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Megadeth revivió su fuego en el Luna

Dave Mustaine. El líder de Megadeth encontró la mejor forma para comunicarse con sus fans criollos.
La relación entre Megadeth y sus fans argentinos es un asunto especial que eclosionó en los 90, cuando asombrado ante los cantitos del público Mustaine decidió incorporar un nuevo estribillo a su hit, "Simphony of Destruction". Así, un show en el Luna Park de esta nueva formación, igual o mejor que todas las anteriores, no podía no convertirse en un fenómeno catártico que supera lo estrictamente musical. Si desde Osaka a Texas, Bangalore, Dublin, Lima o Quebec, en inglés, noruego o cantonés, el clímax de un show de Megadeth es siempre cuando el público corea el grito de guerra "Megadeth, Megadeth, aguante Megadeth", en el Luna Park todo fue en un crescendo destinado a azuzar ese tipo de momentos del folklore freak.
Por supuesto, el exmiembro de Metallica no dijo que el argentino es un público maravilloso luciendo una camiseta de la Selección. En cambio, desafió a sus "gauchos" en perfecto castellano a ver si en realidad eran unos "¡Putos!", lo que por supuesto generó una automática respuesta masiva: "¡Puto!, Puto!". Ésa es la magia de la comunicación.
Esto es lo divertido y, sobre todo, genuino, del aquelarre provocado por este nuevo regreso de Megadeth, que reventó un Luna Park donde no entraba un alfiler, con las populares repletas hasta los asientos más lejanos, y la platea convertida en "campo" con la gente en "pogo" permanente: una especie de enjambre humanoide digno de H.R. Giger. Musicalmente, el nuevo Megadeth no da tregua, en especial cuando los dos guitarristas (que se divierten con contrapuntos virtuosos sin llegar al abuso) le sueltan la cadena al bajo y la batería. Algunos de los temas que más provocaron la intervención del público fueron "She Wolf", "A tout le monde" y otro tema nuevo, "Post American World". Y, por supuesto, "Aguante Megadeth".
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