En medio de la polémica por la cancelación del proyecto Neptuno, el senador del Frente Amplio (FA), Daniel Caggiani, respondió con dureza a las críticas del expresidente Luis Lacalle Pou, a quien acusó de comprometer al Estado con un "mega proyecto" que no solucionaba el problema de abastecimiento de agua potable en la zona metropolitana y que, además, presentaba serios cuestionamientos técnicos, ambientales y financieros.
El Frente Amplió acusó a Luis Lacalle Pou de comprometer al Estado con un proyecto millonario sin solución real
Para el oficialismo, el contrato firmado por el expresidente no traía agua ni garantías y sostienen que dejó al Estado con una carga financiera peligrosa.
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El gobierno cancela el proyecto Arazatí y negocia con el consorcio por otra planta potabilizadora
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El FA apunta a un proyecto caro, ambientalmente cuestionado y sin soluciones concretas.
Lacalle Pou había cuestionado este sábado la decisión del gobierno de Yamandú Orsi de dejar sin efecto el proyecto Neptuno, diseñado durante su administración, y cuyo contrato fue firmado apenas días antes de abandonar el poder. El líder del Partido Nacional (PN) sostuvo que se trató de una "decisión netamente política y técnicamente desacertada" y advirtió sobre la falta de diversificación en las fuentes de agua potable. "Esperemos no tener que vivir otra sequía como la de hace un par de años", escribió en sus redes sociales. “Las malas decisiones las pagan los uruguayos. La responsabilidad es del presidente Orsi y su equipo".
La respuesta de Caggiani no se hizo esperar. En una publicación en su cuenta de X, el senador que también pertenece al Movimiento de Participación Popular (MPP) afirmó: "A los exgobernantes hay que evaluarlos por lo que hicieron, no por lo que dijeron que iban a hacer. Firmó un contrato con un consorcio privado a días de dejar el gobierno, comprometiendo al Estado uruguayo y su gente en un mega proyecto de casi 1.000 millones de dólares, que no solucionaba el abastecimiento de agua potable para la zona metropolitana de nuestro país y que comprometía seriamente la viabilidad financiera de OSE".
Además, el dirigente del MPP aseguró que el proyecto planteado en Arazatí generaba un "conjunto importante de problemas ambientales y productivos en una de las zonas productivas" del país, dentro del departamento de San José. y luego concluyó con un mensaje directo al expresidente: "Quizás en vez de pretender responsabilizar a las autoridades que lo han solucionado sin ocasionar más costos a los uruguayos y uruguayas debería reconocer su ‘equivocación’ y pedir disculpas públicas".
La respuesta del gobierno tras cancelar el proyecto de Lacalle Pou
Mientras tanto, el gobierno de Orsi avanzó con una solución alternativa: una planta potabilizadora en la cuenca del Santa Lucía, en las inmediaciones de Aguas Corrientes, que mantendría la capacidad de producción prevista (200 mil metros cúbicos diarios) pero con un costo estimado un tercio menor que el de Neptuno. El acuerdo fue alcanzado con el consorcio encargado del proyecto original (integrado por Berkes, Ciemsa, Saceem y Fast), con una reformulación de los términos contractuales "de común acuerdo".
Esta decisión fue defendida por las actuales autoridades como un paso "necesario y más realista" frente a la urgencia por garantizar el suministro de agua potable, sin comprometer excesivamente las finanzas públicas ni el medioambiente.
El debate político sobre el rumbo de la política hídrica continúa, y ahora se suma a la tensión una eventual citación parlamentaria al ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, promovida por legisladores del Partido Nacional (PN), quienes consideraron que la anulación del proyecto original representa un "nuevo ejemplo de político por encima de lo jurídico".
El PN no se queda atrás
En paralelo, el presidente del PN, Álvaro Delgado, anunció a través de la red social X que el PN convocará para este lunes al expresidente de Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE), Raúl Montero, y al exsubsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, con el objetivo de "analizar la sustitución del Proyecto Arazatí como fuente alternativa de agua potable para el área metropolitana". La reunión se enmarca en una estrategia de seguimiento político y técnico por parte del Partido Nacional, que ha señalado su preocupación por la cancelación del proyecto impulsado por el gobierno anterior.
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