Leonard Lake y Charles Ng nacieron en lugares diferentes. Ambos eran hijos de padres millonarios y educados estrictamente. Leonard en los Estados Unidos, Charles en Hong Kong, pero la vida los unió para que llevaran adelante los crímenes y torturas más sádicos en Norteamérica.
Leonard Lake y Charles Ng: la historia de los sádicos millonarios que torturaban y esclavizaban a sus víctimas para rodar una película
Incluso para una ficción parece exagerado, pero así era el procedimiento de estos perturbados personajes.
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Tenían un escenario bastante escondido para realizar sus crímenes, pero un descuido los condenó a ambos. Nadie se había enterado que en su búnker sucedían esclavizaciones, torturas, violaciones y asesinatos, pero todo salió a la luz cuando detuvieron a uno de ellos robando un tornillo en una ferretería.
La historia de Leonard Lake y Charles Ng: una bunker y más de 25 personas torturadas y asesinadas por una película
Leonard Thomas Lake nació en 29 de octubre de 1945 en San Francisco. Todos coinciden en que se trataba de un niño brillante. Creció en una familia millonaria pero se vio fuertemente afectado por el divorcio de sus padres. El hecho de mudarse a casa de su abuela con sus hermanos le generó problemas. Despertó cierta aversión por la pornografía e incluso obligaba y extorsionaba a sus hermanas a posar desnudas y hacer actos sexuales mientras el fotografiaba.
Por otro lado, le infligía todo tipo de maltrato a los animales, especialmente a los pequeños. A los ratones los mataba y los disolvía en ácido. Después de su graduación, integró el cuerpo de marines de los Estados Unidos y participó en la guerra de Vietnam, en 1964. Sufrió un colapso delirante, fue diagnosticado con trastorno esquizoide de la personalidad y tras el alta regresó a su casa.
En los 70, conmocionado por sus experiencias, se fue a vivir a una colonia hippie de la costa oeste. Conoció a la primera de sus mujeres, quien lo abandonó cuando le propuso filmar una película pornográfica. Además de vivir en la comuna robaba autos. Cuando lo descubrieron pasó unos meses en prisión, y al salir se fue a otra comuna hippie.
En el norte de california, conoció a su segunda esposa. Con ella compartía el interés por la pornografía. Ella misma protagonizó alguna de las películas amateur que él grabó. Estuvieron juntos 8 años. En 1983, motivado por su paranoia a un ataque nuclear construyó un búnker. Lo hizo en la cabaña de la familia de su esposa, en el bosque.
En esa época asesinó a su hermano y a su amigo Charles Gunnar, a quien le robó la identidad durante un tiempo. En esos años, conoció al cómplice perfecto para sus crímenes a través de una revista de juegos de guerra. Charles Ng.
Nacido en Hong Kong, también hijo de padres millonarios, fue criado bajo los regímenes más estrictos de disciplina, aunque su rebeldía lo llevó a desobedecer toda su vida el mandato familiar. Cada vez que sus padres se ponían más firmes con él, él respondía volviéndose más rebelde. Apenas estudiaba, sus notas eran pésimas y se la pasaba viendo películas de Bruce Lee.
De joven robaba cualquier cosa a cualquier persona. Fue expulsado de varios internados y se mudó a los Estados Unidos. En Norteamérica comenzó su vida atropellando a una persona y fugándose. Para evitar pagar la indemnización se inscribió en la marina mintiendo en la solicitud y esquivando juicios.
Lo echaron del cuerpo por deserción y robo de armamento pesado. Esa deshonra lo llevó a 14 años de prisión. Fue puesto en libertad a finales de 1982, meses antes de conocer a Leonard. En 1983 acudió a su cabaña y se encontró con una mazmorra pensada para la tortura y asesinato de personas. Habitaciones de 3x3 con papel higiénico y un balde. Allí yacían hombres, mujeres y niños a los que capturaban y esclavizaban.
Entre 1983 y 1985 capturaron, violaron y descuartizaron a 25 personas. Además les robaban sus pertenencias. A las personas les avisaban que iban a ser esclavas sexuales y no había forma de evitarlo. Los esperanzaban con la libertad si seguían todas las órdenes que les daban pero en realidad los mataban igual.
Estos procedimientos podrían haber seguido ocultos hasta quién sabe cuándo, pero ocurrió un hecho que los delató. Charles robó un tornillo en una ferretería y lo detuvieron, llamó a Leonard para que lo ayudara y también quedó detenido él. El de Hong Kong logró huir pero Leonard no. Se identificó con el nombre de una de las personas que desapareció y esto alertó más a las autoridades.
Cuando registraron su auto encontraron un arma que pertenecía a otro hombre, también desaparecido. Eso fue suficiente para detenerlo y registrar su propiedad. Ahí encontraron todo, cenizas, cadenas, los baldes, documentos de identificación, tarjetas de crédito y todas las pertenencias de las personas desaparecidas.
Además, encontraron las filmaciones que detallaban todo lo que habían hecho durante esos años. Ante esa situación, Leonard aprovechó para esconderse pastillas de cianuro en el bolsillo y cuando llegó a la prisión se las tomó. Muriendo sin cumplir la condena por los crímenes cometidos.
Otra fue la suerte de Charles, quien fue deportado de Canadá y condenado 8 años después a pena de muerte, aunque por una serie de apelaciones de abogados nunca se fijó una fecha para su ejecución. Actualmente está en el corredor de la muerte de la prisión estatal de San Quintín de California, apelando, por lo que la fecha de su ejecución sigue sin ser fijada.
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