4 de junio 2025 - 20:30

Chile y Google construirán el primer cable submarino que unirá Sudamérica con Asia y Oceanía

El proyecto, bautizado como Cable Humboldt, conectará Valparaíso con Sídney a través de 14.800 kilómetros de fibra óptica.

Es la primera alianza de este tipo entre un país y Google, y busca posicionar a Chile como un hub digital estratégico en el Pacífico Sur.

Es la primera alianza de este tipo entre un país y Google, y busca posicionar a Chile como un hub digital estratégico en el Pacífico Sur.

Chile y Google firmaron un acuerdo histórico para desplegar el primer cable submarino que conectará América del Sur con Oceanía y Asia. La iniciativa marca un hito en la infraestructura digital del Pacífico Sur y posiciona a Chile como un futuro nodo clave en la conectividad global.

El proyecto, conocido como Cable Humboldt, contempla la instalación de una línea de fibra óptica submarina de 14.800 kilómetros que unirá la ciudad chilena de Valparaíso con Sídney, en Australia, con escalas intermedias en lugares estratégicos como la Polinesia Francesa.

Según lo previsto, la operación comercial comenzará a principios de 2027, una vez finalizadas las etapas de instalación, construcción de estaciones de aterrizaje en Chile, y la designación de un operador de telecomunicaciones.

“Este es el primer cable submarino del Pacífico Sur. Es una apuesta ambiciosa que cuenta con un socio estratégico de primer nivel: Google”, destacó el ministro de Transportes chileno, Juan Carlos Muñoz, durante una conferencia con prensa extranjera. Y agregó: “Nuestro país se consolida como puerta digital del Cono Sur hacia Asia-Pacífico”.

Un proyecto que tardó casi una década en concretarse

La iniciativa surge de una asociación público-privada sin precedentes entre Google y un Estado nacional. Chile, en este caso, participará a través de la empresa estatal Desarrollo País, que impulsó el proyecto junto con la multinacional tecnológica.

Aunque se empezó a discutir en 2016, fue necesario casi una década para concretar esta alianza. Los estudios de factibilidad arrancaron en 2018 y, desde entonces, el proyecto fue tomando forma, hasta alcanzar esta etapa decisiva de ejecución.

Actualmente, Chile cuenta con conexiones submarinas que lo enlazan con Estados Unidos y parte de la región. Con el Humboldt, tendrá una nueva vía estratégica de transmisión de datos que no solo mejorará la velocidad y estabilidad de las comunicaciones, sino que también abrirá una puerta directa hacia Asia, donde se encuentran sus principales socios comerciales, como China.

“Queremos que esta infraestructura sea utilizada por múltiples actores, no solo por Google. Está pensada para que empresas tecnológicas, sectores como la minería, la banca o incluso la academia puedan beneficiarse de esta red de alta velocidad”, explicó Cristian Ramos, director regional de infraestructura de telecomunicaciones de Google (Alphabet).

El impacto potencial del cable va más allá de lo técnico. Chile estima que la obra atraerá cientos de millones de dólares en inversiones, fomentará el desarrollo de data centers, impulsará la economía digital y reforzará la soberanía tecnológica en un contexto geopolítico marcado por la competencia entre China y Occidente.

El gerente general de Desarrollo País, Patricio Rey, detalló que la inversión total oscilará entre u$s300 y u$s550 millones, de los cuales el Estado chileno aportará 25 millones. “Este proyecto nació en Chile, con un objetivo claro: fortalecer la redundancia de nuestras comunicaciones en un entorno internacional cada vez más complejo”, subrayó.

Una vez operativo, el cable brindará conectividad de baja latencia y mayor resiliencia en telecomunicaciones internacionales, mejorando así la capacidad de respuesta ante interrupciones y asegurando una transferencia de datos más estable, veloz y segura entre América Latina y Asia-Pacífico.

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