21 de septiembre 2007 - 00:00

Duro Cronenberg arrancó con fuerza San Sebastián

ViggoMortensenprotagoniza«Promesas delEste», el fuertefilm sobre lamafia rusa deDavidCronenbergcon el que seinició elFestival deSanSebastián.
Viggo Mortensen protagoniza «Promesas del Este», el fuerte film sobre la mafia rusa de David Cronenberg con el que se inició el Festival de San Sebastián.
San Sebastián - Quizá sea coherente con las películas que hace: el color de piel de David Cronenberg es de un inquietante blanco cerúleo, casi de cajón. A primera vista da un poco de miedo, sobre todo cuando sonríe, como lo hace a veces, con una mirada un tanto lejana. Pero el hombre está bien vivo. Así lo acaba de demostrar su nueva película, «Promesas del Este», con la que abrió ayer el 55º Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Se trata de un fuerte relato, muy bien contado, sobre la mafia rusa en Londres, con degollados, tráfico de menores de edad, tatuajes, traiciones, y humor negro, un asunto que paulatinamente va tomando cierto aliento shakesperiano, y que es también, sin decirlo, casi un cuento de Navidad.

Detalle curioso, el mayor aplauso fue para una escena donde Viggo Mortensen enfrenta desnudo a dos killers en un baño turco, pero no porque estuviera desnudo, sino por la fuerte sensación física y lo truculento de la pelea. «Si vas a filmar la violencia, debes mostrarla como lo que es naturalmente», comentó Cronenberg en la posterior conferencia de prensa. «La violencia no es algo estético, la violencia es destrucción del cuerpo humano, por lo tanto insisto en mostrar la realidad de un asesinato. De todos modos», señaló, «si nos fijamos en el metraje la verdad es que no puse mucha violencia. Cuanto mucho habrá unos 5 minutos en un total de cien. Como es lo suficientemente fuerte a nivel emocional, piensan que han visto mucha, pero al final de la película el recuento de cuerpos es muy bajo. Más muertos hay en las de Martin Scorsese».

El recuento de actores es otra cosa: ahí están Naomí Watts, Armin Mueller-Stahl, Vincent Cassel, Sinead Cusack y Jerzy Skolimowsky, además de Mortensen, que también estuvo en la conferencia de prensa, y recibió una ovación al saludar y contestar la primera pregunta en perfecto euskara (la lengua del País Vasco). El resto lo hizo alternadamente en inglés y en español de la Argentina, con expresiones como «dale, a ver si te acordás vos», «a esos amigos los quería» en vez de «les quería», y solo algún «pues» u otra muletilla peninsular, de esas que se pegan fácil.

El compone un chofer de capomafia, «enterrador» profesional, aparentemente calmo, controlado, indiferente. «Pero los personajes de Cronenberg nunca son una sola cosa. Aprendés mucho de ellos, pero nunca los llegás a conocer al 100%. Este personaje puede parecerse al que hice en 'Una historia violenta', tiene el mismo director, mismo equipo, pero son dos películas distintas. 'Promesas del Este' (donde hay una bebita recién nacida de por medio) puede ser violenta, pero tiene más que ver como una sorprendente caridad, con un tipo de compasión que surge aún a pesar del círculo criminal en que ocurren las cosas». Su personaje no es exactamente el malo de la película, y puede hacer algunas cosas nobles, pero tampoco es trigo limpio, ni piensa serlo. «Es un héroe ruso, creo que a Putin le va a encantar», dijo Cronenberg, más o menos en broma. Para hacerlo, Mortensen se rodeó de rusos, fue hasta Rusia a embeberse del paisaje, tuvo un coach de dialecto carcelario ruso durante el rodaje, y, en su pieza de hotel en Londres, un televisor prendido en un canal ruso todo el día y la noche.

«Leímos a Dostoievski y otros autores rusos que hablan del alma de ese pueblo, estudiamos el documental 'The Mark of Cain' y varios libros sobre el significado de los tatuajes de la mafia rusa, y sobre sus jerarquías y ceremonias, nos empapamos de toda esa investigación. Y después inventamos», sintetizó el director, subrayando, con sencillez, que «si ahora ustedes hablan de aire shakesperiano, o incluso de mensaje bíblico, todo eso es mérito del guionista Steven Knight, el mismo de 'Dirty Pretty Things' (estrenado en el Río de la Plata como «Negocios sucios», o «Negocios entrañables»). Hay que darle el crédito a él».

También corresponde el crédito para este director, que tras algunas obres medio anodinas hoy está resucitando, y con muy buena salud, a pesar de su aspecto. «Igual, como dice un filósofo polaco, puede que Dios te perdone tus pecados, pero tu mente, tu cuerpo, y tu sistema nervioso no te lo perdonan», concluyó Mortensen.

Un rato más tarde, la Argentina abría la competencia Horizontes Latinos, con «Una novia errante», «La antena», y «El asaltante». Este viernes le toca a una película cordobesa, «Por sus propios ojos», de Liliana Paolinelli, basada en un documental suyo anterior, sobre las mujeres de los presos.

Mientras, los amantes de Hollywood ya agotaron las entradas para ver el documental de 164 minutos «Brando» ( obviamente sobre Marlon Brando), y, según se comenta, las señoras han agotado las entradas de primeras filas para la función donde, dentro de pocos días, Richard Gere va a recibir un premio. Como se advierte, el de San Sebastián es un festival muy amplio.

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