del movimiento cooperativo nacional, llegando a agrupar a 292 entidades durante los años '60 y desempeñando un rol fundamental como promotora del crédito solidario al servicio de empresas, comercios y trabajadores de todo el país. Uno de los impulsores clave de esta gesta fundacional fue el Dr. Emilio Bernardino Bottini, primer presidente de la FACC, y ferviente defensor de la integración cooperativa y del desarrollo del crédito como herramienta de inclusión económica y social.

Durante las décadas siguientes, las cooperativas de crédito se consolidaron como sostén financiero de miles de pequeñas y medianas empresas, cumpliendo un rol decisivo en la generación de empleo y riqueza en todo el territorio nacional. Sin embargo, a fines del siglo XX, cambios normativos y políticas de globalización y concentración financiera impactaron profundamente en el sector. En particular, la elevación de las exigencias de capitales mínimos dispuesta por el Banco Central de la República Argentina obligó a muchas entidades a fusionarse o directamente a cesar su actividad, lo que dificultó gravemente la sostenibilidad del modelo y derivó en la desaparición de una parte significativa del entramado cooperativo de crédito.

A pesar de ello, y fiel al espíritu resiliente del movimiento cooperativo, sobre el cierre del siglo pasado se inició un nuevo ciclo de creación de cooperativas de crédito, orientadas a ofrecer soluciones concretas, cercanas y eficientes a comunidades tradicionalmente desatendidas por el sistema financiero convencional. Estas entidades, que no captan ahorro público, se han posicionado como actores clave en la democratización del crédito, priorizando la cercanía, el conocimiento mutuo con sus asociados y la adaptación de sus servicios a las realidades locales.

En este proceso, la FACC ha sido protagonista. No sólo en la articulación institucional y política del sector, sino también como fuente permanente de asesoramiento, capacitación y acompañamiento técnico y normativo para sus entidades federadas. Un capítulo destacado corresponde al impulso de las “Nuevas Cajas de Crédito Cooperativas”, con más de 12 proyectos presentados en distintas regiones del país. Pese al compromiso institucional y las gestiones desarrolladas, los proyectos no obtuvieron aprobación a nivel nacional. Otro hito importante se dio en 2012, cuando la Unidad de Información Financiera (UIF) incorporó a las cooperativas de crédito y mutuales de ayuda económica como sujetos obligados en la prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo (Resolución 11/2012). Esta normativa implicó profundos cambios operativos y normativos, ante los cuales la FACC brindó asistencia técnica, promovió espacios de formación y articuló el diálogo con los organismos de control, actuando como nexo con el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), designado como organismo colaborador por la UIF.

En materia de formación, además de organizar cursos de capacitación para sus asociadas, la Federación promueve y patrocina eventos especializados en prevención de lavado de activos junto a entidades de referencia como FININT, FAPLA y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), reafirmando su compromiso con la profesionalización del sector.

El espíritu de integración regional se expresó en 2014 con la organización del Primer Congreso del Cooperativismo de Crédito e Integración Latinoamericana, con fuerte apoyo de INAES, que reunió a más de 200 referentes del continente y permitió avanzar en estrategias comunes de desarrollo regional.

En 2020, la Federación vivió un hecho institucional trascendente con el ingreso como asociada de El Hogar Obrero, cooperativa emblemática con más de un siglo de trayectoria y matrícula Nº 1 del INAES. Este acontecimiento marcó un reconocimiento mutuo entre trayectorias históricas que comparten valores y visión de futuro. También se incorporaron mutuales con servicios de ayuda económica, que encontraron en FACC un espacio de representación y acompañamiento.

Otro hecho destacado ha sido la participación de las cooperativas BICA y COINAG, ambas asociadas a FACC, en la creación de Banco BICA y Banco COINAG respectivamente. Aunque adoptaron la figura jurídica de sociedades anónimas reguladas por el BCRA, brindan servicios fundamentales a las cooperativas de crédito, ampliando las capacidades operativas del sector.

Actualmente, la FACC continúa fortaleciendo su rol como entidad de segundo grado, brindando acompañamiento permanente a sus entidades federadas. A través de capacitaciones, asistencia normativa y representación institucional, trabaja para que sus asociadas puedan adecuarse a los nuevos marcos regulatorios, profesionalizar su gestión y ampliar el alcance de sus servicios. Además, integra activamente la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR), donde ejerce la vicepresidencia, fortaleciendo el trabajo conjunto entre sectores del movimiento cooperativo a nivel nacional e internacional.

