19 de septiembre 2021 - 00:00

Presupuesto 2022: ¿Por qué los analistas consideran difícil de cumplir algunos gastos?

Los especialistas que dialogaron con Ámbito remarcaron los límites para conseguir financiamiento que tiene Argentina y la sobreestimación en algunos puntos del proyecto de ley enviado por Martín Guzmán.

MARTÍN GUZMÁN
NA

En medio de los cuestionamientos a su política fiscal desde un sector del propio oficialismo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, envió al Congreso el proyecto de Ley de Presupuesto. En los papeles se proyecta una importante aceleración del gasto en lo que queda del año, que los analistas consideran difícil de cumplir teniendo en cuenta las limitaciones para conseguir financiamiento y la sobreestimación de las erogaciones en obra pública. Asimismo, se estima una reducción del déficit para el año que viene, que en la realidad podría ser aun más significativa según algunos especialistas.

Los números plasmados por Guzmán en el Presupuesto proyectan un déficit fiscal primario equivalente al 4% del PBI en 2021. Cabe recordar que hasta agosto el “rojo” del Tesoro fue de apenas 1% sobre el PBI, por lo cual podría gastar hasta tres puntos del producto de acá a diciembre.

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Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los desembolsos del Sector Público Nacional deberían crecer un 7,3% anual en términos reales en los próximos meses; de acuerdo con el proyecto en manos del Poder Legislativo, resalta particularmente un crecimiento estimado del 224% en el gasto de capital (obra pública).

"Parece bastante sobreestimado el déficit para este año, sobre todo considerando el gasto de capital, que es muy difícil de ejecutar teniendo en cuenta que implica licitar obras, llevarlas a cabo, y eso lleva tiempo", explicó a Ámbito el Jefe de Investigación de la consultora Ecolatina, Joaquín Waldman.

El economista agregó que el 4% también parece difícil de alcanzar cuando se tienen en cuenta los límites al financiamiento.

“El margen para expandir el gasto está completamente determinado por la posibilidad de endeudarse, por un lado, y de emitir, por el otro. En cuanto al endeudamiento, Economía viene de meses complejos en los cuales consiguió un roll-over menor al deseado, y no está claro que vaya a haber una mejora de acá en adelante. Respecto de la emisión, la inyección de pesos por parte de la autoridad monetaria no está tan lejos del límite legal (aunque un DNU sacado por el Gobierno este sábado flexibilizó este límite)", profundizó.

En sintonía con esta visión, desde Quinquela Fondos afirmaron que el aumento en el gasto era previsible “pero no con esta magnitud”. La sociedad de bolsa advierte que si se avanza en ese sentido "pueden surgir problemas de financiamiento ya que la asistencia del BCRA puede no ser suficiente".

En ese sentido, detallaron que se necesitarían otras fuentes financieras netas por casi $70.000 millones mensuales, que podrían surgir de deuda pública, de la venta de DEGs al Central o de créditos de organismos internacionales. “En todos los casos, lo vemos como un escenario forzado y con fuertes implicaciones monetarias y financieras. Por eso vemos como probable que no se llegue a 4% de déficit primario en 2021”, sentenciaron.

Hasta fin de año, el Tesoro tiene que cubrir cerca de $1,5 billones de vencimientos en pesos. En este marco, un informe de Fernando Marull y Asociados (FYMA) sostuvo que “asumiendo que logra un buen nivel de roll-over conservador (100%), la emisión monetaria igual sería de casi $1 billón, lo cual representa un 30% de la Base Monetaria actual". "Es mucho”, aseguraron en la entidad.

El IARAF recordó en su trabajo que en los primeros siete meses de 2021 el gasto se contrajo un 9,2% real en comparación con el mismo período de 2020. Las partidas que más cayeron fueron la de los intereses de deuda y la de las transferencias corrientes, esta última debido a que había sido la de mayor incremento el año pasado en concepto del paquete fiscal expansivo por el Covid-19.

Esta fue una de las razones que alimentó la tensión interna dentro del oficialismo, desatada a partir del adverso resultado electoral en las PASO; la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner le criticó a Guzmán no haber sostenido el nivel de gasto en este contexto recesivo, tal como se hizo en otras partes del mundo, y le reclamó ejecutar la totalidad del déficit presupuestado para este año.

