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Ganan espacio islamistas en el Egipto ‘‘libre’’
Los líderes pro democracia planean que un millón de personas salgan hoy a las calles para una «marcha de la victoria», para celebrar la caída de Hosni Mubarak, y quizás recordar a los generales que ahora están a cargo que fue el poder de las calles el que puso fin al mandato del presidente.
La vida en Egipto aún está lejos de la normalidad cuando han pasado seis días desde la caída de Mubarak, de 82 años. Hay tanques en las calles, los bancos continúan cerrados, hay protestas laborales a las que el fervor revolucionario ha dado voz y las escuelas están cerradas.
«El Alto Consejo Militar volverá a poner las cosas en el buen camino, pero ayúdennos», dijo el vocero del Ejército, el general Ismail Etmaan, a la televisión estatal a última hora del miércoles, pidiendo a los egipcios que dejen de realizar huelgas y vuelvan a trabajar.
«Las Fuerzas Armadas no tienen futuras ambiciones y quieren entregar el poder a los partidos civiles cuando sean fuertes, de modo que no colapsen», añadió.
La Hermandad Musulmana tiene un representante en el comité que está reescribiendo la Constitución, y también está en un consejo creado por activistas para proteger la revolución. Dijeron que crearán un partido político tan pronto como las leyes lo permitan y otros también lo harán.
El portavoz del grupo apareció en la televisión estatal hace unos días, la primera vez que el movimiento islamista prohibido durante la era Mubarak lo hace. Tras mostrarse tímidos en los primeros días del levantamiento, claramente piensan que ahora es seguro salir a la luz.
Washington ve con recelo a la Hermandad Musulmana, pero es considerado el único bloque realmente organizado en Egipto y se calcula que podría ganar hasta un 30 por ciento de los votos en elecciones libres.
En otra señal de transformación de la política egipcia, al-Gamaa al-Islamiya (Grupo Islámico), que levantó armas contra el Gobierno de Mubarak en la década del 90 y fue aplastado por fuerzas de seguridad, tuvo su primera reunión pública en 15 años.
El Alto Consejo Militar, que asumió el poder tras la salida de Mubarak, estaba ayer bajo presión de los activistas que demandan una inmediata liberación de los prisioneros políticos y el fin del estado de excepción.
En el plano económico, el Gobierno interino recortó el pronóstico de crecimiento a entre un 3,5 y el 4 por ciento de alrededor de un 6 por ciento luego del popular levantamiento.
La Bolsa de Egipto estuvo cerrada tres semanas tras caer en picada cuando comenzó la revuelta.
Agencia Reuters
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