16 de junio 2025 - 00:00

Inflación: qué prevé el Gobierno y el mercado tras la fuerte desaceleración de mayo

Las proyecciones internas del Ministerio de Economía son más optimistas. En medios privados se plantean dudas por el nivel del tipo de cambio, toda vez que el dólar es un referente clave para la fijación de los precios.

El Gobierno mantiene “planchado” el tipo de cambio favoreciendo una menor inflación, aunque las autoridades también señalan que no apuestan a que el dólar se vaya al piso de la banda.

El Gobierno mantiene “planchado” el tipo de cambio favoreciendo una menor inflación, aunque las autoridades también señalan que no apuestan a que el dólar se vaya al piso de la banda.

Tras la desaceleración registrada en el índice de Precios al Consumidor del mes pasado -pasó de 2,8% en abril a 1,5% en mayo-, en fuentes del Gobierno se pone énfasis en el contexto en el que se logró esta menor inflación. Se trata de la variación más baja en cinco años en momentos en que la actividad económica -destacan- se encuentra en plena expansión, creciendo a razón del 6% anual. La última vez que el indicador se ubicó en 1,5% fue en mayo de 2020, pero en una situación muy diferente ya que en aquel entonces la pandemia de coronavirus llevó a una parálisis que impuso un freno a los precios. Si se deja de lado la pandemia, hay que remontarse a noviembre de 2017 para encontrar una variación menor (1,4%).

Un segundo aspecto que remarcan en el Palacio de Hacienda es que la variación del Índice de Precios al Consumidor disminuyó en coincidencia con el levantamiento de restricciones cambiarias. Si bien el cepo se sigue manteniendo para operaciones de las empresas, la liberación de los controles para personas físicas no provocó -como algunos temían- una disparada del dólar y, en consecuencia, un aumento en la inflación, cuando, por el contrario, se mantuvo estable.

Además, y no menos importante, puntualizan que la inflación sigue bajando a pesar del proceso de corrección de precios relativos que vienen realizando las autoridades. Se acaba de conocer un informe de la Universidad de Buenos Aires en el que se señala que la inflación intermensual de los servicios superó la de los bienes en once de los doce meses del primer año de gobierno, lo que hizo que los servicios se encarecieran aproximadamente un 33% en términos relativos.

A favor del menor aumento del IPC en el mes pasado jugaron algunos productos estacionales. Por caso, el precio de la lechuga cayó 25% en mayo con relación a abril, en tanto que la papa retrocedió 8%.

También se observa un menor apuro por continuar con la recomposición tarifaria con demoras en los aumentos de servicios como el gas que contribuyeron a la desaceleración del índice.

Desde una perspectiva mayor, considerando el último año, los precios de distintos productos muestran variaciones significativas. Ámbito seleccionó algunos para el área del Gran Buenos Aires y se observa que, contra una suba del índice global de 43%, en los últimos doce meses la carne se ubica entre los rubros con mayores aumentos -el asado subió 68%- junto con los huevos de gallina -con un incremento de 56%-. En el otro extremo, el arroz blanco se abarató 20% y el precio de la lechuga cayó 14%.

Precios de mayo (CABA).png

Inflación y dólar: las perspectivas

Más allá de afirmar que en algún momento la inflación “se desplomará” por la política de restricción monetaria, el Gobierno es renuente a hacer pronósticos. Con todo, en el proyecto de presupuesto 2025 (no aprobado) se contemplaba una suba de los precios de 18,3%. En lo que va del año, es decir a mayo, la inflación acumula 13,3%. Así, para no pasar esta meta tendría que subir 4,5% en los meses que faltan, a razón de 0,6% mensual.

El consenso de los economistas no cree que la inflación vaya a ser tan baja en los próximos meses, pero sí anticipa una trayectoria descendente. La última proyección del Relevamiento de Expectativas de Mercado (que incluye los pronósticos de las principales consultoras y entidades) prevé que el año termine con una inflación de 28,6% con tasas mensuales pasando de 1,9% en junio a 1,6% en noviembre.

Las proyecciones internas del Ministerio de Economía son más optimistas, según ha trascendido, con variaciones decrecientes que ubicarían la inflación mensual en torno de 1% a fin de año.

A favor de la creciente estabilidad de los precios juega la política de equilibrio fiscal y restricción monetaria que mantiene el Gobierno. Sin embargo, en medios privados se plantean dudas por el nivel del tipo de cambio, toda vez que el dólar es un referente clave para la fijación de los precios.

La historia reciente muestra que cuando el valor del dólar se ubicó (a precios de hoy) por debajo de los $ 1.000 se produjeron tensiones cambiarias que dieron lugar a correcciones, como sucedió en 2014 o 2018.

Apelando al endeudamiento, la conducción del Ministerio de Economía evita intervenir en el mercado de cambios con el objetivo de recomponer reservas mediante la compra de dólares del superávit comercial. De esta forma se mantiene “planchado” el tipo de cambio favoreciendo una menor inflación, aunque las autoridades también señalan que no apuestan a que el dólar se vaya al piso de la banda.

No obstante, los operadores están atentos a lo que pueda suceder las próximas semanas cuando tienda a menguar la oferta del sector agropecuario, por razones estacionales, y posiblemente suba la demanda de divisas por motivos de cobertura como suele suceder en la antesala de procesos electorales. Y más aún si los inversores perciben que el dólar está barato.

Precios anuales (GBA).png

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