El presidente de la República, Yamandú Orsi, salió al cruce de las críticas por el estilo de sus discursos y defendió sus declaraciones sobre el mandatario salvadoreño Nayib Bukele, al asegurar que fue “clarito” y que lo que buscó fue generar debate para que se analice la propuesta.
Yamandú Orsi explicó sus dichos sobre Nayib Bukele: "Digo que hay que analizarlo porque quiero generar el debate"
El presidente aseguró que dice “lo que piensa y siente”, afirmó que fue “clarito” al plantear el caso de El Salvador y que “le vino bárbaro” la polémica.
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Yamandú Orsi consideró el modelo de Nayib Bukele como "un ejemplo para analizar" en materia de seguridad
El presidente Yamandó Orsi se defendió de las críticas por sus planteos ante el caso Bukele.
“El lío de Bukele me vino bárbaro”, dijo el presidente luego de que semanas atrás calificara al caso de El Salvador como un “ejemplo a analizar”, afirmación que generó cuestionamientos desde distintos ámbitos y lo llevó a realizar aclaraciones posteriores. En una entrevista realizada para el programa Nexo, Orsi rechazó la idea de que “habla y no dice nada” y sostuvo que su forma de expresarse responde a decir “lo que piensa y siente”.
“¿Será que no digo nada o no digo lo que quieren escuchar? Yo digo lo que pienso y siento; si les gusta, bien, y si no…”, afirmó el presidente, al ser consultado por las críticas sobre sus discursos. Y, sobre el caso salvadoreño, puso el foco en el respaldo que mantiene ese gobierno: “Tiene el 80% de la adhesión popular. Alguien que arrasa con la democracia, es autoritario y todo lo que quieran, pero tiene la adhesión popular que tiene. A menos que pensemos que los centroamericanos y los salvadoreños son subdesarrollados mentales, cosa que no es así. Son tan humanos y apreciadores de la democracia como nosotros. Ahora, ¿por qué lo eligen? Explíqueme alguien”, expresó.
Seguridad, autoritarismo y democracia
Para Orsi, el debate sobre Bukele expone una discusión más profunda sobre los límites entre seguridad, autoritarismo y democracia. “Hay en la población de ese país un nivel de aprobación hacia la figura presidencial que debería hacernos poner las barbas en remojo de cuánta gente está dispuesta a sacrificar su libertad por otras cosas”, reflexionó.
El presidente señaló que su intención al dejar abierta la discusión fue precisamente generar debate público. “Cuando digo que hay que analizarlo, es porque quiero generar el debate. Hagamos el debate”, sostuvo, y agregó que ese análisis puede arrojar “tristes sorpresas” sobre lo que distintas sociedades están dispuestas a aceptar.
En ese marco, Orsi también vinculó el fenómeno a una tendencia regional y a un contexto político y comunicacional donde las opiniones se polarizan. “Hay temas de los que parece que no se puede discutir porque es blanco o negro”, dijo, y advirtió sobre el riesgo de resignar libertades, el debido proceso y el acceso a la justicia frente a liderazgos con altos niveles de apoyo popular.
Finalmente, el mandatario reconoció que su estilo explicativo choca con la lógica de la comunicación actual. “En los tiempos de la comunicación moderna, donde todo tiene que ser rápido, no hay espacio para la explicación. Cuando algo se tiene que explicar, parece que ya está mal”, concluyó.


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