2 de junio 2025 - 14:17

Científicos japoneses crean sangre artificial compatible con cualquier grupo sanguíneo

Permanece a temperatura ambiente durante al menos un año, a diferencia de la sangre humana donada que requiere constante refrigeración.

El diseño de la sangre artificial desarrollada en Japón se basa en una tecnología avanzada que utiliza vesículas de hemoglobina: microcápsulas que replican la función principal de los glóbulos rojos. 

El diseño de la sangre artificial desarrollada en Japón se basa en una tecnología avanzada que utiliza vesículas de hemoglobina: microcápsulas que replican la función principal de los glóbulos rojos. 

Un equipo de científicos japoneses lograron un gran avance médico: el desarrollo de sangre artificial compatible con todos los grupos sanguíneos humanos. El hallazgo promete transformar la atención de emergencias y salvar miles de vidas alrededor del mundo. La investigación está liderada por el equipo del profesor Hiromi Sakai en la Universidad Médica de Nara.

El estudio consiste en una tecnología avanzada que utiliza vesículas de hemoglobina: microcápsulas que replican la función principal de los glóbulos rojos, es decir, transportar oxígeno por el organismo.

La sangre tiene varios factores que impiden o permiten que una sangre sea compatible con otra. Por un lado, tenemos el grupo sanguíneo (A, B, AB y 0) y, por otro, el factor D, que es el que denomina Rhesus o Rh, que puede ser positivo o negativo.

Este proyecto podría significar un cambio radical en la forma en que se abordan las emergencias médicas, mejorando la eficiencia y la efectividad de los tratamientos. Sería útil para tratar a los pacientes antes de que lleguen al hospital, ya que no sería necesario confirmar su tipo de sangre para transfusiones; y su disponibilidad sería mucho mayor a la actual proveniente de donantes.

Japón sangre artificial.jpg

Detalles técnicos de la sangre artificial creada en Japón

El estudio consiste en extraer de la sangre la hemoglobina, la molécula responsable de transportar oxígeno en los glóbulos rojos, y se encapsula en una membrana sintética que la protege de la oxidación y de agentes infecciosos. El resultado son células artificiales que no contienen antígenos de grupo sanguíneo, lo que las convierte en un producto universalmente compatible.

Uno de los aspectos más innovadores es que esta sangre artificial puede almacenarse a temperatura ambiente durante más de un año e incluso hasta dos años según estudios preliminares. En cambio la sangre tradicional debe mantenerse refrigerada y tiene una vida útil de 42 días.

Este avance mejora radicalmente la logística de distribución, sobre todo en regiones con acceso limitado a sistemas de refrigeración o transporte especializado.

Dejá tu comentario

Te puede interesar