En la última jornada de la convención nacional demócrata que culminó ayer en Filadelfia, la exsecretaria de Estado fue presentada en el escenario por su hija Chelsea. "Estados Unidos está una vez más en un momento crucial. Fuerzas poderosas amenazan con separarnos. Los lazos de confianza y respeto se deshilachan. Y al igual que nuestros fundadores, no tenemos garantías. Realmente, depende de nosotros", sostuvo ante la sala repleta. "Tenemos que decidir si vamos a trabajar juntos para que todos podamos juntos salir adelante", insistiría la también ex primera dama.
En cuanto a la seguridad nacional, Clinton sostuvo que todo el que ve las noticias cada día es consciente de las "amenazas" y "turbulencias" a las que el país se enfrenta.
"De Bagdad a Kabul, de París a Niza y Bruselas, de San Bernardino a Orlando, estamos lidiando con enemigos decididos que deben ser derrotados. No hay duda de que los ciudadanos están ansiosos y buscando tranquilidad, buscando un liderazgo firme", enfatizó.
En el plano económico, Clinton adelantó que su "misión principal" como presidenta será "crear más oportunidades y mejores trabajos con salarios más altos" dentro del país. "Desde mi primer día en el cargo hasta el último. Especialmente en lugares que por mucho tiempo quedaron afuera", detalló. "Cada generación de estadounidenses se ha unido para hacer a nuestro país más libre, justo y fuerte -aseguró-. Ninguno de nosotros puede hacerlo solo. Por eso somos más fuertes juntos", dijo, y desató el aplauso de la audiencia.
Será la primera vez que una mujer dispute la presidencia de Estados Unidos en representación de uno de los dos grandes partidos políticos. Para tal hazaña, la que fue secretaria de Estado recibió el apoyo de su exjefe, el presidente Barack Obama, en el que fue uno de los discursos más esperados de la convención de cuatro días. "Puedo decir con confianza que nunca hubo un hombre o una mujer más calificado que Hillary Clinton para servir", sostuvo. "¡Vamos a llevarla a la victoria este año, porque es lo que el momento pide!", subrayó.
Por su parte, el expresidente Bill Clinton (1993-2001) pronunció un largo discurso en el cual narró la historia de su relación con Hillary, en un testimonio muy personal con el que se propuso dar una imagen cálida (ver nota aparte) de la ahora candidata a presidente.
El partido espera ahora lograr la continuidad en la Casa Blanca, esta vez con una agenda mucho más progresista que la promovida entonces por Obama en la campaña de 2008. Esta inclinación se debe al peso del senador por Vermont, Bernie Sanders, que batalló su lugar en las primarias hasta último minuto y logró movilizar a los sectores más jóvenes de la sociedad. Quien fuera la gran sorpresa de las internas demócratas condicionó su respaldo a Hillary -a quien fustigaba por sus nexos con el establishment político y económico- a incluir en el programa oficial varias de sus reivindicaciones.
Ámbito Financiero y agencias |
Reuters y AFP
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