24 de septiembre 2018 - 08:44

Pese a superdólar, ya 75% de los autos que se venden son importados (es récord)

El año pasado habían alcanzado un pico de 71%



Mientras las ventas de autos siguen retrocediendo, hay algo que crece en el sector: la participación de los 0 km importados. Pese al fuerte aumento del dólar, los vehículos que llegan del exterior están alcanzando un pico histórico ya que representan el 75% del total de las operaciones contra el 71% que registraron en 2017. Entre enero y agosto, tres de cada cuatro vehículos que se comercializaron se producen en otros países, especialmente en Brasil, dejando a los de fabricación nacional con sólo 25% de penetración. Es cierto que ese récord se registra medido en porcentaje ya que en unidades, por la caída del mercado que se espera para este año, durante 2018 se venderán menos autos importados que en 2017 pero lo mismo sucederá con los 0km "made in Argentina". Para este año se estima un mercado de unas 800.000 unidades mientras que en 2017 se patentaron 900.000. Hasta agosto, se habían patentado 609.523 autos o vehículos comerciales livianos de los cuales sólo 151.026 son de producción nacional.

En teoría, la suba del dólar hace que se frenen las importaciones. Esta es una lógica que se produce en otros sectores pero en el automotor, la realidad es diferente. La integración de las dos industrias entre la Argentina y Brasil y la necesidad de complementar la gama de modelos obliga a seguir importando. También es cierto que por la anticipación con que se hacen los pedidos de importación en las casas matrices (pueden ser más de cinco meses), el mercado no está reflejando el valor del dólar actual ni las expectativas de ventas. Es posible que para los primeros meses del año próximo se modifique esta relación. Por el momento seguirá así ya que el stock que existe entre fabricantes, importadores y concesionarias es de al menos tres meses. Recién a partir de entonces se verá la nueva composición del mercado. Por ejemplo, todas las marcas de importados han suspendido las nuevas compras en sus casas matrices hasta desagotar el stock existente. Lo mismo sucede con la mayoría de las terminales radicadas en el país que, a su vez, importan la mayor parte de lo que venden.

A esto se suma que varios de los modelos que se fabrican localmente están llegando a su final de ciclo y van perdiendo las preferencias de los consumidores. Algunos de estos casos comenzarán a tener una renovación, o serán sustituidos por otros modelos, a partir del año próximo lo que podría corregir esta baja participación. Pero la incidencia del valor y la disponibilidad del dólar es tanto o más preponderante. Por ejemplo, el último año del kirchnerismo, cuando las restricciones a la compra de divisas era casi total para la mayoría de la población, las ventas entre autos nacionales o importados se repartieron en partes iguales. Lo mismo sucedió en 2009. Pero en ninguno de los dos casos se trató de una política económica ni de industrialización sino a las consecuencias de las inconsistencias internas o de crisis externas como la del 2008. Por ejemplo, en 2013, los autos importados representaron 64% de las ventas. Fue la época que con la brecha entre el oficial y el "blue" se subsidiaba la compra de 0km importados.

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