"La idea de este espectáculo se me ocurrió hace 20 años", informa Cores. "Yo tenía hasta el título, pero el proyecto quedó en un cajón, hasta que un día nos reunimos con Marisé Monteiro y Pablo Mascareño para hacer algo juntos y les hablé de esta historia. A ambos les gustó mucho y empezamos a escribirla. Después se me ocurrió agregarle dos temas claves de esa época: la violencia de género y la trata de personas".
Periodista: ¿Se refiere a la organización criminal que explotaba a mujeres judías de Europa del este?
Ana María Cores: Sí. La Zwi migdal. Fue una mafia que operó entre 1906 y 1929 aproximadamente. Se suponía que era una sociedad mutual, pero en realidad sus miembros se dedicaban a la trata de personas. Sus integrantes eran de origen judío y viajaban a Europa para casarse con mujeres humildes a las que traían engañadas para luego forzarlas a ejercer la prostitución.
P.: También existió ese tipo de mafia en otras comunidades de inmigrantes.
A.M.C.: Así es. No fue un caso único. Pero la Zwi Migdal fue muy combatida por organizaciones y miembros de la propia colectividad judía. Todo terminó en un gran escándalo que fue aprovechado por muchos antisemitas para desprestigiar a los judíos.
P.: Hablenos de "La novia de Gardel".
A.M.C.: Milka es una italiana que viene a casarse y cuenta su historia y la de una amiga, Gina, que no tuvo tanta suerte como ella y terminó cayendo en las redes de prostitución. La obra se inicia el día en que murió Gardel y Milka escucha la noticia por la radio. Luego recuerda todo lo vivió con él y la obra vuelve a la primer escena, donde a partir de esa muerte se desencadenan una serie de cosas en la vida de la protagonista. Sólo puedo anticipar que en esta obra nada es lo que parece y hay mucha intriga por eso la subtitulamos "Tango, pasión y suspenso".
P.: ¿Cómo es el repertorio?
A.M.C.: Cantamos todos los hits de Gardel y por supuesto él aparece en escena. También canto "Yo soy la morocha" que es un tango de la época, pero no le pertenece.
P.: ¿Qué significa Gardel para usted?
A.M.C.: Me interesa como ícono de una época. Fue un ídolo popular y a la vez un divo inaccesible como Rodolfo Valentino. Ambos murieron en el summum de sus carreras. Aquí está presente como una figura masculina y misteriosa de la que todas las mujeres se enamoraban. Además, su repertorio es extraordinario. Yo creo que me enamoré del tango cuando hice "El patio de la morocha" en el teatro San Martín. Después actué en "Gotán" y disfruté de cuatro hermosas temporadas con "El conventillo de la Paloma" donde también cantaba tangos.
P.: ¿Descubrió nuevas facetas en la vida de Gardel?
A.M.C.: Su historia es novelesca y está llena de datos misteriosos. Su origen, sus relaciones amorosas... Todo sigue siendo un enigma. Pero, qué importa si fue francés, uruguayo o argentino. Como decimos en la obra: "¡qué discuten tanto! la patria de un cantante es donde escucha los aplausos."
P.: Presentó el espectáculo en Medellín, donde murió Gardel...
A.M.C.: Sí y fue muy emotivo. Lo presentamos en la Universidad de Antioquia ante 2500 jóvenes colombianos que nos aplaudieron de pie. Fue toda una sorpresa, porque en general el tango te agarra después de los 30 o los 40. Siempre pensé que se necesitaba de cierta madurez para disfrutarlo. También presentamos el espectáculo en la Apertura del Festival Internacional de Tango de Granada de 2013 y acá dimos 4 funciones en plazas públicas. Y en todas partes fue recibido con gran entusiasmo.
P.: ¿Sigue ligada al musical por elección o por azar?
A.M.C.: Creo que es el género que brinda más posibilidades expresivas a un actor. Cuando la palabra no te alcanza, empezás a cantar y cuando la canción no es suficiente empezás a bailar. El musical te permite canalizar tus emociones por esos tres canales.
Yo inicié mi carrera con el musical (desde "Hair" y "Universexus" en adelante), cuando era un género casi desconocido en Buenos Aires. Trabajé con Pepito Cibrián y Hugo Midón entre otros e hice todo tipo de musicales. Fueron tantos que cuando llegué a 30 espectáculos dejé de hacer la cuenta.
Entrevista de Patricia Espinosa |
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