"Nadie es vendedor y nadie quiere irse", la realidad de los vecinos de Casupá según Carlos Enciso

El intendente de Florida visitó a los productores que se verían afectados por la instalación de la represa.

La construcción de la represa en Casupá genera cuestionamientos por parte de los vecinos afectados. 

La obra de la represa en Casupá sigue generando polémica alrededor de las consecuencias en la intendencia de Florida, no solamente en lo que tiene que ver con lo ambiental, sino también en la afectación a los vecinos productores, la necesaria construcción de nuevos caminos y el desarraigo de su tierra.

"Nadie es vendedor y nadie quiere irse", dijo a Radio Sarandí el intendente de Florida, Carlos Enciso, luego de visitar a los vecinos de la zona que le comunicaron sus preocupaciones. Acorde al jefe departamental, además de las consecuencias económicas que les generaría a los afectados, hay también una cuestión de desarraigo que se pone en juego.

"Creo que hay una etapa de expropiación natural de los campos y, a parte de ello, hay familias que quedan desarraigadas, por lo que otra alternativa, además de la expropiación, es que se le habiliten opciones de radicación en otras zonas", estimó el intendente y brindó como una opción que ese trabajo sea llevado a cabo por el Instituto Nacional de Colonización (INC).

En ese sentido, recordó que no hay intenciones del gobierno de echar para atrás el proyecto y remarcó que la intendencia no tiene los recursos suficientes como para hacerse cargo de las consecuencias de la construcción de la represa. "Hay nuevos caminos que hay que abrir en campos pelados y encallados, eso es un importante trabajo económico y de tiempo y, obviamente, el equipamiento actual municipal no lo puede costear ni tampoco la logística disponible. Eso quedará en eventuales contrataciones que tendrán que ser subsidiadas por el presupuesto global del impacto de la obra", remarcó Enciso.

El gobierno reconce los impactos negativos de Casupá

La semana pasada el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, reconoció que el proyecto de construir la represa en Casupá tendrá impactos negativos, pero aseguró que la gestión dará "respuestas" a las personas damnificadas y "medidas de mitigación" al respecto.

Si bien insistió en que Casupá representa "una solución a un problema central que es asegurar el abastecimiento de agua potable" y un avance en infraestructura y disponibilidad de servicios para Florida y a nivel nacional, Ortuño reconoció que en el gobierno son "conscientes" de que el proyecto tendrá "impactos negativos". "Y como les dijimos allí mismo en Casupá a los productores y a los vecinos y vecinas, vamos a atender todos y cada uno de los impactos que se generen, va a haber respuesta de compensación, va a haber medidas de mitigación", aseguró.

En ese sentido, explicó que el gobierno lleva adelante "tres estudios en paralelo, en el Ministerio, en OSE y en la Facultad de Ingeniería, para identificar todos los impactos y dar respuesta con la mayor sensibilidad a los mismos". Dichos estudios culminarían en un plazo de, por lo menos, un año, tanto los de impacto ambiental como los de impacto social. "El Ministerio está presente, el gobierno está presente", afirmó.

Por otra parte, el ministro adelantó que se trabaja en las posibilidades para aquellos productores que quieran permanecer en la zona y trabajar la tierra, con organismos como, por ejemplo, el Instituto Nacional de Colonización (INC). "Además, por supuesto, del pago de las indemnizaciones o de las expropiaciones como corresponde de acuerdo con la ley", añadió.

Consultado sobre si las medidas de mitigación mencionadas ya fueron incluidas dentro del presupuesto de la cartera, el jerarca explicó que las expropiaciones y el pago de tierras ya estaban contempladas dentro del monto para el proyecto, y que desde el Ministerio de Ambiente se insistió en que "también se incluyan recursos para las medidas ambientales". "Así que todo eso está contemplado en el presupuesto de 130 millones de dólares", afirmó.