"Roth ha llevado una idea de esta ciudad a mucha gente que nunca ha estado aquí y ha traído a Newark a muchas personas que jamás la habrían visitado de no ser por sus obras", dijo James Lewis, curador de "Philip Roth: Una exposición de fotografías de toda una vida".
La muestra, inaugurada ayer en la Biblioteca Pública de Newark, es sólo uno de los múltiples acontecimientos organizados para rendir tributo al más famoso de sus escritores, quien ha utilizado esta ciudad de Nueva Jersey como uno de los más recurrentes escenarios de sus novelas.
Newark ha sido "el set, el personaje, la metáfora y el lienzo moral" en un gran número de sus obras a pesar de que Roth no ha vuelto a vivir allí desde que se fue a la universidad en su adolescencia, según explicó la otra curadora de la exposición, Rosemary Steinbaum.
Roth eligió personalmente las más de cien fotografías de su archivo personal que se pueden ver en la muestra, muchas de ellas jamás mostradas antes al público y que recorren desde su infancia en el barrio de Weequahic hasta su amistad con otros novelistas, como el fallecido autor mexicano Carlos Fuentes.
"Divertido" y "extremadamente generoso" son algunos de los calificativos con los que Lewis describe al autor de "Pastoral Americana" (1997), quien lo recibió en su departamento de Manhattan para seleccionar una a una las imágenes que debían desplegarse en la Biblioteca Pública.
El resultado es una muestra que devela la cara más íntima de Roth, a quien se puede ver en traje de baño abrazado a su madre con tan solo dos años, posando junto a su padre y su hermano a los cuatro, o a los ocho sujetando un bate de béisbol, una de las pasiones que han quedado impresas en sus obras.
"Roth se ha involucrado mucho en esta exposición y se ha convertido en algo personal, que es lo que la hace tan especial", dijo por su parte el presidente de la junta directiva de la biblioteca, Timothy J. Crist, quien ha impulsado también la impresión de un libro basado en la muestra.
Para dejar clara la influencia de Newark sobre la obra de este eterno candidato al Nobel, el Comité de Preservación Histórica de la ciudad ha organizado además un tour en autobús con paradas en lugares como la casa de su infancia, su colegio o el parque donde solía jugar de chico. El paseo, organizado por la presidenta de ese comité y amiga personal de Roth, Liz Del Tufo, estuvo acompañado por la lectura de extractos de diferentes novelas en las que se mencionan esos lugares, como "El lamento de Portnoy" (1969) o "Adiós, Colón" (1959).
A esos actos hay que sumar la conferencia de dos días que ha celebrado la Philip Roth Society con académicos literarios de todo el país, y, principalmente, la recepción a puerta cerrada que tuvo lugar anoche en el Museo de Newark con la presencia del autor.
Rodeado de sus amigos y de los miembros de la Philip Roth Society, el escritor culminó la celebración de su 80 cumpleaños soplando las velas de una gran torta con la imagen de una estantería con más de dos decenas de los títulos que ha escrito a lo largo de su vida.
Todo ello para homenajear una prolífica carrera que incluye 31 libros e importantes premios como el Pulitzer o el Príncipe de Asturias de las Letras 2012, y que ahora parece llegar a su fin, puesto que Roth anunció el año pasado que "Némesis" (2010) sería su último libro.
La noticia generó conmoción entre muchos pero también incredulidad por parte de colegas como el premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa o incluso la periodista italiana Livia Manera Sambuy, que estrena en diez días un documental en la cadena pública PBS producto de diez horas de entrevistas con Roth.
Y es que si bien esos encuentros tuvieron lugar antes del inesperado anuncio de su retiro, la cinta muestra a un escritor volcado en su trabajo, que asegura que tiende a sufrir "ansiedad, infelicidad y depresión" cuando no escribe.
En el documental, la famosa actriz e íntima amiga del escritor Mia Farrow asegura: "Algunas veces Philip ha dicho que ése es su último libro. Pero lo he oído en el pasado y ya no me lo creo".
Agencia EFE |
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