12 de octubre 2017 - 00:00

Un James Bond posmoderno en divertido choque cultural

Agentes secretos británicos y estadounidenses deben confrontar sus métodos en esta parodia, a veces lunática, de los films de espionaje.

Klingsman. Del lado del bourbon norteamericano, Jeff Bridges es uno de los puntales de esta secuela.
Klingsman. Del lado del bourbon norteamericano, Jeff Bridges es uno de los puntales de esta secuela.


La secuela de "Kingsman" muestra a su director, Matthew Vaughn, totalmente desatado gracias al éxito de taquilla del film original, lo que lleva a que la continuación de las andanzas del joven espía Taron Egerton. adiestrado por el veterano agente secreto Colin Firth, sea igual o aun más divertida al incluir nuevos personajes delirantes. Empezando por la villana, Julianne Moore, quien luego de monopolizar la venta global de drogas usa a todos los consumidores del mundo como rehenes en una negociación con el presidente de los Estados Unidos.

Justamente la nueva "Kingsman" une a los agentes secretos ingleses con sus pares norteamericanos, los "statesman", en cuyas filas militan Jeff Bridges y una irreconocible Halle Berry, y el choque cultural entre los dos estilos de espías da lugar a gags memorables. Pero la película de Vaughn no sólo es muy divertida sino imaginativa a todo nivel, empezando por las creaciones robóticas y gadgets; los decorados lunáticos y la utilización de actores claves, incluyendo al propio Elton John interpretándose a sí mismo en una serie de secuencias sin desperdicio.

"Kingsman: el circulo dorado" ("Kingsman: the Golden circle", EE.UU.-G.B., 2017). Dir.: M. Vaughn. Int.: T. Egerton, C. Firth, M. Strong, J. Moore.

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