El expresidente, Julio María Sanguinetti, ofreció declaraciones contundentes sobre los conflictos sectoriales que atraviesa el gobierno de Yamandú Orsi con especial énfasis en el conflicto de la pesca y los problemas en el sector lácteo, además de analizar los desafíos económicos estructurales del país.
"Perdieron toda la zafra", Julio María Sanguinetti calificó el accionar del gremio de la pesca como "sindicalismo suicida"
El exmandatario advirtió que empresarios nacionales "van al muere" mientras competidores extranjeros aprovechan el conflicto para capturan recursos del país.
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La situación de la industria láctea "es un ataque directo al sindicalismo en Uruguay", denuncian los trabajadores
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Las cámaras marcan la cancha y advierten que el conflicto de la pesca "está terminado"

Sanguinetti, en una entrevista para Radio Sarandí, fue particularmente duro al analizar la situación del sector pesquero, denunciando el dramático retroceso de la actividad: "Hace 20 años teníamos 150 barcos pescando, hoy tenemos 50 y si hoy se emparcha este conflicto y sigue así, en dos años no vamos a tener pesca. Están los chinos y los brasileros pescando y nosotros mirando como pescan... y eso es responsabilidad de un sindicalismo suicida".
El exministro de Educación y Cultura explicó las consecuencias económicas inmediatas: "Los empresarios nacionales van al muere y los extranjeros no tienen problema. Si una empresa española tiene dos barcos y ve este conflicto... se lleva los dos barcos a Mar del Plata y se olvidó del Uruguay, pero los nacionales se van a fundir porque no se puede seguir en esto. Perdieron media zafra anterior y ahora perdieron toda la zafra ¿Alguien cree que es gratis todo esto? Es una barbaridad".
El exministro de Industria y Comercio también mencionó los problemas en otro sector clave: "El gobierno no ha tenido grandes desarreglos, salvo la huelga pesquera y y los coletazos contantes de las huelgas en el sector de lácteos".
Gobierno en encrucijada sectorial
Sanguinetti analizó la difícil posición del gobierno frente a estos conflictos: "Tenemos un gobierno muy corporativista porque la influencia sindical es una influencia política incorporada prácticamente a la estructura política del partido de gobierno y se les hace muy difícil resolverlo, pero tienen que entender que hay una cruz de caminos".
"El gobierno está en un drama. Tenemos un sindicato suicida. Yo diría que el empresariado pesquero hoy que por primera vez está unido porque sabe que es esto o nada. Es un serio problema para el gobierno".
La trampa del ingreso medio: el gran desafío económico
Más allá de los conflictos sectoriales, el dirigente político de 89 años planteó uno de los principales retos estructurales: "El Uruguay para preservar su nivel social tiene que hoy lograr una economía cualitativamente más sofisticada y salir de la trampa del ingreso medio".
"Como siempre el medio vaso lleno y el medio vaso vacío. Yo diría que en el país podemos encontrar enormes activos y también grandes déficits pero si lo comparamos con el resto de América Latina vamos a encontrar un enorme superávit institucional incuestionablemente. El país tiene una solidez y una estabilidad propia de un país desarrollado", afirmó.
Sin embargo, advirtió sobre los retos tecnológicos: "El país en los últimos años ha cambiado su matriz productiva más de lo que se piensa como en la forestación. Sin ir más lejos, ¿Quién iba a pensar que la celulosa iba a poder ganarle a la carne en algún momento? Entonces, el país ha logrado muchos avances económicos, pero hoy nos encontramos en una economía digital y Uruguay no está con la competitividad suficiente".
Sobre la gestión económica general del gobierno de Orsi, mantuvo un tono moderado: "Yo puedo comentar sí episodios del gobierno y decir que lo básico ha mantenido la estabilidad, que el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, sigue dando certezas en lo económico y que no lo esencial no hemos tenido grandes desarreglo".
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