28 de julio 2025 - 08:06

Dólar, inflación, consumo y empleo: las luces de alerta en el plan económico, según Carlos Melconian

El economista cuestionó la falta de flotación real del dólar, alertó por los altos precios en moneda dura y apuntó contra el deterioro del consumo, los salarios y la informalidad laboral.

Lejos del tono catastrofista, Melconian no habló de una corrida cambiaria inminente ni de un colapso.

Lejos del tono catastrofista, Melconian no habló de una corrida cambiaria inminente ni de un colapso.

Carlos Melconian volvió a poner en duda uno de los pilares del plan económico del gobierno de Javier Milei: el esquema cambiario. Con un tono crítico pero sin alarmismo, el expresidente del Banco Nación advirtió que el tipo de cambio actual “no es de verdad flotante” y que la economía argentina se está volviendo “inusualmente cara en dólares”, un fenómeno que, según dijo, es insostenible en el tiempo.

“El dólar tiene un problema, sin histeria ni tragedia, pero hay que saber manejarlo”, sentenció el economista en declaraciones televisivas. Y, con una metáfora para describir la situación, comparó al equipo económico con un piloto de Fórmula 1: “¿Saben manejar los que van a 300 kilómetros por hora? Sí. Pero igual te podés ir a la banquina”.

Argentina cara en dólares: un síntoma de desequilibrio

Uno de los puntos que más preocupación genera, según Melconian, es el encarecimiento de los bienes y servicios medidos en dólares. “Argentina es el segundo país que más turistas manda a República Dominicana. La barra de Boca se fue a Miami. El peluquero en dólares es caro”, ironizó para ilustrar el fenómeno de precios distorsionados en moneda extranjera.

Para el economista, esta situación refleja un atraso cambiario, aunque evitó usar ese término por razones políticas. “Decir ‘atraso’ es como meterle el dedo al que está gobernando”, lanzó, pero remarcó que el país “no puede pasar de ser barato para los vecinos a caro en apenas un año y medio”.

El fantasma del dólar a $2.000

Melconian comparó la situación actual con los inicios del kirchnerismo. Recordó que Néstor Kirchner asumió con un tipo de cambio equivalente a “$2.000 de hoy” y que, con ese dólar, “seríamos Gardel”. En cambio, el Gobierno actual arrancó “con $3.000 o más” y, a su juicio, “se le fue la mano antes de tiempo”.

“El valor del dólar hoy no es necesariamente flotante ni libre. Si esto corriera un poquito para arriba, sería mejor”, sugirió, en una implícita recomendación de ajustar el tipo de cambio para corregir los desequilibrios.

El costo social del modelo: consumo en baja y salarios debilitados

Más allá del dólar, Melconian también se refirió al impacto que el actual esquema económico está teniendo sobre el consumo y el poder adquisitivo. “Lo vinculado al poder de compra, la informalidad, el sector público y los jubilados lo veo mal”, afirmó. Y advirtió por un freno en el crédito al consumo: “Puede entrar en un letargo porque empiezan a crecer los montos ya prestados y aparece una incipiente morosidad”.

También criticó el argumento oficial que sostiene que los salarios en dólares son competitivos en la región: “Decir que los jubilados en dólares son los que más ganan en Latinoamérica resta confianza. No porque sea mentira, sino porque comen acá en pesos. No lo digan más, va contra la gente de abajo”.

Informalidad laboral récord y desafíos estructurales

Por último, el exfuncionario alertó por el crecimiento del empleo informal. “Nunca hubo tantos trabajadores informales como ahora. Eso lo reactivás con crecimiento y actividad. El informal depende de la macro”, explicó.

Melconian dejó en claro que, más allá de los logros fiscales del Gobierno, la economía argentina enfrenta una prueba de fondo. “Es como que te pregunten si estudiaste para la prueba y vos digas que sí, pero todavía no te la tomaron. Vas a tener que dar la prueba”, graficó.

Lejos del tono catastrofista, Melconian no habló de una corrida cambiaria inminente ni de un colapso. Pero sí planteó que el actual programa económico enfrenta desafíos clave, especialmente en su frente cambiario y en los efectos sociales que ya se sienten con fuerza. Su crítica pone en cuestión uno de los principales postulados del plan Milei: que el mercado cambiario puede regularse solo.

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