La Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) alcanzó este miércoles un avance en las negociaciones con las principales multinacionales del sector, luego de varios meses de estancamiento, lo que permitió destrabar los puntos centrales del conflicto y alejar, al menos por ahora, el fantasma del desabastecimiento durante las fiestas de fin de año.
El sindicato de bebidas logró un giro en la negociación y, por ahora, no habrá desabastecimiento en diciembre
El gremio postergó medidas de fuerza, aunque mantiene la convocatoria a un congreso que deberá ratificar los acuerdos pactados con la patronal y el gobierno.
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El líder sindical confirmó que las patronales aceptaron discutir los tres reclamos del gremio, mientras se mantiene el seguimiento oficial del proceso.
El encuentro tripartito en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) marcó, según el presidente del sindicato, Pablo Soria, "un cambio radical" en la actitud empresarial. "Hoy fue una negociación fructífera, las empresas aceptaron discutir los tres temas que veníamos reclamando: la recategorización de los compañeros de merchandising, la creación de una caja de auxilio sindical y el pago de partidas fijas universales para todos los trabajadores del sector", señaló Soria en entrevista con Radio Sarandí.
Las conversaciones, que se extendían desde mediados de año sin avances, involucraron a las compañías Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC), Coca-Cola, Salus y CCU, nucleadas en la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU). "Son las cuatro grandes multinacionales que dominan el mercado y hoy mostraron otra disposición. Hasta ahora todo había sido negativa tras negativa", explicó el líder sindical.
El sector de bebidas emplea a unos 2.500 trabajadores entre plantas fabriles y distribución, aunque la federación agrupa también a otros 600 afiliados de áreas conexas como maltería, bodegas y licorerías. "Hace años el número de trabajadores se redujo drásticamente por efecto de la tecnología. Antes FNC sola tenía 5.000 empleados. Hoy hay líneas de producción que con seis personas hacen lo que antes hacían 54", detalló Soria, quien trabaja en la planta de Salus.
La pulseada por los de merchandising
Uno de los principales reclamos sindicales es que los trabajadores de merchandising, encargados de reponer productos, controlar precios y gestionar espacios en grandes superficies, pasen del grupo 10 (comercio) al grupo 13 (distribución de bebidas), lo que implicaría un incremento salarial de alrededor del 70%.
"No es un capricho, son parte de la cadena productiva de la bebida. Controlan precios, stock, promociones y hasta usan vehículos provistos por las propias empresas. Reciben órdenes directas y usan uniforme de la marca, pero están catalogados como si trabajaran en un supermercado", señaló Soria y agregó que las patronales aceptaron la reclasificación, aunque "deberá instrumentarse de forma gradual" en función de los laudos vigentes.
Caja de auxilio y partidas universales
Otro punto de acuerdo fue la creación de una caja de auxilio administrada por la FOEB, que concentrará los beneficios hoy gestionados por prestadores privados (servicio fúnebre, seguro de vida y acompañantes). "Si administramos esos fondos directamente, podremos ampliar los servicios como un 0800 para salud mental o asistencia odontológica sin aumentar costos para las empresas", sostuvo Soria.
También hubo consenso en establecer dos partidas fijas anuales para todos los trabajadores. "Las empresas querían discriminar entre unos y otros, pero para nosotros es político: cuando hay un peso, se reparte entre todos", enfatizó.
La amenaza de desabastecimiento quedó en suspenso
Durante la semana, la FOEB había advertido que, de no haber avances, el sector podría sufrir problemas de stock en un plazo de 10 días, afectando especialmente la distribución previa a las fiestas.
"Si no existía una respuesta positiva, íbamos a tomar medidas que impactarían en el abastecimiento. Pero el avance de hoy cambia el panorama. No queremos perjudicar ni a las empresas ni al pequeño comercio de barrio que hace su aguinaldo en diciembre", aclaró el sindicalista.
De todas formas, Soria recordó que los resultados de la negociación deberán ser avalados por un congreso nacional del gremio. "No está cerrado, pero por los pasos dados, somos optimistas. El Ministerio quedó al tanto y hay voluntad de llegar a un entendimiento", expresó.
Consejos de salarios y productividad
Consultado sobre el alcance de los consejos de salarios, Soria consideró que las instancias "no deben limitarse a la discusión de aumentos nominales". "Hay que hablar de productividad, reducción de jornada y capacitación. La tecnología cambió todo, y los trabajadores debimos adaptarnos. Hoy en Salus, por ejemplo, tenemos un sistema de productividad que da bonos de hasta un sueldo y medio por eficiencia y seguridad", explicó.
El dirigente también respaldó las cláusulas gatillo y correctivos por inflación, alertando que el actual esquema "juega al empate" frente al costo de vida. "Negociar 4% con una inflación que puede irse al 8% es un error. Si la inflación se dispara, hay que volver a sentarse", advirtió.
El futuro del empleo
Soria destacó que los acuerdos por productividad han permitido sostener beneficios adicionales, como becas estudiantiles para hijos de trabajadores y programas de formación técnica. "Nosotros ya no tenemos peones comunes; todos los compañeros debieron capacitarse. La brecha entre quien estudia y quien no se agranda, y el sindicato debe ayudar a cerrarla", sostuvo.
"El futuro es de fábricas cada vez con menos personal, pero con más calificación. Por eso tenemos que negociar con una mirada moderna: si crece la productividad, tiene que crecer también el salario y la calidad de vida", concluyó el presidente de la FOEB.


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