6 de octubre 2016 - 21:05

"Dejé la música clásica para experimentar más"

DIÁLOGO CON MANU KATCHE, EL PERCUSIONISTA DE COSTA DE MARFIL QUE DEBUTA EL SÁBADO EN EL PAÍS - En su larga carrera tocó junto a Peter Gabriel, Sting, Jan Garbarek, Herbie Hancock, Tracy Chapman, Bee Gees y Dire Straits, entre otros grandes solistas y bandas. Ahora debutará en la Argentina como líder de un quinteto propio con el que presentará su último CD,“Unstatic”, y temas anteriores.

Manu Katche. El multipremiado percusionista marfileño se presentará el sábado en el teatro Coliseo.
Manu Katche. El multipremiado percusionista marfileño se presentará el sábado en el teatro Coliseo.
Peter Gabriel, Sting, Jan Garbarek, Herbie Hancock,Tracy Chapman, Bee Gees o Dire Straits son sólo algunos de los muchos artistas con los que actuó el percusionista de Costa de Marfil, Manu Katche. Pasó por el jazz, el rock y la música clásica. Actuará por primera vez en nuestro país al frente de su propio quinteto. Francófono de nacimiento, el músico vivió muchos años en París y ahora está radicado en los Estados Unidos. Dialogamos con él antes de su concierto en el teatro Coliseo el sábado.

Periodista: Siendo usted un músico formado en la música clásica, ¿cómo vivió el paso a la música popular?

Manu Katche: Un músico clásico puede ser a la vez popular; qué si no son Nigel Kennedy, Yo Yo Ma o Yehudi Menuhin. Si nos referimos a la diferencia en popularidad entre un músico clásico y uno de jazz o de rock, también diría que no la hay. La única es que si un clásico es muy bueno, quizá logre la repercusión de una estrella de jazz o de rock. A mí me encantó tocar durante un tiempo música clásica, pero después empecé a sentirla demasiado académica. Necesitaba más libertad que la que me imponía una partitura o un director. Quizá sea más sencillo para los que hacen estilos más modernos. Esa fue la causa por la que dejé la música clásica, para experimentar con mis habilidades y mis ideas.

P.: Y en lo popular, ¿con qué género se siente más cómodo?

M.K.: Nunca lo pienso en esos términos. Me han convocado para colaborar en distintas cosas y siempre el estilo de música sirvió para explotar mi potencial. Simplemente tengo que dar lo mejor de mí. Supongo que si la gente me convoca es por alguna razón...

P.: Usted actuó con Sting, Peter Gabriel, Michel Petrucciani, Joni Mitchell... ¿Conserva recuerdos especiales de los muchos con los que trabajó?

M.K.:
Con Sting y Peter Gabriel pasé muchos años, por lo que los recuerdo más cercanamente. Fui parte de su entorno privado, tuve conversaciones más personales. Me ayudaron a ampliar mi visión.

P.: La "percusión" refiere a muchos instrumentos diferentes. ¿Cómo arma su set en cada caso?

M.K.:
Yo toco batería, puede ser que con una orientación más cercana a la de un set de percusión, pero con la intención de proponer "grooves" y pulsos. Uso siempre el mismo set, no cambio los accesorios. La afinación de mis tambores es similar. Lo que puede cambiar es el toque. Si necesito una cosa más suave, uso escobillas. Si no es así, pero tampoco tan fuerte como los palos, uso Hot-Rods (otro tipo de palillos). No hay demasiadas modificaciones en mi modo de tocar, salvo el volumen. El cambio más importante que hice es en mi set de platillos. Mantengo el de seis "splash cymbals" (los platillos más pequeños), que son mi marca registrada.

P.: ¿Qué lugar otorga a los premios en su vida?

M.K.:
Me gusta recibirlos pero nunca me he vuelto loco por los premios. Es un honor que a la vez me hace ser mejor recibido en la familia musical. Yo vengo de Europa, y haber sido recibido en los Estados Unidos como un igual es un verdadero logro, considerando la cantidad de talentos que hay aquí. Ese es mi mejor premio.

P.: ¿Es distinto tocar como líder que acompañar proyectos ajenos?

M.K.:
Sin duda. Cuando soy un "sideman" hay cosas que no puedo hacer, algunas propuestas no concuerdan con la música que toco. Ahí colaboro con un propósito y puedo sugerir algo, pero el artista o el productor son quienes tienen la decisión final. Cuando soy el líder puedo probar sin que nadie me diga nada. Eso me da mayores posibilidades de explorar mis propios puntos de vista y sentimientos. Ser líder además genera más responsabilidades y trabajo, como dar reportajes. No es fácil para mí ser líder siendo baterista; no toco un instrumento armónico donde puedo exponer temas o tocar solos como un pianista o un saxofonista. Aun cuando compongo mi propia música no es sencillo. Lo mío es el ritmo y algunas piezas son baladas; así que lo que hago se reduce a interactuar con los demás músicos. Pero funciona bastante bien y he encontrado la manera de entregar mi alma en el escenario.

P.: ¿Cómo será su concierto en Buenos Aires?

M.K.:
Voy a tocar en quinteto, con Jim Watson, de Gran Bretaña en piano y teclados; Tore Brunborg de Noruega en saxo; Luca Aquino de Italia en trompeta y Ellen Andrea Wang, también de Noruega, en contrabajo. Presentaremos buena parte de mi nuevo álbum, "Unstatic", y algo de mis discos anteriores. Tengo una pequeña sorpresa para el final del concierto. Creo que va a gustar, pero no diré nada más.

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