En la muestra individual de Mónica Fierro “No se las lleva el viento…”, Ana María Battistozzi señala en el texto curatorial “que la artista se ha enfrentado minuciosamente a un enorme caudal de páginas de libros que recorta, pliega y encola para elaborar módulos y componer formas de sus contenidos en el pequeño objeto nacido de múltiples pliegues pero también en las formas expandidas que pueden sugerir fuerzas animales u orgánicas”.
Mónica Fierro: cuando el libro se convierte en obra de arte
En "No se las lleva el viento...", su más reciente muestra, la artista se ha enfrentado minuciosamente a un enorme caudal de páginas viejas, que transforma en sorprendentes nuevos objetos.
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"Midsummer lamb", de Mónica Fierro. Libro plegado manualmente, intervenido con hilo de algodón.
Mónica Fierro (Córdoba 1963), reside en Buenos Aires desde 1980. Inició sus estudios a través de la danza clásica, estudió en Arts & Crafts en Holanda e Inglaterra entre 1992 y 1999. En la Argentina, sus maestros fueron Tana Sachs, Cristina Dartiguelongue, Mariana Cvik y Osvaldo Decastelli.
Confiesa que “rescata libros del olvido y su intención es darles nueva vida: transformo el material, lo recorto, lo enrollo, lo pliego. El color está dado por el mismo papel, la tipografía, las manchas del tiempo y sus diferentes colores y formas. Guardo secretos en el interior de las piezas que realizo, fragmentos de ciudades, de arquitecturas. Propongo una nueva lectura, más metafísica, multidimensional, abierta, donde el relato y la lógica se transforman en una experiencia del cuerpo”.
Esta vez sus obras ya no son tan pequeñas; recordamos sus libros de artista, escenas teatrales llamadas pop up, que hacen las delicias de niños y grandes y causan asombro, sino que además se comprueba su imaginación dada la cualidad casi escultórica de esa acumulación obsesiva, laboriosa y minuciosa para expandirse sobre las paredes del espacio de la galería..
Sorprende por su versatilidad, la posibilidad de que echemos una mirada nostálgica sobre los libros que contienen ideas, conceptos, palabras, algo que ahora ha sido —y esperemos no sea definitivo— reemplazado por la inmediatez de las pantallas, mezclada con publicidades que impiden una lectura secuencial y profunda.
Admiramos el rescate que hace Mónica Fierro del papel que tanto ha significado en el desarrollo intelectual del hombre, en cuanto a la tradición de la palabra y la imagen impresa, hecho que se destaca a lo largo de su creatividad y que ahora ha tomado una mayor dimensión como se aprecia en esta muestra, que puede considerarse como un paso diferente y que, nos atrevemos a decirlo, que la catapulta como una referente en la manipulación del papel.
ODA Oficina de arte. Paraná 759 piso 1°, Clausura el 7
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