El universo de los superdeportivos europeos perdió a uno de sus jugadores más singulares: la automotriz alemana Isdera, reconocida por su producción artesanal y modelos de lujo, cerró sus puertas tras declararse en quiebra. Con más de cuatro décadas de trayectoria y apenas un centenar de autos fabricados, la firma se despidió del mercado sin poder adaptarse a la nueva era de electrificación y globalización industrial.
Quebró una histórica automotriz alemana de lujo, con modelos de culto
La firma presentó la quiebra tras más de 40 años de producción exclusiva; el legado del Commendatore 112i y la fallida apuesta por la electrificación.
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Con la firma en proceso de liquidación, los pocos modelos que circulan hoy en el mercado serán aún más codiciados por coleccionistas y fanáticos del automovilismo clásico.
Según informó el medio alemán Auto Motor und Sport, la empresa presentó su solicitud de insolvencia ante el Tribunal de Distrito de Saarbrücken, donde se nombró al abogado Thomas Becker como administrador concursal. Hasta el momento, no hubo declaraciones oficiales de la compañía.
Una marca de culto, lejos de los concesionarios
Fundada en 1982 por el ingeniero Eberhard Schulz, ex Mercedes-Benz y Porsche, Isdera se destacó desde sus inicios por su propuesta única: autos deportivos hechos a mano, sin publicidad ni intermediarios. Para adquirir un modelo, era necesario contactar directamente con la empresa, y los precios partían de los 400.000 euros.
Cada unidad se fabricaba bajo pedido, con un enfoque obsesivo en la ingeniería de precisión, el diseño aerodinámico y los motores de alto rendimiento de Mercedes-Benz. El modelo más emblemático fue el Commendatore 112i, lanzado en 1993 y nombrado en homenaje a Enzo Ferrari. Equipado con un motor V12 M120 de 6 litros —el mismo que luego usaría Pagani—, alcanzaba los 340 km/h y fue considerado una joya de la mecánica alemana.
Fallido intento de modernización y final anunciado
En los últimos años, Isdera intentó reinventarse con el respaldo de empresas chinas como WM Motor y Xinghui Automotive. Incluso inauguró en 2024 un centro de desarrollo en China y lanzó su última creación: el Commendatore GT, un modelo eléctrico que no logró captar al público ni revertir la crítica situación financiera.
El cierre de la marca representa el final de una empresa que se resistió a la estandarización, apostando por el diseño exclusivo y la atención al detalle. Entre sus modelos más recordados figuran también el Spyder 036i, el Imperator 108i y el radical AK 116i, equipado con dos motores V8 y un consumo de 40 litros cada 100 kilómetros.
¿Qué pasará con los autos de IsdeCommendatore 112ira?
Con la firma en proceso de liquidación, los pocos modelos que circulan hoy en el mercado serán aún más codiciados por coleccionistas y fanáticos del automovilismo clásico. Expertos anticipan una fuerte revalorización de estas unidades únicas, que ya son consideradas piezas de museo por su rareza y su historia.
Isdera se despide como una de las últimas automotrices que apostó por la artesanía mecánica, la exclusividad sin concesiones y la tradición europea. Su legado, aunque breve en volumen, deja una huella inconfundible en la historia del auto de lujo.
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