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Acuerdo para agilizar controles fronterizos
• Mendoza y Entre Ríos buscan evitar este verano históricas demoras en puesto de migraciones

Del mismo modo, el Gobierno de Mendoza aceleró la semana pasada acuerdos con la intendencia de Chile que comparte su latitud para mejorar la integración en el paso terrestre de la Cordillera más transitado, el Cristo Redentor, anticipando -y con conocimiento de causa- el mismo inconveniente.
Para el caso de los puentes de Entre Ríos a Uruguay, la Dirección de Límites de la Cancillería del país vecino anunció que se eliminará el doble trámite y que se habilitará para los ciudadanos uruguayos de la zona limítrofe una tarjeta magnética para pasar la frontera.
A pesar de que existe amplio consenso para llevarla a cabo, la propuesta aún no cuenta con la ratificación de ambas partes. Básicamente, consiste en dejar de hacer un doble control de migraciones para esta temporada estival: es decir, no se trata de una «liberalización» de la frontera.
En rigor, del lado entrerriano se controlarán los ingresos de los turistas argentinos que regresan y las salidas de los uruguayos que retornan a su país y, del mismo modo pero a la inversa, del lado oriental se realizarán los trámites de ingreso para quienes provengan de la Argentina y los de egreso para los uruguayos.
Otra de las medidas que se analiza es la de incrementar la cantidad de funcionarios en cada uno de los pasos de frontera.
A fin de apurar las definiciones, el próximo fin de semana autoridades de las fronteras de ambos países se reunirán en Paysandú y Fray Bentos.
En paralelo, Mendoza aprovechó la semana pasada la reunión con autoridades chilenas, que se llevó adelante en el Palacio San Martín de la Cancillería argentina con el objetivo de potenciar la integración binacional, para acordar la modalidad de control y el reconocimiento recíproco de competencias en el Sistema Cristo Redentor, que es el paso que une las localidades de Villa Las Cuevas y la trasandina Los Andes.
Como suelen ser más los mendocinos que viajan a Chile en verano en busca de las playas del Pacífico, en temporadas anteriores se instaló mayor cantidad de casillas -o puestos control- del lado argentino. Pero no ocurrió lo mismo del lado chileno, lo que llevó -a pesar de las previsiones- a generar demoras de más de diez horas, con consecuencias a veces más graves que una simple pérdida de tiempo según los casos particulares. Con nuevos acercamientos, se intenta ahora evitar repetir el escenario.


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