1 de abril 2011 - 00:00

Dueño de secretos

Musa Kusa, de 59 años, fue nombrado canciller de Libia en marzo de 2009. Como tal fue el encargado de anunciar el 18 de marzo un alto el fuego en un intento desesperado de evitar que la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad se tradujera en un ataque al país.

Junto a Muamar Gadafi y los hijos de éste, es uno de los altos funcionarios investigados por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y lesa humanidad, en relación con la brutal represión de las protestas que comenzaron en febrero.

Anteriormente había dirigido los servicios secretos, lo que lo puso en la mira en el tiempo en que Occidente acusaba al régimen de promover el terrorismo. En 1999 Libia entregó a dos agentes acusados del atentado de Lockerbie (270 muertos, Escocia 1988) y en 2003 aceptó la responsabilidad de éste y de otros atentados, indemnizó a los familiares de las víctimas y renunció a sus programas de fabricación de armas de destrucción masiva.

Se cree que su influencia fue clave en esas decisiones.

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