Por su parte, el presidente Alberto Fernández mencionó un informe del ex viceministro de Economía, Emanuel Álvarez Agis, que asegura que "es imposible caracterizar al gasto de 2021 como un ajuste" ya que el gasto real se expandió 12% anual si se excluyen los gastos por Covid realizados en 2020. Asimismo, plantea las dificultades para realizar una política contracíclica en Argentina considerando el bajo nivel de reservas y explica que la alternativa para financiar un mayor gasto en seguridad social solo podría ser viable achicando los subsidios a las tarifas.

En cuanto a los ingresos de acá a diciembre, se espera una significativa desaceleración explicada fundamentalmente por una merma en la suba de los ingresos tributarios y la desaparición de los recursos por el Aporte Solidario, parcialmente compensada por mayores ingresos en concepto de la seguridad social. Las correcciones reflejadas en el nuevo presupuesto indican que los ingresos deberían trepar 2,1% real en el final de 2021, cuando habían crecido 21,3% en la primera parte del año.

Para 2022 el Gobierno estima un déficit de aproximadamente $2 billones, equivalente al 3,4% del PBI. Al respecto, Federico Furiase, Director de Anker Latinoamérica, sostuvo que se trata de "un número para negociar con el FMI". "El Presupuesto estima un deslizamiento del tipo de cambio del 28% y un superávit comercial, con lo cual tiene que haber una baja en la brecha. Todo eso depende de que haya un acuerdo con el FMI que genere expectativas positivas. Con un déficit de 3,4% no va a a ser tan fácil generar expectativas positivas", explayó.

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El déficit se financiaría en un 36,5% a través de emisión monetaria del Banco Central, por lo cual el 63,5% debería financiarse vía deuda en moneda local. De este modo, el financiamiento a través de la autoridad monetaria se achicaría significativamente, de un estimado para este año de 4,2% del PBI a una cifra de 1,8% para el período siguiente.

“El monto de Adelantos Transitorios del BCRA es pequeño e implicaría una caída anual importante, lo cual deja un bache importante sin financiar que en el Presupuesto está cubierto por colocaciones de deuda intra sector público y por muchos desembolsos de organismos. Este último es el componente que más llama la atención. El exceso de desembolsos de organismos por sobre los pagos de capital a los mismos es de alrededor de u$s12.500 millones. Es un monto enorme", detalló Waldman.

Por su parte, Marull alertó que "el Gobierno no podrá fallar en las licitaciones en 2022, por lo cual esto puede implicar una suba de tasa de interés por parte del Tesoro", y destacó que "no se prevén pagos al FMI, por lo que se asume que habría arreglo, seguramente en el primer trimestre del año que viene".

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Los lineamientos del presupuesto plantean que la reducción del “rojo” sería traccionada, del lado de la recaudación, por el dinamismo de la actividad económica que generaría una mayor base imponible y una mejora en los ingresos tributarios. A su vez, se espera una recuperación del empleo, que incrementaría los recursos por la seguridad social.

Los recursos estimados por seguridad social se ven un poco elevados, con un incremento interanual de 22 puntos sobre la inflación. Resulta llamativo que esa suba no se vea acompañada por una suba parecida en jubilaciones teniendo en cuenta que la nueva fórmula de movilidad incorpora los recursos de ANSES ”, expresó el integrante de Ecolatina.

Del lado de los gastos, se espera que la reducción en subsidios económicos contribuya a reducir el déficit, lo cual sería contrarrestado por un nuevo aumento del gasto en capital para generar empleo e incentivar la reactivación de la economía, que también le resulta excesivo a los especialistas.

En Quinquela aseguran que el Gobierno tiene margen para alcanzar un déficit menor al presupuestado para 2022 en caso de que la inflación sea mayor al 33% estimado, ya que esto haría crecer los recursos tributarios.

Mientras tanto, en medio de la tensión política, desde el Ministerio de Economía caracterizaron al Presupuesto como expansivo debido a que "proyecta una incremento del gasto primario en términos reales, contribuye a la estabilización macroeconómica, y contempla una reducción del déficit por una mejora esperada en la recaudación, con un sistema tributario más progresivo y sensato, y una baja sustancial en el pago de intereses de deuda gracias a la reestructuración histórica de Argentina en 2020".

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