El dólar en el mercado local cerró con una caída del 1,34% en noviembre y los economistas consultados por Ámbito coinciden en que la tendencia bajista del tipo de cambio podría profundizarse en diciembre, impulsada principalmente por factores globales como el desarme de posiciones en yenes y las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos.
Alberto Landeira, economista especializado en mercados emergentes de Balanz, destacó: "El movimiento del peso acompañó a la región. A modo de ejemplo, el real brasileño se apreció 0,8% y el peso chileno lo hizo 1,6%. Haciendo foco en los factores domésticos, no hay razones para pensar en un repunte del tipo de cambio, ya que las cuentas externas se mantienen sólidas y el crecimiento económico no ha mostrado un desvío relevante del nivel potencial", afirmó.
"El peso seguirá moviéndose en línea con las monedas de la región y es probable una apreciación adicional en diciembre. Cuando decimos que la moneda nacional se aprecia es porque baja el tipo de cambio, en lugar de subir", sentenció Landeira.
El contexto internacional: debilidad del dólar generalizada
Luciano Magnífico, economista de Exante, expresó: "La caída del tipo de cambio en Uruguay en lo que va del 2025 ha estado enmarcada en un contexto de debilitamiento muy generalizado de la divisa norteamericana a nivel internacional. A modo de ejemplo, en la región el dólar mostró descensos de más de 10% frente a las monedas de Colombia, Brasil, México, Paraguay y Perú en dicho período".
"En particular, gran parte de ese debilitamiento del dólar, tanto en Uruguay como a nivel internacional, estuvo concentrado en el primer semestre del año y respondió en buena medida a la imprevisibilidad y a las características de las políticas económicas que llevó a cabo la nueva administración de Donald Trump", señaló Magnífico y luego sumó: "Posteriormente, se verificaron varios meses de relativa estabilidad de la cotización de la divisa norteamericana en el mundo y también a nivel local (período en el cual el dólar osciló en torno a los 40 pesos). Sin embargo, en la última semana esa estabilidad que había venido mostrando la divisa norteamericana se interrumpió, registrándose una caída de más de 1% del tipo de cambio en Uruguay, alineado nuevamente a los movimientos internacionales".
En cuanto a la perspectiva de mediano plazo, el economista de Exante planteó un posible cambio de ciclo. "En términos más amplios, si bien es poco probable que el dólar vaya a perder su posición central en la configuración económica-financiera mundial, hay varios elementos del entorno externo que podrían suponer el inicio de un período de reversión en el ciclo de 'dólar fuerte' que caracterizó la última década", afirmó.
Magnífico reconoció la incertidumbre sobre el cierre de año: "Mantenemos nuestra visión de que debería verificarse una depreciación del peso hacia adelante. Es difícil saberlo..., lo cierto es que la caída del dólar de la semana pasada estuvo concentrada en tres días y ya el lunes se verificó una pequeña suba (0,15%)".
Japón y la Fed: los dos factores clave para diciembre
Adrián Moreira, economista especializado en análisis financiero y trader de Bengochea, comentó: "El comportamiento del dólar a un mes suele responder más a shocks que a fundamentos, los cuales tienden a ser más explicativos en horizontes de mediano y largo plazo. Dicho esto, la dinámica observada en las últimas semanas está más vinculada a factores globales que a elementos locales".
Sobre el frente doméstico, Moreira indicó: "A nivel doméstico, si bien el Banco Central del Uruguay (BCU) recortó en 25 puntos básicos la tasa de referencia, la medida no fue sorpresiva, dado que el organismo viene señalando su intención de llevar la Tasa de Política Monetaria (TPM) hacia niveles neutrales. Esto ya se refleja en los rendimientos de las letras, que prácticamente no se vieron afectados por el ajuste".
El economista identificó a Japón como el factor externo más relevante para entender la caída reciente del dólar. "En el plano internacional, el pasado 20 de noviembre se registró que la tasa a 10 años de Japón superó el 1,8%, lo que inmediatamente derivó en una caída del índice dólar. Es importante recordar que el yen ha sido utilizado durante mucho tiempo como moneda de financiamiento para invertir en otras divisas con mayores retornos", señaló.
Moreira agregó que la tendencia se profundizó en las últimas horas. "Se dio otro hito: la tasa a 2 años de Japón superó el 1%, intensificando la presión bajista sobre el dólar. Esto mantiene a los inversores atentos a si el Banco de Japón finalmente lleva a la práctica lo que viene anticipando respecto a nuevas subas en la tasa de financiamiento", indicó.
"Otro evento relevante de diciembre será la reunión de la Fed. Si bien no existe consenso pleno, el escenario con mayor probabilidad actualmente es un recorte de 25 puntos básicos. En caso de concretarse, la corrección del dólar sería más moderada; mientras que un recorte mayor o la ausencia de recorte generaría una sorpresa que podría llevar a una corrección más pronunciada", proyectó.
Moreira sintetizó las presiones sobre el dólar: "Por lo tanto, ya sea por el desarme de posiciones vinculadas al financiamiento en yenes o por perspectivas de menores rendimientos en Estados Unidos, ambos factores apuntan a un debilitamiento del dólar frente al peso en el corto plazo, siempre y cuando no se observen flujos de capital significativos en el mercado local".
¿El BCU podría intervenir en el mercado de cambios?
Sobre la posibilidad de que el BCU intervenga para frenar la apreciación del peso, Moreira fue claro: "El BCU no ha mostrado recientemente una postura activa de intervención en el mercado de divisas y en el mediano plazo existen fundamentos macro que apuntan a un fortalecimiento del dólar frente al peso. Por esta razón, no considero probable que el BCU intervenga con el objetivo de proteger la competitividad".
Sin embargo, el economista reconoció que existe un umbral psicológico que el mercado estará monitoreando. "Respecto a si existe un 'piso' para el tipo de cambio, es evidente que, desde el punto de vista psicológico, una caída por debajo de 39 pesos podría generar cierto nerviosismo en el mercado, lo que eventualmente podría profundizar la tendencia", advirtió.
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