En un sistema financiero cada vez más concentrado, las cooperativas de crédito representan una alternativa genuina. Aunque representan una porción pequeña del total de préstamos otorgados en el país, su impacto es profundo: conocen a sus asociados, operan en sus comunidades, evalúan riesgos con cercanía y compromiso, y ofrecen servicios adaptados a realidades que muchas veces el sistema bancario ignora. Esto se traduce en mayor capilaridad territorial y en un fuerte sentido de pertenencia, como se evidenció en momentos críticos, como la crisis de 2002 y la pandemia de 2020/2021. Datos de un informe elaborado en base a la información relevada por el BCRA, indican que al cierre del año pasado las entidades federadas financian alrededor de 160.000 individuos y más de 1000 empresas y representan una cartera aproximada de US$ 47.000.000 en el caso de los individuos y US$ 52.000.000 para las empresas. En forma consolidada, el total de créditos otorgados por las entidades federadas asciende a aproximadamente USD 100.000.000, reflejando el volumen significativo de operaciones que estas entidades gestionan dentro del sistema financiero no bancario.

Hoy, al cumplir 75 años de historia, la FACC celebra no sólo su legado, sino también el presente activo y comprometido de sus entidades federadas, que día a día sostienen una forma solidaria y confiable de brindar crédito, apostando al desarrollo de las personas, las comunidades y el país. Esta celebración adquiere un valor aún más simbólico al coincidir con el Año Internacional de las Cooperativas proclamado por la Organización de las Naciones Unidas, una oportunidad para visibilizar y poner en valor el aporte del modelo cooperativo al desarrollo sostenible, la inclusión financiera y la construcción de una economía más justa y solidaria.

PUBLICACION SAB 26 - FACC

Carol: desde 1958, innovación y calidad

adar 1

En 1958 nació Carol con una línea de apenas 20 artículos. Hoy, 67 años después, la empresa sigue siendo un símbolo de industria nacional, con más de 2000 productos en catálogo, una planta de 14000 m² y presencia en todo el país.

Actualmente, tres generaciones de la familia trabajan codo a codo para continuar con el legado fundacional. Con una planta fija de 165 empleados, más de 200 proveedores y una flota propia de 8 camiones para su logistica, Carol llega a más de 1000 clientes entre supermercados, bazares y distribuidores mayoristas, reafirmando su fuerte impronta federal.

Con el afán de seguir innovando incorporó 5 nuevas máquinas automáticas de estampado de cubiertos de acero inoxidable y una pulidora de última generación, aumentando la capacidad productiva en un 30%. Además, inauguró una planta de inyección de plástico con 4 máquinas funcionando 24 horas y 3 más previstas para fin de año, mejorando costos, control y flexibilidad.

A fin de año llegará el primer prototipo de la segunda planta de inyección, pensada exclusivamente para cubiertos. En 2026 sumarán 4 máquinas automáticas con inserto, permitiendo piezas enterizas de mayor calidad, menor costo y más eficiencia.

También fabrica internamente matrices de corte, estampado y embutido. Recientemente lanzó un modelo de cubierto con mango plástico y diseño diferencial, más accesible al consumidor final.

Durante el 2025 incorporará unos 600 productos nuevos en 30 líneas diferentes, orientadas a cocción, vajilla, organización y decoración. Para acompañar este crecimiento sumó un nuevo depósito de 800 m² con 700 posiciones de almacenamiento.

Además, cabe destacar que el trabajo del e-quipo de marketing y los acuerdos estratégicos potenciaron su presencia en diversos medios y plataformas.

Hoy, Carol ya no es solo sinónimo de cubiertos: su universo abarca vajilla, utensilios, plásticos, deco y organización para una cocina completa, combinando tradición, diseño y evolución constante.

Volonté Hnas., 50 años de compromiso y expansión

Volonté nace como una empresa familiar en 1975, dedicada a la fabricación de agropartes y arandelas. Con una clara visión de crecimiento, con el tiempo incorporó la distribución mayorista y minorista de bulones a nivel nacional.

Sobre esa base sólida y con una amplia experiencia en el rubro, inició el desarrollo de cangilones estampados de chapa BUCKET y plásticos, orientados al mercado de post-cosecha.

La constante expansión de Volonté permitió dar un nuevo paso e incorporar la actividad metalúrgica en una planta industrial. Así nació su tercera unidad de negocio: servicios a terceros, que implicó una fuerte inversión en capital humano y operativo.

En el año 2021, la firma fue adquirida por el grupo familiar Mogetta, con una visión clara de expansión y fortalecimiento de sus unidades de negocio.

Bajo esta premisa, se concretó uno de los grandes objetivos: llevar sus productos más allá de las fronteras. Este desafío se hizo realidad el año pasado con sus primeras exportaciones, y hoy siguen firmes en ese camino de expansión internacional.

El aumento en los volúmenes de trabajo y la ampliación de su cartera de clientes los impulsó a dar otro paso decisivo: la creación de una planta fabril completamente nueva, de mayores dimensiones y de última generación, diseñada para incrementar su capacidad productiva y brindar un mejor servicio.

Así, Volonté se plantea nuevos desafíos, manteniendo las características que sus clientes valoran día a día: compromiso, responsabilidad e innovación.

“Aprovechamos esta oportunidad para agradecer a nuestros proveedores y clientes por su confianza, y por seguir transitando junto a nosotros este camino de trabajo y desarrollo compartido”, comentan con entusiasmo desde la empresa.

Dejá tu comentario