18 de junio 2025 - 11:39

Cómo importar un Tesla: cuánto costará traerlo a la Argentina y qué requisitos son necesarios

La idea se desprende del régimen impulsado por el Gobierno, que habilita la llegada de vehículos a nuestro país sin intermediarios.

Un Tesla podría traerse a la Argentina, pero habrá que tener en cuenta los gastos de importación

Un Tesla podría traerse a la Argentina, pero habrá que tener en cuenta los gastos de importación

El Gobierno presentó un régimen simplificado que habilita la importación directa de vehículos por parte de particulares, sin la intermediación de concesionarios oficiales ni terminales automotrices.

La medida fue anunciada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y contempla tanto autos nuevos como usados, así como vehículos de trabajo, incluyendo camiones y maquinaria para sectores industriales como minería o petróleo.

Durante la presentación, Sturzenegger indicó que el nuevo esquema se basa en la equivalencia de normas internacionales. Bajo este criterio, si un vehículo puede circular legalmente en países como Estados Unidos o miembros de la Unión Europea, debería poder hacerlo también en la Argentina. El procedimiento se simplifica: en lugar de gestionar una licencia de importación específica, el usuario deberá cumplir con una Verificación Técnica Vehicular (VTV) nacional.

Este régimen se enmarca en un conjunto de medidas orientadas a reducir restricciones en el comercio exterior y facilitar el acceso a bienes importados, con potencial impacto tanto en el consumo individual como en la producción industrial. Sin embargo, para su implementación práctica, aún se requiere la publicación de una reglamentación técnica que detalle el funcionamiento del nuevo sistema.

Cómo importar un Tesla: cuánto costará traerlo a la Argentina y qué se necesita para tenerlo

Un ejemplo utilizado para estimar los costos de aplicación es el del Tesla Model Y, un automóvil eléctrico de origen extrazona que no se fabrica en países con acuerdo comercial preferencial con Argentina. En Uruguay, su precio con IVA alcanza los USD 69.900. Al eliminar el 22% correspondiente al IVA local, se obtiene un valor FOB aproximado de USD 57.295, que sirve como base para calcular los cargos adicionales de importación.

Sobre ese valor, se aplican distintos costos:

  • Flete y seguro internacional: USD 2.500

  • Arancel de importación (35%): USD 20.053

  • Tasa estadística (3%): USD 1.719

  • Logística interna: USD 1.000

  • Cargos impositivos provinciales y nacionales: aproximadamente 10% del subtotal

  • IVA (21%): USD 19.073

El total estimado, con impuestos y cargos incluidos, asciende a USD 109.896 para la importación particular de este modelo, sin contar eventuales ajustes por homologación o trámites administrativos.

A pesar del anuncio, el régimen aún no se encuentra operativo. La Secretaría de Industria y Comercio debe definir aspectos técnicos clave para su aplicación. Hasta que eso ocurra, el proceso de importación individual continúa vigente bajo los marcos tradicionales, que exigen la obtención de la Licencia de Configuración de Modelo (LCM) y la Licencia de Configuración Ambiental (LCA). Estos certificados, gestionados por el INTI y la Subsecretaría de Ambiente, respectivamente, suelen estar reservados a terminales o importadores profesionales debido a su complejidad.

El nuevo régimen busca reemplazar la LCM por un Certificado de Seguridad Vehicular (CSV), que permitiría validar automáticamente modelos que cumplen con normas técnicas internacionales ya reconocidas en la Argentina. Esta modificación fue introducida mediante el decreto 196/2025, que también actualizó aspectos de la Ley Nacional de Tránsito.

Más allá de los costos, existen factores técnicos a considerar. En muchos casos, los vehículos deben ser adaptados a las condiciones locales en materia de emisiones, calidad de combustibles o requerimientos de seguridad. Argentina adopta actualmente el estándar Euro 5, por lo que modelos que no cumplan con este nivel podrían enfrentar restricciones para circular.

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Un ejemplo utilizado para estimar los costos de aplicación es el del Tesla Model Y, un automóvil eléctrico de origen extrazona que no se fabrica en países con acuerdo comercial preferencial con Argentina.

Un ejemplo utilizado para estimar los costos de aplicación es el del Tesla Model Y, un automóvil eléctrico de origen extrazona que no se fabrica en países con acuerdo comercial preferencial con Argentina.

El régimen también proyecta un sistema de homologación abierta, con información pública sobre las especificaciones técnicas de cada vehículo. En caso de importar unidades que no estén disponibles oficialmente en el país, los usuarios deberán gestionar la documentación necesaria con el fabricante o autoridades del país de origen para certificar el cumplimiento de normas vigentes.

No todos los modelos vendidos en el exterior cumplen automáticamente con los requisitos argentinos. Por ejemplo, algunas variantes no incorporan control de estabilidad (ESP), que es obligatorio a nivel nacional. Por lo tanto, un vehículo aprobado en Europa podría no recibir la autorización local si su versión no incluye los elementos de seguridad requeridos.

Otra variable a considerar es el acceso a repuestos y servicios técnicos. En caso de importar un modelo que no cuente con representación local, la reparación de averías podría depender del envío internacional de piezas, lo cual afecta tanto el costo como el tiempo de resolución. Esta situación también impacta en la contratación de seguros, ya que algunas compañías aplican primas elevadas o restringen la cobertura a daños a terceros.

El Gobierno también evalúa la posibilidad de ampliar el régimen para facilitar la importación de vehículos usados bajo condiciones particulares. Esta opción podría ser de interés para usuarios que buscan modelos no comercializados localmente, aunque implica mayores desafíos operativos.

En sectores como la minería o el petróleo, la posibilidad de importar camiones y maquinaria usada representa una oportunidad para reducir costos. De acuerdo con estimaciones oficiales, algunas empresas podrían disminuir en hasta un 40% sus gastos operativos mediante este mecanismo.

Por el momento, la aplicación del régimen depende de la publicación de la reglamentación correspondiente. Desde el Ministerio indicaron que el texto técnico estaría disponible en el corto plazo, aunque la demora ya supera el mes desde la firma del decreto.

El caso del Tesla Model Y permite visualizar el costo total estimado de la importación particular: más de USD 109.000, con una estructura de gastos centrada en impuestos, flete y logística, además del valor original del vehículo. La implementación definitiva del nuevo régimen determinará si este tipo de operaciones se vuelven más frecuentes o continúan siendo casos aislados.

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