2 de noviembre 2012 - 00:00

Los diez volcanes con más fama en el mundo

Provoca una curiosa fascinación que en ciertas montañas haya una grieta por la que salen o han salido humo, llamas y materia incandescente que surge del interior de la tierra. Acaso por eso hay tours que llevan a conocer el cráter que existe en la cumbre, por donde estallan las erupciones y a veces se puede ver el magma hirviente. Hay volcanes famosos por las catástrofes que provocaron, otros porque se consideran pasajes místicos.

Los diez volcanes con más fama en el mundo
Vesubio, Italia

Sepultó las ciudades de Pompeya, Herculano y Stabila en agosto del año 79 de nuestra era. Está frente a la bahía de la ciudad de Nápoles. Mide 1.871 metros de altura. Está considerado como uno de los volcanes más peligrosos del mundo, porque en sus alrededores viven unos 3 millones de personas y sus erupciones han sido violentas; es la zona volcánica más densamente poblada del mundo. Los griegos y los romanos lo consideraban un lugar sagrado dedicado al héroe y semidiós Heracles/Hércules, del cual tomó el nombre la ciudad de Herculano, en la base del monte.



Tambora, Indonesia

Es el volcán que más muertes ha causado en la Historia. Se estima que ha matado a unas 90.000 personas con la erupción de 1815, y los gases que desprendió al arrojar a la atmósfera un millón y medio de toneladas de polvo. Tras su erupción, la temperatura mundial descendió por la reducción de la luz del sol. En el año 2004, una expedición arqueológica descubrió restos de civilización destruidos por la erupción de 1815. Al yacimiento se lo conoce como la Pompeya del Este, dado que los restos están cubiertos por una capa de cenizas que los ha mantenido intactos.



Puyehue, Chile

No es famoso para el mundo, pero sí para la Argentina y Chile. En nuestro país afectó a una de las más prestigiosas zonas turísticas, la Patagonia. El 4 de junio de 2011, cuando comenzó su erupción, cambió la historia de la bellísima Villa La Angostura: las cenizas sepultaron literalmente al pueblo, y recién en los últimos meses está volviendo a resurgir. Pero las cenizas que emitía el volcán llegaron hasta Buenos Aires y provocaron problemas respiratorios. El Puyehue («lugar de peces») tiene 2.240 metros de altura y está en el lado chileno de la Cordillera de los Andes, entre la Región de los Ríos y Región de los Lagos, al norte del paso internacional Cardenal Samoré, en el límite este del Parque Nacional Puyehue.



Mauna Loa, Hawái

Mauna Loa, nombre que en la lengua de los pueblos originarios significa «alta montaña» y, de hecho, es el volcán más grande de la Tierra, su base está a 5.000 m de profundidad y la cima, a 4.205 m, es decir, más de 9.000 m de altura total. El volcán Mauna Loa es uno de los más activos en las islas hawaianas -se han producido unas 33 erupciones en tiempos históricos, la última en marzo-abril de 1984- y uno de los cinco volcanes que forman la isla de Hawái junto con los volcanes Mauna Kea, Hualalai, Kohala y Kilauea.



Popocatépetl, México

El Popocatépetl («montaña que humea») es un volcán activo en el centro del país, 55 kilómetros al sureste de la Ciudad de México, entre Morelos y Puebla. El volcán tiene glaciares perennes cerca de la boca del cono, en la punta de la montaña. En la mitología mexica, Popocatépetl tiene un conjunto de leyendas que explican su origen a partir de los amores de un guerrero y una princesa. Durante la época prehispánica, era una deidad mexica a la que se rendía un culto exclusivo. Hoy el culto sobrevive en forma simbólica y los guardianes del volcán son llamados temperos.



Krakatoa, Indonesia

Este volcán ha entrado en erupción en repetidas ocasiones, masivamente y con consecuencias devastadoras a lo largo de la historia. Su erupción más importante se produjo entre mayo y agosto de 1883, cuando una explosión cataclísmica voló casi la totalidad de la isla (que lleva su nombre), donde se encontraba el volcán. La explosión tuvo una energía de 200 megatones, 10.000 veces más poderosa que la bomba de Hiroshima, hundió la isla más de 3 metros y mató a más de 35.000 personas. Está en el Estrecho de Sonda, entre Java y Sumatra.



Ojo del Salado, Chile - Argentina

El volcán más alto del mundo, Ojo del Salado, tiene 6.891 metros y está enclavado sobre el límite entre la Argentina y Chile, pertenece a la Cordillera de los Andes. Es la segunda cima más alta de los hemisferios sur y occidental, y es sólo superado por el cerro Aconcagua, con 6.969 metros. El Ojo del Salado tiene dos cotas máximas, la cima argentina y la cima chilena. Ambas son cumbres limítrofes, y los nombres se deben a que a cada cumbre se accede por rutas separadas, las que comienzan en cada uno de los dos países hermanos.



Kilimanjaro, Tanzania

Está en el parque nacional homónimo y tiene 5.895 metros de alto. Es la montaña más alta de África y uno de los volcanes más altos del mundo. Está rodeado de misticismos, su nombre en masai significa «la casa de Dios». El geógrafo greco-egipcio Ptolomeo, en el primer siglo de nuestra era, lo menciona como «montaña blanca» al sur de África. Tuvieron que pasar 18 siglos para saber que se trataba de «las nieves del Kilimanjaro», y que Hemingway usara su misterio para una de sus obras maestras. Alrededor de 20.000 excursionistas intentan todos los años alcanzar la cumbre.



FujiYama, Japón

Este volcán activo, pero con poco riesgo de erupción, con sus 3.776 metros, es el pico más alto de Japón. Está justo al oeste de Tokio, desde donde se puede observar en un día despejado. Considerado sagrado desde la antigüedad, les estaba prohibido a las mujeres llegar a la cima hasta la era Meiji. Actualmente es un conocido destino turístico; desde principios de julio hasta fines de agosto son muchos los que lo escalan por la noche para apreciar la salida del sol. El monte Fuji es un tema recurrente en el arte y en la literatura japonesa; es, a la vez, tema de muchos poemas y canciones.



Etna, Italia

Está en la costa este de Sicilia, entre las provincias de Messina y Catania. Tiene 3.322 metros de altura, aunque ésta varía debido a las constantes erupciones. El perímetro de su base alcanza los 150 kilómetros. En la mitología griega, era el volcán en cuyo interior estaban las fraguas de Hefesto, que trabajaba en compañía de cíclopes y gigantes. Es uno de los volcanes más activos del mundo, y está en casi constante erupción. Aunque en ocasiones puede ser muy destructivo, no está visto como un volcán particularmente peligroso, y miles de personas viven en sus alrededores e incluso en sus faldas.

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