Moody’s realiza este martes en la city porteña el Inside Latam Argentina 2025, un evento en el que la calificadora crediticia ofrece su mirada sobre cómo avanza la economía nacional, pero sobre todo, en la que expone los resultados de una evaluación exhaustiva sobre la salud fiscal, que al final del día, es lo que importa para que el país recupere el grado de inversión.
Moody's no descarta otra suba de nota para la Argentina pero alerta por riesgos que demoran el regreso a los mercados
Aunque la calificadora reconoce avances en el equilibrio fiscal, advierte que la fragilidad externa y los riesgos estructurales son obstáculos para que Argentina reciba el "upgrade" de la calificación crediticia.
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El Gobierno pagó al FMI un vencimiento de u$s600 millones y las reservas sufrieron su mayor caída en más de un mes

Calificación crediticia en foco: qué mira Moody’s al evaluar la economía Argentina.
Cabe recordar que la calificación crediticia de Argentina que ejecuta Moody’s se actualizó en enero de 2025 y pasó de Ca a Caa3. Al respecto, Jaime Reusche, vicepresidente de la firma, dibujó el mapa para el regreso a los mercados y elogió la ingeniería fiscal del Gobierno de Javier Milei, aunque advirtió que el programa está en su parte “más peligrosa” debido a que cualquier shock puede desencajar el rumbo económico.
La estrategia de financiamiento externo bajo la lupa: tiempo, costo y prudencia
Desde ya, la calificadora de riesgo descartó la salida en el corto plazo de la Argentina a los mercados internacionales. Esto se debe a que si bien hubo mejoras en materia de reservas gracias al desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI), el país mantiene un "déficit estructural en su balanza de pagos". Incluso con superávit comercial y asistencia internacional, se perdieron reservas, lo que demuestra que el desequilibrio externo persiste, destaca la calificadora.
Reusche también mencionó que la memoria del mercado sobre Argentina "es muy negativa". Y es que en la historia reciente hubo múltiples experiencias de flotación cambiaria fallida. "A pesar del equilibrio fiscal actual, los antecedentes juegan en contra y limitan la velocidad de mejora de la calificación", deslizó el experto.
También destacó que Argentina firmó 22 programas con el FMI, y ninguno llegó a buen puerto. Mencionó que persisten ciertas "debilidades estructurales en la calidad institucional", que incluyen baja efectividad del sistema judicial y de las políticas públicas. "Esto afecta la capacidad de implementar y sostener reformas, lo que es clave para mejorar el perfil crediticio", advirtió.
"Argentina tiene uno de los peores historiales de deuda soberana: nueve defaults oficiales, o diez si se incluye el canje de 2023. Aunque el Gobierno actual no fue responsable del último incumplimiento, el pasado pesa en la calificación", comentó al auditorio Reusche.
De cara al futuro, también ve algunas presiones que vienen de la mano de la recuperación de la actividad económica. Sucede que Moody’s estima que aumentará la demanda de importaciones, lo que podría debilitar aún más la balanza externa si no hay un ingreso sostenible de divisas. Además, opina que el tipo de cambio podría estar sobrevaluado, lo que limita la competitividad.
Por último, Reusche estimó que es cuestión de tiempo que Argentina reciba el "upgrade" crediticio, pues palabras más palabras menos la tarea más difícil que es el equilibrio fiscal está en proceso y es el motivo por el cual Moody’s mantiene una visión positiva para el país: "Yo creo que es un tema de tiempo. No creo que falte mucho, honestamente: es cuestión de que los mercados se tranquilicen un poco más. Tiene que ver más con el tema global que con el doméstico", concluyó.
Cómo se califica a Argentina: cuatro factores clave
Cuando Moody’s califica a un país se enfoca en cuatro pilares: fortaleza económica, institucional, fiscal y susceptibilidad a choques. "No calificamos la economía en general, sino la capacidad de un gobierno de repagar su deuda y su vulnerabilidad ante una crisis", lanzó Reusche.
En octubre-noviembre del año pasado, la foto era la siguiente para la Argentina:
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Fortaleza económica: moderada (BA3).
Fortaleza institucional: débil (SW2).
Fortaleza fiscal: claramente débil, con deuda pública superior al 100% del PBI.
Susceptibilidad a choques: elevada.
Para mayo, Reusche observa una mejora significativa en la fortaleza económica (aumentó dos niveles, aunque sigue moderada). La fortaleza institucional no cambió: "La credibilidad no se gana en seis meses". Mientras que la fortaleza fiscal ha mejorado también en dos niveles, y el ajuste continúa asentándose.
En palabras de Reusche, todos los factores muestran una mejora, que explica el aumento de la calificación de enero y abre la puerta a nuevas mejoras en los próximos meses", lanzó.
Fortaleza fiscal en recuperación, pero con señales de alerta
Para Moody’s el perfil de deuda mejoró "sin dudas". En 2023, superó el 100% del PBI; en 2024 bajó y tiende a sostener esa tendencia, al constituir "una piedra angular del edificio económico en construcción" por parte del equipo de Milei. Sin embargo, con la recuperación de la demanda, "la balanza comercial ya no muestra la misma fortaleza que en 2024".
"¿Cuál es entonces el gran riesgo de la Fase 2, si contamos con esta artillería, si los desequilibrios están en proceso de corrección y existe equilibrio fiscal? La respuesta está en las finanzas externas", comentó el experto.
Y agregó: "Si se analiza la balanza comercial de Argentina: en 2021 hubo superávit que sostenía las cuentas externas. En 2022, ese superávit se redujo. En 2023, el panorama fue catastrófico, con una sangría de reservas atribuible, en parte, a la sequía. Esta se corrigió en 2024, lo que suscitó una balanza más superavitaria que ayudó al ajuste. Sin embargo, pese a ese ajuste y al ingreso de u$s20.000 millones por parte del blanqueo, se perdieron reservas en 2024, lo que evidencia que un superávit comercial no es suficiente por sí solo", concluyó.
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