La desaparición de Carlos Ancapichun, un hombre de 76 años conocido por su labor como cuidador en el country Cumelén de Villa La Angostura, mantiene en vilo a su familia y a las autoridades chilenas. Entre otras cosas, es reconocido por cuidar la casa que la reina Máxima Zorreguieta posee junto a su familia en dicho lugar de la provincia de Neuquén.
Desde el 13 de junio, cuando cruzó a Chile con la intención de visitar un terreno en Antillanca, no se supo más de él.
El vehículo en el que se trasladaba apareció días más tarde en un sendero boscoso, cerrado con llave y sin señales de violencia. A pesar del despliegue de búsqueda, más de veinte días después, no hubo novedades sobre su paradero.
El trayecto que terminó abruptamente
Ancapichun cruzó el paso Cardenal Samoré y se dirigió primero a la localidad de Entrelagos para visitar a su hermano. Luego anunció que se acercaría a un terreno en la zona de Antillanca para evaluar una futura construcción.
El lunes 16 de junio, Carabineros de Chile localizó la camioneta del hombre a escasa distancia del sitio que había señalado como destino. Estaba estacionada en una zona inhóspita, sin daños, con sus pertenencias en el interior, incluyendo herramientas, ropa de trabajo y calzado. No llevaba celular ni se despidió antes de partir.
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Ancapinchun tenía vínculos cercanos con Máxima Zorreguieta y su familia.
DW
El operativo sin resultados
La búsqueda del lado chileno incluyó a Carabineros, la Policía de Investigaciones, el Ejército, bomberos, buzos tácticos, perros entrenados y equipos especializados como la Asociación de Búsqueda y Rescate en Zonas Agrestes (BRZA).
Los rescatistas inspeccionaron al menos 700 hectáreas de terreno cubierto por selva valdiviana, lo que sumó enormes dificultades a la tarea. La espesura del lugar obstaculizó incluso el uso de drones y helicópteros.
La importancia de Ancapichun en la zona
Durante más de 30 años, Ancapichun cuidó residencias en el exclusivo barrio Cumelén, donde descansan empresarios, políticos y hasta miembros de la familia real holandesa.
Entre sus funciones se encontraba el mantenimiento de la vivienda que frecuentan Máxima Zorreguieta y su familia durante sus estancias en la Patagonia.
Además, se ocupaba de preparar la embarcación con la que navegaban el lago Nahuel Huapi. Por su rol, fue muy querido y respetado por la comunidad de la zona.
La desesperación de la familia
Mirko Ojeda Hidalgo, nieto del desaparecido, declaró al medio La Opinión Austral que su abuelo conocía perfectamente el terreno donde apareció la camioneta y que estaba en condiciones físicas adecuadas. “No hay indicios de desorientación”, afirmó. Expresó además su malestar por la falta de avances concretos.
Mirko aseguró que el predio que iba a visitar estaba perfectamente delimitado y no existía razón alguna para pensar en una pérdida accidental. Reclamó que se contemplen otras posibilidades, como la intervención de terceros.
Desde el entorno familiar también recordaron un hecho que estremeció aún más el caso. En los años 50, el padre de Carlos Ancapichun desapareció en circunstancias similares, en la misma región chilena. Salió a caballo y nunca se volvió a saber de él.
La familia teme que esta nueva desaparición repita aquel drama sin resolución, y solicita que se intensifiquen los esfuerzos para encontrar a Ancapichun, cuya historia se entrelaza ahora con dos generaciones marcadas por el mismo misterio.
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