Uruguay sigue apostando a su sector tecnológico, especialmente a las Tecnologías de la Información (TI), y por ello se estudia la reedición de la ley de atracción de talento, que “dio excelentes resultados” y puede ser un gran impulso ante la desafiante coyuntura actual de transformación en el mercado, aseguró el presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Amílcar Perea, en diálogo con Ámbito.
El sector tecnológico busca reeditar la ley de atracción de talento y apuesta a un fuerte crecimiento
La normativa venció el 28 de febrero y hay acuerdo político para tratar su extensión en el Parlamento. La CUTI lanzará un ambicioso plan quinquenal.
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El sector tecnológico busca la reedición de la ley de atracción de talentos y apuesta a un fuerte crecimiento.
La ley 20.191, conocida como de atracción de talentos y que apuntó a captar profesionales extranjeros y no residentes altamente capacitados del sector TI para empresas radicadas en el país, logró su aprobación en agosto del 2023 con el apoyo unánime de todos los partidos, pero su vigencia fue de tan solo un año: desde el 28 de febrero pasado que el programa dejó de funcionar.
Ahora, la CUTI busca reeditar la normativa que permite a quienes se inscriben —y efectivamente se mudan a Uruguay— tributar el Impuesto a las Rentas de los No Residentes con relación a las rentas obtenidas por sus trabajos en relación de dependencia, y realizar aportes a la seguridad social; en medio de una estrategia ambiciosa de expansión de la industria en el país.
¿Cuáles fueron los resultados de la aplicación de la ley de atracción de talento y por qué buscan su reedición?
— La ley de atracción de talento tiene como propósito que las empresas radicadas en Uruguay puedan traer personal del exterior, fundamentalmente senior, con condiciones ventajosas para estos profesionales desde el punto de vista de los impuestos que pagan. Durante el año que estuvo abierta la inscripción para que personas pudieran elegir vivir en Uruguay, ingresaron 250 técnicos de alto nivel que se incorporaron al ecosistema local, un número alto considerando que son decisiones de vida, personas que eligen migrar. Y hay muchos en lista de espera en las empresas que apuestan a Uruguay, y que no se pudieron inscribir porque el registro cerró el 28 de febrero.
Tanto con el gobierno como con los partidos de la oposición estamos de acuerdo en que ha sido una buena experiencia, y que Uruguay necesita ese talento que no solo reafirma la apuesta de las empresas a trabajar en el país, sino que también habilita la transferencia de conocimientos a los profesionales locales.
¿Y cómo afecta esto al empleo local, considerando que al momento de votarse la ley había cerca de 3.500 puestos vacantes en el sector, pero que hoy esa demanda de profesionales se desaceleró?
— La situación ha variado bastante por lo que son las condiciones de nuestro principal mercado, Estados Unidos, que hace más difícil la venta de servicios y, por lo tanto, ocupar a las personas que tienen una formación básica. Hoy los perfiles más difíciles de conseguir son los senior, y esta ley de atracción de talentos nos permite cubrir parte de esa necesidad, complementando los esfuerzos de formación interna para capacitar personal y el trabajo de las universidades en el aumento de matrícula y la reconversión de otros sectores.
Además, la ley de atracción de talentos contribuye a la política de Estado de apostar al sector de las TI y atraer grandes jugadores del sector tecnológicos porque le permite a estas empresas traer personal de otros países que está formado y forma a los equipos de acá; y luego esos profesionales emprenden en el país: el 70% de la empresas asociadas a la Cámara son empresas jóvenes con perfil exportador, y sus founders fueron formados en empresas multinacionales que vienen a Uruguay. Es cierto que el sector está mucho más desafiado, pero la perspectiva es muy buena, y tenemos un plan 2025-2030 para crear 15.000 puestos nuevos de trabajo.
¿Cómo es la relación con el nuevo gobierno en estos casi cuatro meses?
— El relacionamiento con los gobiernos siempre es constructivo y parte de seguir manteniendo la política de Estado de apostar al sector tecnológico. Con el gobierno actual la relación es excelente, hace tres semanas nos reunimos con el presidente (Yamandú Orsi) y el secretario de la Presidencia (Alejandro Sánchez), y nos pedían seguir ayudando a traer más empresas a Uruguay, comprometidos con la generación de empleo de calidad, sobre todo en el interior.
Teniendo en cuenta esta relación y el apoyo generalizado al proyecto, ¿cuándo podría restablecerse la ley de atracción de talento?
— Como el plazo es por ley, hay que hacer un tratamiento legislativo nuevo, pero los legisladores y responsables de las comisiones de Ciencia y Tecnología de todos los partidos están de acuerdo en darle un trámite lo más rápido posible. Acordamos un primer trámite que extienda el plazo para que todas estas personas puedan confirmar su radicación en Uruguay, que esperamos que esté entrando al Parlamento en estos días; y después estamos trabajando en algunas mejoras a partir de los aprendizajes de este año en funcionamiento, que seguramente presentemos a principios del año que viene.
¿Son compatibles los objetivos de crecimiento que se plantean con las complejidades actuales de la industria a nivel global?
— La transformación en el mercado es un desafío que nos toma con los deberes hechos en cuanto a abrir nuevos mercados y oportunidades de negocio para nuestras empresas. También tenemos un trabajo bien fuerte y claro sobre la transformación de la matriz productiva, y parte del plan estratégico que busca ampliar la participación del sector a un 10% del PBI es ayudar a las empresas que hoy venden servicios, que son el 70%, a reconvertirse a producto para generar propiedad intelectual y más valor. Así, el abanico de oportunidades crece, y las perspectivas de crecimiento también, sobre la base de que capturamos mercados por la calidad de nuestros servicios y productos.
A todo esto, también nos atraviesa la Inteligencia Artificial (IA), son desafíos que todo el mercado está atendiendo, pero también son oportunidades. Por ejemplo, si siempre visualizamos que teníamos una demanda que no podíamos cubrir porque no teníamos suficiente gente, ahora con la aplicación de la IA somos más productivos y la misma tecnología puede tomar parte de esa demanda, permitiendo que nuestra gente pueda seguir creciendo y desarrollándose en la profesión.
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