La cumbre del Mercosur vuelve a su fecha original y crece la expectativa por la firma del acuerdo con la Unión Europea

El tratado comercial sería rubricado el próximo sábado 20, mientras el bloque regional permanece atento a las negociaciones en Europa.

El acuerdo Mercosur-UE se firmaría la misma jornada en la que se realiza la cumbre de presidentes.

La cumbre del Mercosur vuelve a su fecha original y está previsto que tenga lugar el próximo 20 de diciembre en Brasil, según confirmaron a Ámbito fuentes del Poder Ejecutivo, luego de que se anunciara su postergación para enero por la posible ausencia del presidente de Argentina, Javier Milei, quien finalmente tiene previsto acudir a la cita.

De esta manera, crece la expectativa en el bloque regional por la firma del acuerdo con la Unión Europea (UE),que sería rubricado esa misma jornada, mientras en Europa continúan las negociaciones y presionan por endurecer las protecciones al sector agropecuario.

La reunión entre presidentes había sido modificada con fecha tentativa para el 14 de enero, ante la posible ausencia de Milei, quien días atrás confirmó que acudirá y podría hacerlo su par de Paraguay, Santiago Peña, quien también estaba en duda.

De esta forma, se descuenta la presencia del presidente Yamandú Orsi para que el Mercosur refleje una señal de unidad y el mandatario de Brasil, Lula da Silva, pueda tener una foto plena y una muestra de que el bloque se mantiene alineado a pesar de las diferencias políticas en el cierre de su presidencia pro tempore.

Nuevas presiones dese la Unión Europea

Mientras tanto, sigue la discusión en el Viejo Continente, donde una comisión del Parlamento Europeo se mostró favorable a endurecer las cláusulas de salvaguarda del acuerdo, con el objetivo de proteger al sector agropecuario de flujos repentinos de productos sensibles.

En un voto en la comisión de Comercio Internacional, los eurodiputados optaron por reducir los márgenes de incremento de importaciones o caída de precios de estos productos sensibles que darían lugar a una investigación de Bruselas, del 10% que proponía inicialmente la Comisión Europea (y que aceptan los gobiernos europeos) a un 5% en el borrador de la Eurocámara.

Esto implica que la UE tendría que investigar cuando se produzca un aumento en las importaciones de estos productos del 5% en comparación con la media de los tres años anteriores o si, por otro lado, el precio de dichas importaciones es al menos un 5 % inferior al del producto europeo comparable.

Estas cláusulas son fundamentales para que los países más reticentes al acuerdo, como Francia, levanten su veto y aprueben el pacto, pero los cambios conllevan una magnitud que podría forzar nuevas negociaciones. De todos modos, en la UE son optimistas acerca de que todos los países aprueben el acuerdo la semana que viene y las conversaciones continúen después.