20 de mayo 2025 - 07:00

Inflación: economistas prevén que en mayo seguirá a la baja y que podría perforar el 2% en junio

Tras el último dato del IPC de abril, la desaceleración en el precio de los alimentos, junto a factores cambiarios y de ingresos, garantizan el proceso de desinflación al menos en el corto plazo.

Economistas sostienen que la inflación podría empezar con el número uno en junio.

Economistas sostienen que la inflación podría empezar con el número uno en junio.

Ambito

La inflación correspondiente a junio podría empezar con el número uno. Tras el dato de Índice de Precios al Consumidor (IPC) que arrojó abril, menor a lo esperado tras la flexibilización del cepo, economistas proyectan que la variación de precios podría continuar su desaceleración gracias a factores cambiarios y de ingresos.

El último dato del mes pasado del INDEC determinó que, aún con la eliminación de restricciones cambiarias, la inflación fue 2,8%. En el acumulado marcó 11,6% y la interanual 47,3%.

El número refleja un alivio para el Gobierno, luego del dato de marzo, cercano al 4% (3,7%). De acuerdo a la visión del presidente de Analytica, Ricardo Delgado, la baja del rubro “Alimentos y Bebidas no alcohólicas” marca el rumbo de la desaceleración de precios. Arrancamos arriba de 3%, teníamos 3,2% para mayo, lo llevamos a 2,6% y el viernes lo bajamos a 2,1% porque vemos el seguimiento semanal, sobre todo de alimentos y bebidas”, explica el economista.

En ese sentido la consultora ajusta también a la baja la inflación de junio: “la primera semana ya nos da 1,8%, con lo cual hay chances reales de que, si se sostiene este ambiente financiero de dólar planchado y condiciones internacionales relativamente favorables, el Gobierno pueda tener un 1 alto probablemente, pero un 1 al fin”, anticipa Delgado.

Fernando Marull, socio en FMyA, acuerda con las proyecciones del economista, puesto que también resalta que la primera semana de mayo la inflación en alimentos fue de 0%, mientras que la segunda directamente detectó desinflación de 0,2%. “Hoy proyectamos el IPC de mayo entre 2% y 2,2%, pero si la tercera semana y cuarta semana sigue muy estable, junio va a empezar con uno”, estima el especialista.

Inflación: el factor cambiario y los ingresos juegan a favor

Por su parte, el economista Federico Machado, del observatorio OPEN, coincide con la desaceleración inflacionaria que prevén Marull y Delgado, pero advierte que es un proceso dado por el ancla cambiaria y de ingresos. “Por el lado del tipo de cambio, pese a que el BCRA no compra reservas, observamos que hasta fines de junio dominará el flujo, por la liquidación de exportaciones, por entrada de capitales que buscan hacer 'carry trade' y por una demanda relativamente baja de turismo”, asegura.

A su vez, respecto al salario y el consumo, advierte que “el Gobierno se esfuerza por empujar la pauta salarial al 1%, de forma que siga rigiendo el “principio de Menger”, donde el consumo masivo no permita habilitar aumentos de precios.

En síntesis, en mayo y junio los factores cambiarios y de ingresos jugarán fuerte en favor de la desinflación, no parece impensado romper la barrera del 2%”, comprende Machado.

Sin embargo, hacia adelante, con “la oferta monetaria en crecimiento” y el tipo de cambio “recibiendo presiones al alza”, el economista estima que se encontrará “un nuevo piso inercial”, por lo cual parece “improbable” que la inflación de este año perfore los 26 puntos.

Sobre el circulante de dinero en la economía, el experto de OPEN describe que hay otro factor que incide en la inflación, como la monetización: “en términos de remonetización, el Gobierno tiene una pauta de crecimiento del dinero del 4% mensual en promedio, lo que a pesar de su discurso de ‘emisión cero’ y ‘ancla monetaria’, parece relativamente laxa”, señala frente a la consulta de este medio.

Aumento de reservas e inflación

Respecto de las reservas internacionales, el 13 de junio será una fecha clave para el Gobierno, cuando debería demostrarle al Fondo Monetario Internacional que acumuló u$s4.500 millones de reservas netas para destrabar el segundo desembolso del año, por u$s$2.000 millones.

Lo que parece un desafío para el mercado, para el presidente Javier Milei queda desestimado: “¡me chupa un huevo la acumulación de reservas!”, dijo Milei. “Tipo de cambio flexible significa que las reservas no varían. (…) La deuda la pago con equilibrio fiscal”, mencionó en una charla por streaming.

¿Incide la acumulación de dólares en el apoyo del mercado al programa económico? En tal caso, ¿cómo podría afectar el aumento de reservas a la inflación? Para Delgado, acumular reservas implica inyectar pesos al mercado, lo que eleva la cotización del tipo de cambio y “complica bajar la inflación”. “En el corto plazo, el Gobierno quiere mostrar que finalmente llega al 1%. Lo que queda es darle credibilidad al régimen cambiario y así incluso terminará por quebrar la inflación núcleo" (que se ubicó en 3,2%), respondió el economista.

“Los tres primeros meses estuvo el régimen de 'crawling' al 1%, que evidentemente no funcionó porque se aceleró la inflación, básicamente porque se perdían reservas. Ahora no parece ser el caso. En abril tuviste la inflación más abajo, incluso con cambio de régimen y con acuerdo con el Fondo. Veremos qué sucede en mayo”, entiende el presidente de Analytica.

En cambio, el Instituto Argentina Grande pone el foco en la inflación núcleo, resaltando que no logra perforar el piso del 3%: “la núcleo sigue sin bajar: dio igual que marzo y se sitúa por encima del IPC. De todas formas, es un buen dato contemplando que se trató de un mes con salida del cepo, incertidumbre coyuntural sobre el valor del dólar y con malas expectativas”, describe en su último informe.

A modo de contexto, IAG agrega que la inflación núcleo es usada como un proxy de la inflación futura porque contempla la evolución de los precios que no son regulados y que no tienen estacionalidad, como las frutas y verduras, que suben o bajan de acuerdo a la temporada.

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