2 de enero 2024 - 08:13

¿Qué espera el mercado uruguayo para el dólar 2024?

El año estará marcado por el recorte de tasas de la Fed y el impacto que pueda tener en el mercado cambiario local.

La debilidad será tendencia en el dólar tanto en el plano internacional como en el mercado cambiario uruguayo.

La debilidad será tendencia en el dólar tanto en el plano internacional como en el mercado cambiario uruguayo.

Foto: Pixabay

El dólar fue uno de los grandes temas económicos de 2023 en Uruguay, más que por su depreciación —mínima en comparación con el valor perdido durante el 2022—, por la incapacidad de corregir el atraso cambiario que, en el país, impactó principalmente en términos de competitividad de las exportaciones. Mientras abre la primera jornada cambiaria de 2024, surgen las preguntas sobre qué podrá pasar con la divisa extranjera en los próximos meses.

Los pronósticos son diversos pero, de fondo, coinciden en un aspecto: el contexto internacional será determinante para marcar el rumbo del mercado cambiario local que, de todas formas, no tiene avizorado un gran desempeño en cuanto al dólar. Las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) serán clave en este sentido, en tanto influyen en el valor de la divisa a nivel global.

El dólar en 2023 siguió el paso marcado a nivel global

A diferencia de lo que ocurrió durante el 2022, cuando el dólar se desplomó un 10,35% mientras la moneda estadounidense en el mundo tenía un comportamiento positivo —una situación que el gobierno adjudicó al ingreso récord de divisas por exportaciones e inversiones—, el año pasado se alineó en mayor medida a lo que ocurrió en los mercados internacionales.

“En el año 2023 el tipo de cambio en el Uruguay siguió casi casi exhaustivamente el comportamiento del dólar en el mundo, no hubo desvíos específicos en el Uruguay, quizás algún desvío hubo en el 2022 pero no en el 2023, o sea que el comportamiento era el de esperar y marca un antecedente para analizar el presente y el futuro”, consideró Ángel Urraburu, presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo, en diálogo con Ámbito.

Esto puede observarse en que tanto a nivel local como global, la divisa tuvo resultados negativos. Si se analiza con mayor detenimiento, la depreciación fue en porcentajes similares: en Uruguay, el dólar cayó un 2,62% en relación a la última jornada cambiaria del 2022; mientras que el índice dólar —el indicador que compara la divisa estadounidense contra otras seis monedas del mundo— acumuló un retroceso anual del 2,14%.

Para el economista y analista financiero, la clave para cualquier lectura o balance está en el hecho de que “en el momento en el que las tasas de interés en Estados Unidos estuvieron en el punto más alto, el dólar no tuvo la fuerza necesaria como para revaluarse”. El mercado, que esperaba algún tipo de recuperación en el tipo de cambio —incluso a pesar de los ajustes permanentes a la baja de sus expectativas—, no obtuvo los resultados proyectados.

“Durante la primera parte del año hubo una tendencia más marcada de apreciación, que luego se revirtió en el último trimestre, manteniéndose relativamente estable sobre el cierre del año”, señaló, por su parte, Giuliano Cantisani, economista de CPA Ferrere; para quien, igualmente, “la variación del peso uruguayo queda a mitad de tabla” en comparación con países de la región.

El diagnóstico sobre qué factores estuvieron detrás de este comportamiento es también similar entre los especialistas consultados por Ámbito: para Cantisani, el “acoplamiento del peso uruguayo a las tendencias internacionales se dio, en parte, gracias a las menores presiones de la política monetaria, así como por una normalización de los flujos de divisas”.

Según Urraburu, todos los factores vinculados con la economía de Estados Unidos fueron determinantes para pensar que no había motivos para “que el dólar fuera a despegar”. Si bien el presidente de la Bolsa de Montevideo consideró que se podrían haber tomado otras medidas en materia de política monetaria, no coincidió con que ésta hubiera sido la mejor opción: “El precio del dólar se fija en el exterior, por razones que en su gran mayoría son exógenas”, sostuvo, en contra de “tratar de alterar eso con una política de tasas, como se reclamó permanentemente”.

En definitiva, el comportamiento del dólar en Uruguay durante el 2023 fue inevitable.

Dólar
El dólar en Uruguay cayó un 2,62% de

El dólar en Uruguay cayó un 2,62% de "punta a punta", en línea con las tendencias internacionales.

La debilidad será tendencia del dólar en 2024

El 2024 no se despliega ante los ojos de los analistas como un año en que cambie la tendencia para el dólar ni en el plano internacional ni en el plano local. De hecho, tal y como señaló Urraburu, “la tendencia a la debilidad del dólar va a venir fuerte de aquí en más, no con una caída estrepitosa sino constante”.

En esto será clave el inicio del recorte de las tasas de interés de referencia en Estados Unidos, que ya adelantó la Fed que será en el entorno a los 75 puntos básicos durante todo el año y que los inversionistas ya pronostican para marzo. “A nivel mundial, el recorte de tasas estadounidenses va a debilitar la moneda de aquel país como pasa en forma permanente con cualquier país que baje las tasas de interés”, expresó el presidente de la Bolsa de Montevideo, en ese sentido.

Desde CPA Ferrere, en tanto, el pronóstico no es tan determinante y esperan “una depreciación moderada del peso” para el año. “A nivel internacional esperamos que el dólar se mantenga relativamente estable. Si bien los recortes de tasas por parte de la Fed podrían propiciar un debilitamiento, el buen desempeño de la economía de Estados Unidos, en particular en relación con otras economías avanzadas, compensaría esto en parte”, explicó Cantisani.

El BCU, otra vez clave en el plano local

Para ambos economistas, la política monetaria del Banco Central del Uruguay (BCU) será clave en el plano local para contrarrestar o compensar el impacto de las medidas de la Fed en el valor del dólar. Esto, en un contexto en el cual el presidente de la entidad, Diego Labat, ya adelantó que el fin del ciclo de recortes podría estar más cerca de lo esperado por algunos actores del mercado.

Al respecto, Cantisani recordó las declaraciones de Labat, pero consideró que “resta ver qué tanto se priorizará el objetivo desinflacionario o si, por el contrario, las presiones sobre la competitividad harán que se tome una postura más laxa”.

Esta postura puede entenderse en la última decisión del Comité de Política Monetaria (Copom) que, en la reunión del pasado 29 de diciembre, decidió un recorte de 25 puntos básicos —para dejar la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 9%— a pesar de que las proyecciones generales señalaban que las tasas se mantendrían sin modificaciones.

Para Urraburu, la política monetaria de Brasil —con una baja de medio punto en la tasa CELIC en cada reunión del Copom brasileño— puede ser el camino a seguir para el BCU. Si bien señaló que los escenarios son diferentes, no entiende como la mejor decisión para “Uruguay el interrumpir el proceso con una tasa de referencia que está 4% por encima de la inflación, que ha mostrado una tendencia a la baja muy marcada”.

“Pienso que hay que contrarrestar por lo menos en algo, un poquito, la tendencia que viene de afuera y bajar un poco más las tasas del mercado local”, concluyó el analista financiero.

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